Como consecuencia de su reiterada mención en este bló, resulta ya sobradamente conocida mi urbanicidad. Así las cosas, que Hans tome libre y voluntariamente, sin coacción alguna, la decisión de pasar un güiken en una casa rural es hecho que forzosamente despertará la sorpresa de mis escasos pero selectos lectores.
Pero sí: el viernes 28, por la tarde, después de discutir un poco con MBO (recuerden: Domus Hansis seguía en estado de sitio, caos, polvo) y de instruir a los pintores acerca del tono exacto de azul grisáceo que deseaba para nuestro dormitorio, Hans y MBO acudieron al colegio de la progenie para su oportuno recogimiento.
La progenie va, traditio traditionis, al mismo colegio al que fuimos mi hermano, mi padre, mi tio, mi abuelo paterno y yo, hasta la enésima generación, BTW. Así, entre que esperábamos la salida de la progenie, saludé a uno de mis condiscípulos de hasta los 17 cuyo apellido recordaba perfectamente, pero a quien llamé Juan (y no Javier, urghs) después de que se dirigiese a mí todo amable –comercial de banca- “¿Qué tal, Hans? Cuánto tiempo...!!!! Que ya tienes tres hijos? Dios mio, Dios mio...” Etc. O tempora, o mores. Maldita memoria...
Recogidos que fueron los tres delincuentes infantiles nos dirigimos (ubíquense, las 18.15) a nuestro destino a unos doscientos klicks de ZAZ. Recuérdese que estamos en la tarde del 28 de octubre. La tarde perfecta para salir a la N-II a hacer millas. La N-II es el paradigma de la autovía de los años del pelotazo: está hecha con el culo (en efecto: diría yo que los ingenieros, inadecuadamente retribuidos después de los maletinazos, se limitaban a introducir un portaminas 0.5 en el ojete y menear éste: de ahí resulta la traza de la N-II desde Zaragotham hasta Wal-Al-Ajh-Arah) y no tiene solución (lo sé de buena tinta). Si a eso le adicionamos bien de camiones [incomprensible, tanto anuncio catastrofista de tráfico (Zyklon-B para Pere Navarro, ya!) y no paralizan los convoyes inmensos], bien de turismos malconducidos por mamonzuelos aferrados al volante defecándose de miedo y cuatro y mitad de lluvias diversas... quedará definido el panorama rutero inmenso que disfrutuve el viernes tarde/noche.
Pasamos por delante de Saúca, cosa que me recordó una mención al “Goyo” en el blog de Juan; se nos cayó el cielo asterixíanamente cuando ya estábamos en la carretera secundaria correspondiente (una tormenta desaforada en zona de secarral tremebundo suele tener como efecto que las carreteras se convierten en temibles sumideros. MBO lo pasó mal); y llegamos, finalmente, a Molingordo.
En Molingordo quedamos una vez al año (más o menos) con quienes fueron compañeros de estudios de MBO y sus cónyuges, hoy dispersos por aquí y por allá. Voy pues en condición de cónyuge.
Es un grupo curioso; entre otros un altísimo directivo de compañía transnacional, bastante nacionalista catalán; un ingeniero consultor freelance muy brillante, un tanto “quemado” después de haber dirigido un par de grandes empresas, bastante conservador; un compañero de MBO que dejó su carrera profesional para meterse en negocios que no salieron demasiado bien pero que afortunadamente está levantando cabeza; otro compañero de MBO que ha seguido rigurosa y brillantemente la trayectoria lógica después de la Universidad; niños numerosos pero no demasiado agresivos, merci Dieu. Planean sobre todos nosotros problemas parecidos, que incluyen la m/paternidad, la jodida compaginación de vida personal y profesional...
El finde transcurrió agradabilísimamente, pues todos los debates que se plantearon en los ratos de sofá (numerosos) se produjeron racional, correcta, educadísimamente. Me gustó la explicación de uno de los matrimonios, tradicionalmente votantes del pepé, que explicaban cómo, después de que Ánsar hiciese el acto de fe belicista irakí concluyeron que les parecía intolerable y que desde luego no iban a votarle, y cómo no cedieron sin embargo al chantaje integrista; me gustó ver como Ll. hablaba del Estatut sin apasionamientos, constatando lo que subyace al texto y su origen, y lo que piensa que la gente piensa en Cataluña; me encantó ver cómo todo el mundo se abstuvo de bromas tontas al respecto. Todo esto me hizo pensar una vez más que “Qué gran pueblo si tuviese buen Señor”, que somos mucho mejores que los aberrantes gobernantes que nos han tocado en suerte.
Por lo demás, tranquilidad plenaria, más que nada porque todos saben ya que yo, en güiken, duermo si me dejan, y nadie se toma, gracias a Dios, la molestia de esperarme (y yo no me molesto tampoco en hacer como que me despierto pronto). Además me había llevado “Una Historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie” (Juan Eslava Galán, altamente recomendable a pesar de que no coincido con él en muchas cosas, y a pesar de que, en el fondo, escora un tanto prisáicamente) y el último Philip Roth, “Conjura contra América” del cual estoy a punto de dar cuenta. Os enlazo esto pues hace un par de apreciaciones en relación con esta novela que no están mal, y, lo que es más importante, tiene una serie de links muy ilustrativos.
Considerando mi intensa dedicación a la lectura, como quiera que en Molingordo nos organizan unos excelsos vermouths en los jardines, y dado que mi rato de contacto con la campiña fue adecuadamente limitado, no he sufrido roncha alguna debida al exceso de Natura.
No puedo dejar de mencionar el chasco del pobre Ll. que había traido expresamente una botella de un interesante Riesling austriaco cerrada con tapón de cristal sellado con cápsula de aluminio para hacerme hablar a mí, cuya cápsula colapsó en el congelador, rompiéndose, permitiéndome así poner mi famosa cara tsk-tsk-tsk de suficiencia tipo "siejke-donde-haya-un-corcho-bueno-que-se-quiten-estas-moderneces".
Volvimos el domingo a las 19.00 pues había que seguir destrincherizando Domus Hansis. Pero eso lo explicaré en entrada ad hoc.
Pero sí: el viernes 28, por la tarde, después de discutir un poco con MBO (recuerden: Domus Hansis seguía en estado de sitio, caos, polvo) y de instruir a los pintores acerca del tono exacto de azul grisáceo que deseaba para nuestro dormitorio, Hans y MBO acudieron al colegio de la progenie para su oportuno recogimiento.
La progenie va, traditio traditionis, al mismo colegio al que fuimos mi hermano, mi padre, mi tio, mi abuelo paterno y yo, hasta la enésima generación, BTW. Así, entre que esperábamos la salida de la progenie, saludé a uno de mis condiscípulos de hasta los 17 cuyo apellido recordaba perfectamente, pero a quien llamé Juan (y no Javier, urghs) después de que se dirigiese a mí todo amable –comercial de banca- “¿Qué tal, Hans? Cuánto tiempo...!!!! Que ya tienes tres hijos? Dios mio, Dios mio...” Etc. O tempora, o mores. Maldita memoria...
Recogidos que fueron los tres delincuentes infantiles nos dirigimos (ubíquense, las 18.15) a nuestro destino a unos doscientos klicks de ZAZ. Recuérdese que estamos en la tarde del 28 de octubre. La tarde perfecta para salir a la N-II a hacer millas. La N-II es el paradigma de la autovía de los años del pelotazo: está hecha con el culo (en efecto: diría yo que los ingenieros, inadecuadamente retribuidos después de los maletinazos, se limitaban a introducir un portaminas 0.5 en el ojete y menear éste: de ahí resulta la traza de la N-II desde Zaragotham hasta Wal-Al-Ajh-Arah) y no tiene solución (lo sé de buena tinta). Si a eso le adicionamos bien de camiones [incomprensible, tanto anuncio catastrofista de tráfico (Zyklon-B para Pere Navarro, ya!) y no paralizan los convoyes inmensos], bien de turismos malconducidos por mamonzuelos aferrados al volante defecándose de miedo y cuatro y mitad de lluvias diversas... quedará definido el panorama rutero inmenso que disfrutuve el viernes tarde/noche.
Pasamos por delante de Saúca, cosa que me recordó una mención al “Goyo” en el blog de Juan; se nos cayó el cielo asterixíanamente cuando ya estábamos en la carretera secundaria correspondiente (una tormenta desaforada en zona de secarral tremebundo suele tener como efecto que las carreteras se convierten en temibles sumideros. MBO lo pasó mal); y llegamos, finalmente, a Molingordo.
En Molingordo quedamos una vez al año (más o menos) con quienes fueron compañeros de estudios de MBO y sus cónyuges, hoy dispersos por aquí y por allá. Voy pues en condición de cónyuge.
Es un grupo curioso; entre otros un altísimo directivo de compañía transnacional, bastante nacionalista catalán; un ingeniero consultor freelance muy brillante, un tanto “quemado” después de haber dirigido un par de grandes empresas, bastante conservador; un compañero de MBO que dejó su carrera profesional para meterse en negocios que no salieron demasiado bien pero que afortunadamente está levantando cabeza; otro compañero de MBO que ha seguido rigurosa y brillantemente la trayectoria lógica después de la Universidad; niños numerosos pero no demasiado agresivos, merci Dieu. Planean sobre todos nosotros problemas parecidos, que incluyen la m/paternidad, la jodida compaginación de vida personal y profesional...
El finde transcurrió agradabilísimamente, pues todos los debates que se plantearon en los ratos de sofá (numerosos) se produjeron racional, correcta, educadísimamente. Me gustó la explicación de uno de los matrimonios, tradicionalmente votantes del pepé, que explicaban cómo, después de que Ánsar hiciese el acto de fe belicista irakí concluyeron que les parecía intolerable y que desde luego no iban a votarle, y cómo no cedieron sin embargo al chantaje integrista; me gustó ver como Ll. hablaba del Estatut sin apasionamientos, constatando lo que subyace al texto y su origen, y lo que piensa que la gente piensa en Cataluña; me encantó ver cómo todo el mundo se abstuvo de bromas tontas al respecto. Todo esto me hizo pensar una vez más que “Qué gran pueblo si tuviese buen Señor”, que somos mucho mejores que los aberrantes gobernantes que nos han tocado en suerte.
Por lo demás, tranquilidad plenaria, más que nada porque todos saben ya que yo, en güiken, duermo si me dejan, y nadie se toma, gracias a Dios, la molestia de esperarme (y yo no me molesto tampoco en hacer como que me despierto pronto). Además me había llevado “Una Historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie” (Juan Eslava Galán, altamente recomendable a pesar de que no coincido con él en muchas cosas, y a pesar de que, en el fondo, escora un tanto prisáicamente) y el último Philip Roth, “Conjura contra América” del cual estoy a punto de dar cuenta. Os enlazo esto pues hace un par de apreciaciones en relación con esta novela que no están mal, y, lo que es más importante, tiene una serie de links muy ilustrativos.
Considerando mi intensa dedicación a la lectura, como quiera que en Molingordo nos organizan unos excelsos vermouths en los jardines, y dado que mi rato de contacto con la campiña fue adecuadamente limitado, no he sufrido roncha alguna debida al exceso de Natura.
No puedo dejar de mencionar el chasco del pobre Ll. que había traido expresamente una botella de un interesante Riesling austriaco cerrada con tapón de cristal sellado con cápsula de aluminio para hacerme hablar a mí, cuya cápsula colapsó en el congelador, rompiéndose, permitiéndome así poner mi famosa cara tsk-tsk-tsk de suficiencia tipo "siejke-donde-haya-un-corcho-bueno-que-se-quiten-estas-moderneces".
Volvimos el domingo a las 19.00 pues había que seguir destrincherizando Domus Hansis. Pero eso lo explicaré en entrada ad hoc.
7 comentarios:
Por fin has vuelto, creo por acá se extrañaba tu atildada presencia.
Me alegro que hayas descansado y muy buena observación la tuya con respecto al corcho. Hay cosas que son imperdonables.
Bienvenido al ruedo, Hans.
Es cierto. ¿Quién coño ha inventado esos tapones? Sólo hay un miterio mayor: el de las cajas de los cedeses. ¿Por qué cuesta tanto quitarles el plástico y luego la primera vez que se cae al suelo se parten en ocho pedazos?
Y desde aquí invito a todos los miles de lectores de tu blog a que entren en el mío y asistan al gran triunfo periodístico/chorra del siglo XXI. Mío, of course.
Casi parece mentira de lo idílico que lo pintas...
Besos!
L'estatut, qué conversación más... poco estimulante.
¿qué es eso de los tapones de cristal con cápsula de aluminio? (desfasada está una...)
BTW, el párrafo de conducir es el único con alguna expresión ¿soez?
¿Signo de descontrol al volante?
vrggoeli, verificación de santidad?
Gracias, Hang.
Ya visité tu bló, Quic. Contundente. .-D
Pruébale, Awake. Está muy bien y es muy razonable en precio además.
Xurri: No, mujer, lo del Estatut, tratado racionalmente, es un asunto apasionante. Se convierte en cosa poco estimulante si quien parlotea es un político profesional. desde un punto de vista serio, tiene muchísimos flancos. En fin, no me meto en ello aquí, que sé que te desagrada, pero lo es.
Buscaré foto del asunto "tapón". Hazte idea que es como los tapones de los antiguos frascos de medicina, de cristal contra cristal, pero con una arandela interna de silicona, y sellado por fuera con una cápsula de aluminio. Aún no los has visto en España... pero te vas a hartar, sobre todo -supongo- en blancos.
Jamás descontrolo al volante. Me sacan de mis casillas los inútiles en general; me cabrea ilimitadamente la demagogia, en general; no comprendo por qué con el índice de miedo que produce conducir en tanta gente, ésta sigue haciéndolo. España es un lugar donde se conduce fatal. Y encima estamos llenos de conductores de camión, sobre todo no españoles, a medio civilizar. ¿Cómo se pueden decir tantas tontadas sobre la prudencia al conducir y luego legalizar sin control alguno tantos carnets extranjeros sin verificación alguna?.
Es un tema que me crispa sentado en mi salón. No conduciendo. Ahí lo que hago es andar con mucho cuidado.
Looking forward to see the tapón.
Y muchas gracias por la información.
(ripio tonto: ultimamente me salen a todas horas... no se si preocuparme...)
La escora de Eslava Galán es idéntica a la de Forges con aquella "Historia de Aqui" que, en la "Historia Forgesporanea" terminó colocando a Felipe Gonzalez al estilo hagiográfico de los Santos Angeles Custodios.
Publicar un comentario