18 agosto, 2010

Roma y los Polibanes


El polibán es a la porcelana sanitaria, sección bañeras, lo que el Multipla (¿o la Multipla?) al mundo del automóvil. Un polibán no es, ciertamente, una bañera, pero tampoco un plato de ducha. Un Multipla (¿o una Multipla?) no es una furgoneta, pero tampoco una berlina (ya puestos, tampoco es un descapotable deportivo). Son… esas cosas de los italianos. Se me ocurren algunos otros ejemplos, y supongo que el más obvio es la Vespa. Los Lancia tampoco se quedan atrás.


Vaya por delante que lo antedicho no es muestra de desprecio ni por las maneras peculiares de diseñar, ni por lo italiano: son italianos los responsables de algunos de los mejores diseños de la historia –y mucho más desde el punto de vista de un enamorado del automóvil como Hans- y hay también otras naciones dadas al diseño peculiar: creo que un sucinto examen de la historia de creaciones de la casa Renault, la observación atenta de los frontales de las locomotoras que meneaban los trenes patrios en los setenta como habían movido los galos en los sesenta y, en fin, un visionado rápido de la imprescindible Mon Oncle evidenciarán que el diseño rarito no es cosa sólo italiana.


Por cierto que no tengo ni idea de si el polibán es invento italiano: sólo sé que al aeropuerto vinieron a buscarnos en un (¿en una?) Multipla y ello fue perfectamente consistente con la observación del referido aparato sanitario en la salle de bain de nuestro apartamento temporal en Roma.


Y es que estamos en Roma, gracias a Ryanair, también conocida como la aerolínea más indigna del universo. Puesto a evocar se me ocurre que la compañía de Michel O'LEARY hace exactamente lo mismo que las navieras basurientas que acarreaban gente al nuevo mundo aprovechándose de su penosa situación económica, lo mismo que los propietarios británicos de clippers que estabulaban seres humanos en la costa de África (debidamente vendidos por árabes, ah, ese pueblo siempre tan respetuoso de los derechos humanos) para llevarlos igualmente a las Américas. En fin, lo hace de modo más descarado, y casi más grosero. No pienso aburrirles a Vdes. con relatos acerca de información engañosa de precios que se incrementan por absolutamente todo (maletas facturadas, pago con cualquier cosa que no sea la tarjeta corporativa de la propia Ryanair...): son todos Vdes. personas viajadas y habrán sufrido en sus carnes tales maneras. Dejémoslo, pues.


A lo que iba -y es éste el motivo de la entrada-: MBO, los UP's y yo estamos en Roma. Conjugada que fue la sospecha de una sinusitis en la mañana del jueves, doce de agosto (recuérdese que Hans SIEMPRE se pone malo en cuanto empiezan las vacaciones), salimos del aeropuerto de Zaragotham (bien!) aterrizando en Ciampino apenas dos horas más tarde.


Y en la mañana del trece me tomé, como primera providencia, un latte de esos que hacen Historia.




Y bueno, que seguiremos informando acerca de la estadía y sus circunstancias. Besos & abrazos

07 agosto, 2010

Veraniega

Que les voy a decir, mis muy queridos y escasos lectores: estoy de vacaciones, dotado de mi sonyvaio, artefacto éste que de usual sólo se emplea para trabajar y que estos días, sin embargo, es aplicado a fines más nobles: ver otros blós, alparcear féisbuques diversos, buscar aquí y allá un overdrive Seymour Duncan de ocasión que me tiene preocupado. Nada de pro, todo de gozo.

Vacacional, como pueden Vdes. imaginar, aparco mi maltratada osamenta en el Dulce Sur de la patria (nota mental, buscar los discos de The Beautiful South al llegar al hogar). Acabé de trabajar el treinta de julio completamente desfondado, mucho más que nunca: o me estoy haciendo mayor, o bien es la resulta lógica de las estadísticas elaboradas por mis padawanes (a quienes encomendé la elaboración de los datos de trabajo real enero-julio 2010). Irrelevante: he llegado a las vacaciones, y con ello a las gambas y a la cervecita de chiringuito con auténtica necesidad. Leo todos los días tres periódicos (apartando de mí el cáliz amargo del 'Estadio Deportivo', un subproducto informativo obsesionado por el Bétis y por la corrupción jurgorística del Hércules, un equipo con nombre de avión y maneras éticas estrictamente levantinas. Duermo bien, pues las noches en Isla Antilla gozan de cierta cantidad de viento oceánico que aportan sosiego y paz.

Leoa un ritmo más lento que el usual: Anatomía de un instante, de Javier CERCAS, ya concluso: tomo que tiene su interés, referido al evento acontecido el 23 de febrero de 1981 y a Don Adolfo Suárez, que evidencia que el autor se lo ha currado buscando información y que, además, pone igualmente de manifiesto que a pesar de su naturaleza bermeja puede llegar a entender -pasmoso, en la Patria- las motivaciones de un militar de ultraderecha más allá del simple denuesto y descalificación. Es de esos libros que se deben recomendar si y sólo si el potencial lector está interesado en la Historia y en la historia. Si no, aburrirá. A MBO, por ejemplo, no se lo recomendaría.

Ahora tengo entre manos otra policiaca nórdica: Grito en el hielo, de Camilla CEDER. No tengo ni idea de si 'Fruset ögonblick' significa eso o si es una de esas tradicionales traducciones 'libres' españolas. Posiblemente es ésa la única pregunta que me sugiere la novela. Y es que, a pesar de ser uno de mis apreciadísimos regalos de cumpleaños (sí, queridos: 44 el pasado 14 de julio) se me ha atragantado, de manera que no puedo, en rigor, valorarla. Me temo que entre los novelistas sueco-noruegos-fineses se ha puesto de moda un modelo novelístico basado en el denuesto de la sociedad socialdemócrata escandinava demasiado centrada en los desastres que la aquejan y en el severo alcoholismo de parte amplia de la población. Ah, y con mucho flashback, que mola. La escritora, btw, tiene diez años menos que yo. Lo mismo es que me irrita constatar que cada vez es más remota la posibilidad de ser un joven escritor de éxito :D.

La tarde se ha agrisado. Después de varios días de sol terrible y calor abrumador, tanto uno como otro se han aligerado,dejando de un feo color manchado el cielo. No todo puede ser, claro, pero fastidia. Voy a regresar a mis livianas labores. Queden Vdes. bien. Aprovechen sus vacaciones o, lo que es mejor, evoquen los disfrutes que les darán cuando les toque disfrutarlas.

23 julio, 2010

Tulsa, Miren Iza, yo

Y esto lo dejo aquí porque yo lo valgo.

La verdad es que no soy nada moderno ni gafapasta, a pesar de haberme comprado esas gafas que había pensado hace MUCHO tiempo adquirir porque me daban un aire Buddy Holly que siempre va bien para hombres de bien.

Digo esto porque esta noche, en Le Pastis (soit, El Lugar, mayúsculas no casuales) tocaban The Singer not the song y Tulsa. Tulsa reducida a su cantante y líder estético-espiritual, Miren Iza, no más, y ahí he concurrido, a gafapastizarme parcialmente

MBO había pasado la tarde tomando un mojito mientras montaban sonido y me ha indicado al llegar 'la cantante de Tulsa ha hecho una versión de Baby, it's you sensacional'

A la orilla del Ebro, fresquitos y tomando una cerveza (o dos) hemos disfrutado mucho del concierto de Xisco Rojo (líder y formación completa de The singer, not the song) y Tulsa, y, cuando Miren estaba terminando, ha preguntado: "Y ahora ¿qué toco?" Y, claro, MBO y yo hemos saltado como lebreles: "Baby, it's you!!!' Y ha dicho: 'Ah, pero ¿me acompañáis? Que esto tiene coros'. Y claro, no he podido evitarlo. Y he saltado, nuevamente cual lebrel, y me he hecho con el micro, y he acompañado a Miren Iza, como lo hizo Quique Bunbury, sólo que nuestra fuente hoy era mejor que Jeanette (vas a comparar a las Shirelles o a Los Beatles con dicha chicuela, recoños!).

Y MBO, que es mi crítica más leal-y-contundente ha aplaudido con perseverancia y aplicación. Ha quedado bien el juego de voces con esa gran cantante. Considerando los pésimos resultados de las voces en nuestra última y reciente maqueta, esto tiene un efecto lenitivo sobre mi perjudicado ánimo, sobre mi minorada autoestima cantante.

Cosa de la cual dejo aquí constancia, a los efectos oportunos.

17 julio, 2010

Los Héroes del Silencio, Quique, yo.

Esto lo dejo aquí porque una amiga me ha pedido que hable de ello. No lo he escrito en todos estos años, ni siquiera en el año del retorno, en que todo el mundo hablaba de la prehistoria de La Banda. No por nada: sólo porque, en el fondo, es todo muy poco trascendente.

Estamos en algún momento de finales de 1983 o principios de 1984. Hans se ha incorporado al G.O.M., Grupo Organizador de la I Muestra de Pop Rock y Otros Rollos, evento que se ha de celebrar entre el 23 y el 25 de marzo de 1984 en Zaragotham. Una tarde, sentado en la sede del CIPAJ, que nos deja el garito para asuntos de organización, estoy rellenando fichas de bandas que quieren tocar en la Muestra. Llega, para formalizar su participación junto con Proceso Entrópico, un chaval delgado, pelo corto, con buena facha: como yo, un hijo de la burguesía zaragozana. Algo me cuenta, algo sé de él (y más sabré más tarde, ha sido compañero de amigos míos en otras bandas) y de su pasado en diversos grupos.

Recuerdo el primer momento, en aquellos días, en que me dí cuenta que entre los miembros de las cincuenta bandas que tocaron en La Muestra había de todo, pero había muy poca gente que quería de verdad -y con la debida voluntad y esfuerzo- ser alguien en este tinglao pop. Quique quería ser Bowie ya entonces. Yo tenía 17 y él 16, pero era evidente. Había mucho, mucho saber estar. Esto lo he dicho siempre, no es un análisis ex post facto: quien habla de enchufes o privilegios miente o deja que a sus palabras las dirija la envidia. Quique era y es un tipo aplicado en todos los sentidos como ninguno que he conocido en todos estos años en el contexto del rock'n roll a la hora de obtener lo que desea: más tarde, superada la Muestra, formaremos juntos en Zumo de Vidrio, y veré cómo él, un bajista -con un bajo Ibanez y un ampli Rickenbacker que robarán en su momento en un local tremendo en la Calle Sacramento, en el Gancho- se convierte en el líder de una banda que se desintegrará por la diversidad de voluntades de sus miembros.

Hay fotos de un concierto en Starter con Quique con pelo fucsia y conmigo tocando mi sintetizador Korg Sygma en blanco y negro (un estándar en mi vida sobre los escenarios) y mucha gomina.

De la debacle de Zumo de Vidrio, en navidad de 1984, nacen Los Modos, mi banda, y Héroes del Silencio, la suya, ésta última con mucha más voluntad de éxito, triunfo, futuro en la música. Las bandas siguen en paralelo: me solazo ahora en recuerdos tales como locales compartidos -donde le robaron a Míchel su ampli, por ejemplo, en la Calle Capitán Pina, hoy desaparecida- o aperitivos mano a mano, Quique y yo, en el Café de Levante tomando pimientos rellenos y hablando de filosofía, y dándome razón de que no debía ensayarse los domingos por la mañana: quería ir a Misa al Pilar a primera hora. Que nadie lo saque de quicio, en aquel momento invocaba razones espirituales que jamás puse en entredicho, como tampoco puse en duda su voluntad de revisión de las alternativas espirituales. O Pedro Andréu tomando micebrinas para aguantar ensayos mañana -con los Héroes- y tarde -con Los Modos- casi siete días a la semana. Mientras ellos se disparan como cohetes -Quique, Juan y Pedro Valdivia, que luego se irá para ser médico-, nosotros -Míchel y yo, Jorge y Pedro Andréu, que luego tocará con ellos- nos lo tomamos con más paz y más dosis de Magna Mater: Míchel en Filología, Jorge nos deja muy pronto abriendo el paso a Karl (luego Días de Vino y Rosas), en Geografía; Pedro en la Escuela de Artes; y yo, en mi propia Facultad.

Recuerdo una libreta de espiral en que Quique iba anotando todos los sucesos relevantes para su vida rock'n roll, y debo recordarlo mal porque creo que lo que leía ahí estaba mecanografiado, en cinta negra y roja. Debería preguntarle si eso existe aún. O algo tan tonto como el primer día en que apareció con un micro bueno, un micrófono Shure de los buenos. Quería ser cantante, no instrumentista, y necesitaba eso, un artefacto en que ni se me había pasado por la cabeza (yo también cantaba en mi banda) gastarme una pasta: el dinero era para amplis o para guitarras o para pedales. Los micros los ponían los organizadores, y en el local bastaba con cualquier basurilla. O el día en que me enseño un traje -concierto en Oh! de Bailar- para el show: chaqueta negra con dibujos en azul eléctrico, pantalón azul. Iba a un millón de años luz por delante de nosotros: estoy hablando de algún momento de finales de 1985, eventualmente de 1986. A un millón de años luz de todos. También recuerdo cómo los textos de sus canciones fueron cambiando en los primeros tiempos: corregía sin parar. No me atreveré a decir que yo era menos exigente -puede que fuesen modos diversos de trabajo, más denso y concentrado al principio el mío, más espiral el suyo-, pero sé que jamás dejaba las cosas a medias si no le satisfacían. Por cierto que también recuerdo cómo 'Olvidado', un tema suyo que ya tocábamos en Zumo de Vidrio, tuvo en los primeros tiempos una parte -insustancial- mía.

Otros recuerdos de Los Héroes incluyen, por ejemplo, el hecho de que Juan estuvo tocando durante mucho tiempo (incluso cuando ya estaban empezando a triunfar) su vieja Stagg copia de Stratocaster, una guitarra bastante malucha, y que la primera vez que grabaron para Televisión Española, Regional de Aragón, Juan tocó con una guitarra Ibanez negra preciosa que yo tenía -y aún tengo-, y Joaquín tocó con el bajo Ibanez de Karl, que era también negro. Era lo normal: se compartía el equipo. De hecho, cuando Los Modos volvimos a tocar un montón de años más tarde, Joaquín le dejó su imponente bajo Rickenbacker 4003 negro a Karl, muy en plan Escuadrilla Lafayette, y Pedro nos dejó emplear su local y su batería hasta que retomamos el ritmo.

También recuerdo a la novia de Quique el año aquel, la hermana de un compañero mio del colegio. Nada he vuelto a saber de ella. Me gustaría equivocarme, pero dado que la chica no iba por el camino correcto -desde luego por sus propios merecimientos- tenía algún número en la rifa para acabar mal.

Quique era esforzado y voluntarioso: todos esos seudoproletarios del rock'n' roll que le tildaban y le tildan de hijodepapá no han trabajado ni una millonésima parte de lo que lo hizo él (o más bien ellos: los cuatro) y han acabado siendo mucho más pequeñoburgueses de lo que él fue jamás.

No me gustó -sigue sin gustarme- el nombre de la banda: me recordaba a una banda portuguesa, Hérois do Mar (o así: no sé portugués); hay parte de su material (y es un 'su' de ellos: los temas de los Héroes son de los cuatro) que me interesa, pero no todo desde luego, y es más bien por mis afectos personales que por el tipo de música, sobre todo al final. Fueron (y siguen siendo, claro) excelentes instrumentistas a puro de esfuerzo y dedicación. Los escasísimas ocasiones en que me encuentro a Quique no encuentro ni una brizna de esa arrogancia que le echan en cara. Pedro sigue siendo mi amigo, es -conmigo como con muchos otros por cierto- un hombre bueno siempre dispuesto a ayudar a los viejos camaradas y a jovenes chavales, nuevos músicos, que quieren estar en esto; Joaquín era un chico tímido y sospecho que tantos años de heroicidad no le han quitado esa característica (es, además, exquisitamente correcto). A Juan no le veo hace años, pero dicen de él que está bien, a gusto consigo mismo, y sé de primera mano que su hermano Gonzalo es un sensacional guitarrista, músico, profesor de guitarra.

Mi relación con los Héroes es, evidentemente, muy intrahistórica, aunque los libros hablan de mi como su primer teclista. Lo cierto y verdad es que sé que son grandes tipos y que merecían lo que les pasó, el triunfo de que disfrutaron y las gavelas que al mismo acompañan, sin olvidar que, tal vez, cuando Dios te quiere castigar, te concede lo que deseas. Se merecían el éxito... y el que diga lo contrario no tiene ni idea, miente o deja que a sus palabras las dirija la envidia.

23 mayo, 2010

Esto es una BOM-BÁ...

... que canturreaba un ser aproximadamente humano hace ya unos veranos, creando una incomprensible necesidad de menear las (generalmente desbocadas) posaderas a montones y montones de personas. King África, creo que se llamaba el indeseable.

En fin, no es cuestión de hablar de semejante elemento y aún menos de su producción musical (ignoro si perpetró algo más, aparte de la citada cancioncilla). No. Hoy se trata de hablar en VLADIVOSTOK de la aceleración de la carrera de Los Modos hacia el triunfo, la fama, la fortuna y el blablablá.

Cerrábamos la entrada anterior refiriéndonos al concierto del veinte de marzo en la Sala Modo, y anticipaba, ya que el día 17 de abril volveríamos a tocar en la Sala Zeta. Y así fue. Ese concierto se inscribía en el II Concurso de grupos Sala Zeta, donde nos cruzábamos los sables algo menos de veinte bandas -preseleccionadas-, de entre las cuales resultamos finalistas cuatro: Los Modos, Horas perdidas, Los Impecables y Freak for choice. Así las cosas, y tocando de dos en dos (los Horas perdidas con nosotros, Los Impecables con Freak for choice) llegamos a la final, celebrada en dos partes, días 15 y 22 de Mayo.

Hay que decir que en el referido concurso los premios no estaban mal, y, sobre todo, no había condicionantes tipo 'límite-de-edad-media-del-grupo' (momento de mucha vergüenza cuando Hans se dió cuenta de que Los Modos NO se podían presentar a determinado certamen de este jaez. Recoños).

Bueno, pues eso: que ayer el Jurado se reunión, deliberó, y nos concedió el Segundo Premio. El primero fue para FfCh, una banda un poco tipo Sober o así, algo más cañeros quizás. Es la segunda vez que nos presentamos a un concurso y resultamos finalistas. La otra vez lo fuimos junto con Los Héroes del Silencio, Ferrobós y una banda turolense Acolla de la que sólo se puede decir que eran todos muy feos (y su música absolutamente ininteresante). Era la final regional del Concurso de Radio Cadena (lo que había sido Radio Popular) y si no recuerdo mal, a nivel nacional, lo ganó la banda de entonces de Coque Malla. Recuerdo que nos dieron una copa que -creo- tiene Míchel en casa. Esta vez, la cosa ha sido más, ¿cómo decir?, int€r€$ant€. Estamos más cerca de la grabación de nuevo material de estudio de Los Modos, señores.

Pero esos conciertos han sido sólo dos de los cuatro que Los Modos han efectuado desde el veinte de marzo hasta la fecha. Otro tuvo lugar en La Ley Seca, el pasado jueves día trece de mayo. Fue un concierto agradable, en un sitio muy recomendable, con un propietario, Patxi, más vasco que la hostia y como tal noble, claro y buena gente. Sonamos, según me tienen dicho, bien, ante un público un poco escaso (lo de los jueves noche no acabo yo de verlo). Sonamos bien y estuvimos a gusto. Y como ya estábamos metidos en harina, nos metimos hasta el cuello: el siguiente jueves (día veinte) tocamos en el Hispano.

Me resulta difícil explicar lo que es dicho lugar para lo que no son de Zaragotham. Simplificando, se trata de una sala bastante grande (y por cierto bastante bien sonorizada y con un buen técnico) forrada de maderas oscuras, con sofases en terciopelo (gastado), zonas separaditas con pequeñas cercas de madera labrada... y ese olor. Vamos, lo que viene siendo un cuasi-burdel. En otro tiempo, hace veinte años, era sitio guay. Hoy es terrorífico. Simplemente.

Las noches del local discurren, básicamente, a ritmo de cumbia, merengue y materiales análogos, adobando con tan rítmicos sones los intentos de unos y otras de arrimarse contundentemente, entre que se beben tantos pelotazos como posible sea. Así las cosas... ¿qué coño hace una banda de Power Pop en semejante lugar? Es más, ¿por qué nos hicieron empezar a tocar a las 01.30 de la madrugada?. Temí por mi vida cuando subía al escenario a cortar a guitarrazos distorsionados el ritmo de las cárnicas aproximaciones, realmente. Ahí todo Zeus estaba por pillar cacho (o, más bien, tajo bajo), de modo que ¿qué podíamos aportar?

Creo que el concierto más surrealista que he efectuado en toda mi vida merece un breve relato:

a) Entramos a montar a las 23.30. Local, a las 00.00: vacío. Ni Dios. Cinco camareras, una latina, tres rubias de bote, una eslava. Todas con cara de hastío, salvo una, la rubita de la barra de la derecha, que fue amable. Seis camareros con corbata y chaleco. Intenso aspecto prostibulario.
b) Primeras concurrencias: ellos, nunca por debajo de cincuenta. y algo Ellas, mayormente gordas.
c) Música de fondo: latinidades diversas de toda suerte y jaez.
d) Nosotros: '¿Cuándo empezamos?' La sala:'Esperad que llegue gente'. A las 01.25 nos dejan subir.
e) Entre tanto, el local se ha llenado de tipos imposibles. Entre otros, un tipo gordito de Osuna siego total que se nos pega y cuenta chistes malísimos. También un colectivo con un doble de Evo Morales, vestido con pantalón y camiseta sin mangas blancos que luego bailotearán más o menos pidiendo algo de El Ultimo de La Fila. Pero, SOBRE TODO, en primera fila, pegando mucho bote, una pareja. Él, no menos de 70; ella, no menos de 65 mal llevados, gorda y leopardizada, MUY INTOXICADA etílicamente, que deja su cubata al lado de mi pedalera, con franco riesgo de electrocución (mía) hasta que un camata me salva de una muerte casi cierta.
f) Sensacional la sensación de ir desgranando temas ante la absoluta indolencia de la concurrencia, salvo una señorita a la que llamar jovencita resultaría excesivo, mayormente latina, de grata sonrisa (sin coña) y parciales problemas con la báscula, que sigue los estribillos y baila algo. En la sala, tres amigos. El resto, un piélago de rostros indescifrables pero más bien poco interesados
g) Hicimos un show de 20 temas del que dejamos de tocar No sé qué hacer, el último, porque al final de Medianoche, el penúltimo, grité poderosamente 'Hasta Siempre, Hispano', y a tomar por saco.
h) La única reflexión: los Beatles se foguearon en el Kaiserkeller de Hamburgo, que era exactamente lo mismo sólo que hace 50 años y en alemán...

No pongo fotos porque el apero blogger no me deja hoy, y paso de seguir posponiendo la publicación. Y bueno: seguimos pasándolo bien entre tanta debacle general y particular. Sed buenos.

03 abril, 2010

Ich bin ein berliner

Bueno, pues ante todo debo informarles de la satisfacción que me produjo el concierto del pasado día veinte de marzo. Media plaza (el Modo es grandote), sonido razonablemente bueno (aunque mi monitor crujía, y eso es muy desagradable, y mi canal de voz estaba un tanto perjudicado; como contrapartida, me fue dicho que mi guitarra sonó muy bonita), satisfacción por la Telecaster (a este concierto lleve la Tele y la Strato, pero no me fue necesario cambiar en ningún momento.




Hicimos un set de veintiún temas, unos cuantos de ellos enlazados entre sí, acortando espacios entre unos y otros. Quedó bien. Estamos ya preparando el siguiente, que se celebrará el día diecisiete de abril, en la Sala Zeta, que es precisamente el lugar en que Los Modos volvieron a la carretera hace apenas diecisiete meses, después de largos años de silencio. En cómputo global quedé (qedamos) satisfecho (s).


Más: desde el sábado veintisiete de marzo hasta el jueves primero de abril estuvimos en Berlín. Berlín es una ciudad que mola. Yo había estado un parde veces, una a principio de los ochenta (tuvimos que pedir visado y cambiar marcos occidentales por marcos orientales para pasar a la zona comunista) y otra en 1991, ya con MBO, cuando la zona oriental estaba todavía sin civilizar (los comunistas apenas reconstruyeron nada de su zona: hubo de llegar el degenerado capitalismo salvaje para hacer lucir de nuevo la belleza de las zonas nobles de la ciudad, que habían quedado, casi todas ellas, en manos de la tiranía estalinófila). Me ha gustado descubrir una ciudad completamente nueva, cuyo centro ya no está donde estaba. La Ku-Damm (la avenida principal de lo que fue la zona occidental) ha pasado a ser un asunto menor, por ejemplo. La zona de Prenzlauer berg, que no conocía y a la que me llevó MBO -inspirada por MaJo: Danke!- me pareció absolutamente sensacional, gratamente paseable, cómoda.

En fin, Berlín es inmensamente grande, más que Londres o París (alrededor de novecientos kilómetros cuadrados, que se dice pronto), y conocerla en profundidad es completamente imposible. En todo caso, les será de utilidad saber que no es especialmente cara y, aunque en invierno te pelas de frio, en este momento del año no se está nada mal.

Fue éste uno de esos viajes debidos a mi condición de Kappelmeister de la Asociación Provincial de Asentadores de Plantas de Jardín, que me -nos- ha llevado, sucesivamente, a Croacia, Rusia y Jordania. Yo es que lo agradezco mucho. El hotel en que nos alojamos tenía su gracia, concretamente una en forma de acuario de sección cilíndrica, unos veinte metros de altura y siete u ocho de radio y un millón de litros en su interior. Lleno de peces, oiga. Un hotel de cojón, ciertamente, ubicado -paradójicamente- en la Karl-Liebnecht Strasse.



Por lo demás, lo cierto es que una agenda relativamente apretada jorobó la posibilidad de ir al Bauhaus Archiv (a pesar de que lo teníamos a cuatro pasos del hotel), y en cuenta de ello vimos un Lager, afortunadamente no de los más contundentes. Visitamos Dresden y Postdam, cada una de las cuales tienen sus virtudes estéticas y conceptuales, si bien la catedral protestante de Dresden exigiría un tratamiento personalizado análogo al que sufrió la ciudad toda ella en febrero de 1945 a manos de la R.A.F. Bebimos litros innúmeros de cerveza de toda suerte, comimos numerosos codillos y salchichas y disfrutamos del restaurante del Reichstag, un lugar al que merece la pena ir. Ha sido un viaje grato y compensado, y muy, pero que muy relajante para mí, que llevo una temporada un poco mala.

El regreso el pasado jueves se remató con una sesión cinematográfica de gran decepción con la última de Roman POLANSKI, El Escritor, que vimos precisamente el jueves pasado. Supongo que basada en algún thrillercillo de esos que publican a puñados, lo cierto es que está hasta arriba de inconsistencias, es plana y, sobre todo, previsible desde el minuto cinco. Señalados esos tres mimbres, poco más que indicar: hablando de cine de este tipo, creo que está todo dicho. Ah, bueno, falta por decir que tampoco se nos deleita la vista ni con vehículos de grata imagen ni con el/los preceptivo/s bollazo/s estratosférico/s, perdiendo así aliciente complementario pero no por ello desdeñable. Más cachondo sería el análisis de paralelismos del personaje que perpetra Pierce BROSNAN (su actor de doblaje es, francamente, nefasto, por cierto) con Mr. Tony BLAIR, el amigo de los Ánsar... :D. Nada que ver con ese gran flín (a pesar del título) Los hombres que miran fíjamente a las cabras. Canela fina. Oro molino. Qué grande CLOONEY, qué grande BRIDGES. A pesar de su muy inconveniente título, no dejen de verla.

Ah, por cierto: el otro día ordené la biblioteca y reubiqué alfabéticamente los sesenta o setenta libros que tenía apartados y amontonaditos de cualquier manera con objeto de tratar de ellos en éste su bló. Anoté de cuáles se trataba por si un día de me va la pinza, pero, francamente, me parece que va a ser que no. Me da una pereza mortal y me da la sensación de que sería un pestiño injustificado. A lo mejor la cuelgo aquí por si alguien tiene interés en ello...

17 marzo, 2010

On the road again (take fifth)

Hola, queridos amigos: un scoop: Los Modos están de nuevo en la carretera. Después de la defección de Javier y Christian después del pasado verano, y de su sustitución por Jose (sic) y Manu en un primer momento, y de la sustitución de éste último por Edu hace apenas un par de meses, la formación que ha de ser definitiva de la banda se presenta.


También se presenta en público mi Fender Telecaster, que va a servir para quitar la carbonilla de muchas orejas atascadas por tantos meses sin power pop de calidad en vena.



No entiendo muy bien los cybermotivos que hacen que el cartelillo del quinto concierto de la nueva era de Los Modos aparezca tan pequeño, pero lo que dice ahí arriba, en definitiva, es que el próximo sábado, 2010-03-20, a las 21.00, tocaremos en la Sala Modo. Después de una temporada ensayando dos veces por semana, a una hora tan terrible como las 22.30 del domingo y del martes, la cosa está debidamente organizada. Apunta maneras. Será un buen concierto: el primero, en principio, de una serie de ellos.

Por lo demás, la vida bien. Bien por los cojones, que se dice en Aragón. No nos inquietemos: pueden Vdes. adquirir El asedio, del maestro PÉREZ REVERTE, novela policiaco-histórica que les proporcionará grandes satisfacciones. Pueden Vdes. asimismo, dedicarse a la práctica del esquí, cuya temporada concluyó para mí el pasado fin de semana con gran satisfacción, como se demuestra seguidamente:




Pueden, en definitiva, buscarse pequeñas esquinas de la vida, refugiados de los embates de la adusta fortuna; pueden, como decía el gran Antonio, buscarse un sitio donde un disco suene fuerte y no puedas ni hablar, y, por ello, y si además quieren Vdes. ver a Hans en estado de gracia, disfrutando de lo grande de estar vivo, les recomiendo que se vengan al concierto del sábado que viene. El resto del tiempo, témome, no acabo de ser compañía grata.

16 febrero, 2010

UPFM

Supongo que el Loco es un tipo bastante cuestionable por bastantes motivos, pero no cabe duda de que tiene bastantes temas bastante buenos, y, personalmente, le tengo ley.

Uno es 'María'.

Hélo, en una versión primitiva, cavernícola: buena.

http://www.youtube.com/watch?v=fdsPifm59Ks


Y aquí su letra.


María puso la radio en el desván,
pues dice que se aburre a su edad.
Sus padres la quieren encerrar
en algun manicomio en su ciudad.
María encuentra algo a faltar.
María está rondando lo fatal.
María necesita hoy nacer otra vez
porque este dia cumple dieciséis.
María se ha parado a escuchar
porque algo extraño suena en aquel bar
le ha dado una patada al corazón
un loco locutor de Rock´n´roll.
Y hoy María ha bajado la radio del desván
y busca como loca, hacer girar el dial
y ha vendido su alma,
ha aprendido a bailar.
Hoy María ya sabe como volar.


Hija mía, mi amor: felices dieciséis. Si hay algo en el cielo, como creo, espero que haga que encuentres algo que te dé una patada al corazón.

13 febrero, 2010

Gente indigna

Para que nadie se enfade: esta entrada es deliberadamente virulenta y muy poco políticamente correcta. Es lo que hay: voy a hablar de gente que, encaramada -por motivos espúreos- a altares que ni intelectual ni artísticamente merecen, osan hablar, revestidos de púrpuras incomprensibles, de aquello que ni entienden ni entenderán jamás, ellos, acostumbrados a brumas más bien cochambrosas. La cosa va de Garzón.

Cada vez que compro o leo El País (acto casi diario), los más carpetovetónicos de mis amigos me miran mal, como con dudas. Hay algo turbio e inconveniente en ello, y así se lo hago saber: hay que conocer la opinión de quien en principio no piensa como tú, pues lo mismo te sacan de algún error, les digo, y lo hago con convicción aunque para mis adentros sé que dicho medio ha radicalizado su postura cada vez que han pintado bastos en el reparto de prebendas; que pertenece a uno de los grupos empresariales más opacos de España; que, en fin, Cebrián está en la Academia por motivos incomprensibles, motivos análogos a los que hacen que Teddy Bautista sea Presidente de la S.G.A.E., un poner, o que alguien preste la más mínima atención a un payaso como Ramoncín.

En la actual tesitura, con el actual Gobierno (el peor de la Historia de España, recuerden, con la excepción de la gobernación debida a Fernando VII) recibiendo hostias a todas las caras con total merecimiento, se ve al citado medio culeando para mantener el chollo (q. e. d.) lo cual le lleva entre otras cosas a dar alas a dos tipos indignos: José Saramago y Julián Casanova.

Saramago se hizo con un Nobel como tantos, éste no es más casual que otros; pienso, por ejemplo, en Benavente: puestos a elegir escritores españoles creo que disponían de elenco suficiente y de mayor enjundia. Es a mis ojos autor de muy escaso interés, pero ése es mi problema. Que Esperancita (¿es cierta la historia?) se liase pensando en la Señora Mago, Doña Sara, notable pintora en alguna entrevista le hizo grato a los oidos de parte de los antiesperancitistas (soy uno de ellos, pero no de esa parte). Saramago es lo que es, en fin, y basta para tener cierto criterio leerle periódicamente en sus artículos en prensa, y, si uno está fuertecito, en lo del Ensayo sobre la ceguera (en fin...). Lo que pasa es que es declaradamente comunista. Un comunista es un tipo que admite que el fin (una teórica 'Justicia universal') justifica los medios (la articulación de una dictadura del proletariado, el exterminio de la burguesía, la utilización de la mentira, la tortura y la violación de los derechos humanos, la falta de respeto por la palabra dada, etc., etc.). No me consta que ningún comunista pase vergüenza por llevar la hoz y el martillo cuando le peta, cuando dicho símbolo es infinitamente más ofensivo para la dignidad humana que la cruz gamada si nos limitamos a contabilizar el número de asesinados a su amparo. La brutalidad nazi viene a ser en términos numéricos una centésima parte de su homóloga comunista. Cada vez que alguien ondea el trapo rojo con la mierda ésa en el ángulo superior izquierdo me da ganas de vomitar.

En cuanto a Casanova, qué decir. Turolense historiador discípulo del brillantísimo (ése sí) Dr. Carreras en la Universidad de Zaragoza (notorio comunista, también), héte aquí que en 2008 fue elegido, a propuesta de las partes (los familiares de desaparecidos y las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica denunciantes), miembro del grupo de expertos encargado de búsqueda de fosas comunes y la identificación de las víctimas en el sumario contra los crímenes del franquismo promovido por el juez... guess who? Garzón. Baltasar Garzón. Como es bien sabido de mis lectores, me interesa la Historia, y sobre todo la del Siglo XX y ciertamente la de mi Patria. Naturalmente he leido algo del sujeto aparte de sus numerosos y bien retribuidos artículos en El País: en concreto, un peculiar manual de contabilidad de muertos, La memoria oculta, cuya idea es localizar fosas comunes y dar razón de las brutalidades de la guerra civil (sólo, naturalmente, las del lado rebelde, faccioso, fascista). Naturalmente, el trabajo de campo no lo hizo él, lo hicieron estudiantes suyos (alguno de los cuales, por cierto, no está citado como coautor: aquellos que eran 'políticamente inadecuados' y por ello cuestionadores del fondo de tamaño volumen). Además de todo lo dicho, el referenciado se cree guapo, listo y brillante. Conste. Ah, y publica a chorro, creo que ya se ha dicho, en El País.

Saramago osa, hoy, en El País (página 17), perpetrar un articulillo: Ni leyes ni justicia. Colección de lugares comunes acerca de las (hipotéticas) virtudes de Don Baltasar, llega a la colosal impertinencia de decir lo siguiente: El juez Baltasar Garzón que, víctima del despecho de algunos de sus pares, demasiado complacientes con el fascismo que perdura tras el nombre de la Falange Española y de sus acólitos, vive bajo la amenaza de una inhabilitación (...) Faltando Baltasar Garzón, suponiendo que se llegue a ese punto, será la conciencia de la parte más sana de la sociedad española la que exija la revocación de la Ley de Amnistía y que prosigan las investigaciones que permitirán poner la verdad en el lugar donde estaba faltando.

Aparte del nefasto castellano del de Azinhaga (Portugal), el patético Saramago olvida que España es un Estado de Derecho; que Garzón es (por propia elección: deliberadamente ha evitado elevarse al nivel de resolución de la jurisdicción penal, pues, manteniéndose en el de instrucción, puede seguir jugando a los súper-héroes. Huelebraguetas, les llamarían en alguna novela negra de tercera) juez INSTRUCTOR, y por cierto técnicamente nefasto: examine V., Sr. Saramago, los innumerables revolcones que se ha llevado por hacer las cosas MAL, MUY MAL, CHAPUCERAMENTE MAL como consecuencia de la mayor importancia que le daba a salir en la foto con el abrigo camel sobre los hombros con cara de estreñimiento parcial. Esa tendencia a la chapuza ha tenido un importante coste en términos de condenas de delincuentes y económico. Un juez, Don José, es algo mucho más serio. El Derecho es algo mucho más serio que el pataleo idiota de bocazas de ultraizquierda, pues es la garantía de una vida digna y en orden. Y Garzón, sépalo V., es un instructor NEFASTO. Aunque a V. le guste mucho que juegue a los buscaminas con tumbas. Ah, por cierto: la parte más sana de la sociedad española, la mía (no la suya: sospecho que a V. lo que le gustaría es hacer una saca en mi casa y que me pegasen un tiro en la nuca) no tiene ningún interés en poner a disposición de los comunistas historia antigua ni, sobre todo, a pagar subvenciones para más pesebreros de ultraizquierda. En fin, que Garzón no podía iniciar las actuaciones en cuestión al amparo de la Ley. La Ley, señores, no la pretensión de algunos sin respaldo legal.

Casanova, más descarado (recuérdese su nombramiento en la Comisión Garzón), intitula lo suyo Jubilar a Garzón por investigar crímenes (página 31 de El País de 2010-02-13). Ah, los encantos de la defensa del pesebrecillo comisionario. No, Julián. Baltasar se ha jugado su mega-chollo de juez estrella por incompetente, por pretender hacer lo que no está habilitado para hacer al amparo de la Ley vigente. No es la última proyección oscura que el franquismo nos lanza más de treinta años después de su muerte oficial, como señalas. No es déficit de educación democrática, como igualmente pretendes. Mira, verás: lo único cierto y verdad es que si el franquismo hubiese sido una dictadura tan, tan terrible, tú no hubiéses medrado contundentemente en la Universidad franquista: estarías muerto de un tiro en la nuca o trabajando en una oficinilla de auxiliar administrativo. Eres comunista de siempre, y lo fuiste en la Universidad, y no parece que os diesen muchas palízas ni nada, ¿no?. Pues ahora reléete, glorioso Tovarich: según tú, debe aprenderse de la Segunda República, un régimen ... que en cualquiera de los casos ... merece un puesto de honor en la historia de la política del siglo XX español ... Nada hizo la transición a la democracia por recuperar su lado más positivo, el de sus leyes, reformas, sueños y esperanzas, metiendo en un mismo saco a la República, la guerra y la dictadura, un pasado trágico que convenía olvidar. Y nuevamente no, Julián. El gobierno del Frente Popular fue una dictadura de ultraizquierda que partía de la base de la necesidad de exterminar a la burguesía. Y ya. Con la inmensa necedad de no saber dónde se metían (una guerra abocada a una derrota irremediable), y con la dúplice torpeza de enebrarse con la Rusia estalinista (ese paraíso excelso a vuestros ojos, claro). No se me ocurre justificar a Paca la Culona (tipo indigno donde los haya, gobernante nauseabundo y brutal, hijoputa sin apenas parangón) pero aborrezco los intentos de los que como tú pretenden enseñar a la gente joven que apenas ha leído nada una historia FALSA, sesgada, parcial. La solución democrática de la tabula rasa de 1978 me parece una alternativa posibilista. Tu propuesta no es, en absoluto, mejor. No sé qué finalidad, salvo el revanchismo bien retribuido, tiene recomenzar el análisis de TODO (espero que alcance no sólo a las animaladas fascistas, si no también la brutalidad sindical, las glorias de Negrín, Largo Caballero y tanto dignísimo mandatario de la República, esa cornucopia de mieles). No sé cómo tienes la desfachatez de pretender que todo se resume en un déficit de educación democrática y, como consecuencia de él, en la persistencia en el falseamiento de la historia, en no haber sabido poner en marcha políticas públicas de memoria para aprender de ese pasado. Salvo, claro, que los que enganchéis ese chollo con cargo a Presupuestos Generales del Estado (y de las CC.AA.) para implementar semejantes políticas públicas seáis no sólo comunistas si no también gente que pueda hablar de vuestras checas, de vuestras sacas, de vuestras quemas de conventos, de vuestras contubernios con la URSS, etc., etc.

Iros a hacer gárgaras, pero sobre todo no olvidéis que a vuestro amiguete, de nombre manifiestamente monárquico -siquiera en versión mágica- le ha perdido, a más de su incompetencia, su soberbia, su ilimitada soberbia, aderezada con una falsa creencia de intangibilidad. Cuando uno hace judicaturas (me refiero a la oposición) debe saber que lo hace para, caso de aprobar, ejercer un puesto importantísimo, grave y discreto, muy discreto, y no para salir en la tele o en las cardiorrevistas cada día. Si le gusta eso, Garzón debería haber, no sé, tratado de amancebarse con la Obregón o postularse para Gran Hermano u Operación Triunfo, aunque no sé yo si da el perfil (lo digo por su ostensible obesidad, claro). No tratar de ser Juez. Va a tener lo que merece en Derecho. Si no, algo falla.

09 enero, 2010

H.H. (O, tal vez, I.H.V.M.M.)

Ya saben Vdes. que H.H. son las iniciales del saludo de ciertos chicos que, aquejados de cierto antisemitismo y aficionados a las cruces gamadas, cuando se ponen crípticos, escriben '88'.

Hoy, Domus Hansis es H.H., pero no por ese motivo, sino porque ha devenido Hormonal Hell, o, tal vez, I. H. V. M. M.: Infierno Hormonal-Vírico de Mucho Miedo. Acrostático que es uno, oiga.

Dieciocho, quince y doce son edades complicadas, no sólo para los pacientes -que 'adolescente' viene de adolescere, no conviene olvidarlo- si no también y sobre todo para los progenitores. La sucursal de Domus Hansis en Benasque, que es donde pasamos el 80% del pasado invierno y pensábamos hacer lo mismo este año, se ha presentado como un lugar ventajoso, inmediatamente después de nochevieja, para constatar el cabreo cósmico erga omnes del mayorcito UPMM (fluctuante entre la faringítis febricular y la resaca, con una traca final en formato de gran potada a mitad de cena con amigos), la lasitud decadente de la pequeñita UPFm (en formato 'me la suda todo') y la complicada actitud de mi querida UPFM que, ella si, administra con dureza sus quince años, pobre mía. Todo ello rematado a lo largo de los días siguientes, posteriores al dos de enero, con la invasión de una gripe muy incómoda que ha acabado afectando al 100% de los moradores. El día de Reyes, por ser exactos, los progenitores de UPMM, UPFM y UPFm, que coincide que somos MBO y yo, nos pegamos el día en la camita. De hecho, MBO sigue 'que sí, que no'.

Entre tanto, me he visto a mi mismo caminando por la calle mirando a izquierda y derecha para prevenir encuentros, pues, en mis manos un Cuore para mi doliente medianita y un Mortadelo y Filemón para la pobre pequeñita, no es cuestión de que le vean a uno con productos de semejante calado intelectual.

Contra la tradición de esta familia, el fin de año fue un desastre; como quiera que corona un año bastante nefasto, prefiero pensar que con tal 'chis-pún' concluimos un periodo bajista y ahora empieza uno alcista. Optimista que es uno, y tal.

Como siempre, múltiples lecturas (vid infra), aunque mayormente he dedicado el tiempo libre de que he dispuesto desde nochevieja para, como decía, poner orden en el estudio (léase: tirar a la basura toneladas de puñetitas y enrollar innúmeros cables) y trastear con mis nuevos juguetes. Señaladamente, éste:


Les presento mi nuevo apero, una Fender Telecaster American Standard obsequiada por Sus Majestades de Oriente. Esta noche tiembla Troya en el ensayo.

Sé que soy debitoris de recomendaciones librarias, pero me da una pereza mortal, y no por falta de material sugerible (ya les hablé del estante lleno de libros pendientes de clasificar alfabéticamente hasta que los comente aquí), si no más bien por que casi nada de lo último que he leido me ha causado excesivo placer: podría, empero, hablarles de dos cosas: por una parte, de El cuarto oscuro de Damocles, una novela de 1958 debida a Willem Frederik HERMANS. Tengo que esforzarme mucho para recodar autores holandeses que haya leido: hago una revisión rapida en 360º de mi biblioteca y la tricolor horizontal luce poquísimo. Nada, así, a primera vista, salvo Cees NOOTEBOOM. Parece que este señor -que yo desconocía en absoluto, por supuesto- es uno de los grandes escritores de la segunda mitad del siglo XX que ostentaron (faltó en 1995) dicha nacionalidad. Parece, igualmente, que Tusquets ha decidido dar difusión a su obra en España. La novela a que me refiero, en fin, es una cosa un tanto extraña, que concluye con un epílogo consistente en la transcripción de un pasaje de las Investigaciones filosóficas de Ludwig WITTGENSTEIN, cosa que creo que para bastantes de Vdes. será suficientemente significativa. Partiendo de que lo que yo iba a leerme era una novela negra, ambientada en los tiempos de la Ocupación y con cierto dilema moral, me encontré un artefacto hilvanado con no mucha destreza, sin demasiado ritmo, de anecdotario flojillo y protagonista cargante. Los personajes no se desenvuelven bien y yo diría que hay incluso alguna inconsistencia en los hechos de partida y la irresolución final (para entendernos, Dorbeck se identifica como Jagtman en la página 39, y ese hecho es demasiado significativo como para no tomarlo en consideración en el embrollo de mil pares de cojones que estructura las cien páginas que van de la 283 a la 383). En resumen: como soy español y por tanto hijo de la Patria que tantos dolores causó a las Provincias Holandesas (aquí vendría lo del Duque de Alba y blablablá) es posible que los holandeses me sean acreedores culturales y deba cada tanto de pagar el correspondiente diezmo compensatorio. Con la lectura de este libro he satisfecho unas doscientas cuotas.

Por otra, de una colección de relatos, a priori de obligada lectura para bitelmaníacos, 22 escarabajos. Antología hispánica del cuento Beatle, pero lo cierto es que el libro, que prometía, no cumple con las expectativas generadas. De entrada, el antologuista se ve obligado a cascarse una paja mental de alto voltaje y veintidós páginas en forma de introducción donde explaya con sobrada pedantería y escasa originalidad la evolución de la poética en los Fab Four (vamos: que los primeros textos eran muy simples y monotemáticos y los últimos más densos y sugestivos). La antología comprende relatos de once españoles y aportaciones de un muy medido cincuenta por ciento de hispanoamericanos muy, muy hispanoamericanos. Los veintidós relatos son de calidad y acierto variable, pero de entre ellos destacaré el estupendo Compota de manzana, de la sensacional Patricia ESTEBAN ERLÉS (háganse como puedan con su Abierto para fantoches, aunque sólo sea por disfrutar de la descripción omisiva de la protagonista de Ada Neuman y la genialidad en la descripción de la hijoputez de La más bella del baile) y en menor medida Rock in the Andes de Fernando IWASAKI (que en todo caso no me convence tanto como otras cosas del mismo autor, y que además tiene un tinte Brycecheniquiano muy intenso). El primero es brillante per se, pero, además, porque respeta lo que a mi juicio debe ser el programa de partida de semejante antología: el eje sobre el que ha de girar el relato es precisamente el objeto de la antología: en el caso, los de Liverpool.

En fin, queridos: que estamos en 2010. Que feliz año. Y que antes de irme a ensayar voy a cenar algo teniendo como banda sonora la edición especial de THE BEATLES que me han traido los Reyes, también.