26 noviembre, 2005

Teenager contrariado




Escena #1: Zaragotham, 07.45 hora zulú.
Cero grados en el exterior. Vk, empleada hogareña* de Domus Hansis, llega semiazulada, procedente de la calle, a dicho hogar. Nota importante: Vk procede de las heladas y umbrías tierras de cierto PECO**

Escena #2: Domus Hansis, cocina/office, 08.10 hz.
J, hijo adolescente de Hans, hace su entrada triunfal. Uniformidad del día: camiseta de manga corta. Al hombro, un chaleco de esos acolchados tipo medio. Hans contiene el mosqueo (hay niñas y Vk around)

Escena #3: Domus Hansis, dormitorio de J, 08.15 hz.
Tradicional intercambio de opiniones paterno-filial, en virtud del cual se le trata de convencer de que su vestuario no es el más adecuado dadas las condiciones de presión y temperatura. Caso omiso juvenil. Indicación de que volveremos a los ocho años y se le dejará la ropa preparada la noche anterior sin posiblidad de elección. Dentro del usual mumble adolescente en contestación a padre reprobatorio se entreescucha “jammenpaz”. Cierre de puerta de habitación con portazo. Revuelo de prendas. J. sale de su cuarto con camisa, jersey y un anorak grueso. omisión de despedidas. Nuevo –gran- portazo de la puerta de fuera.

Escena #4: Domus Hansis, cocina/office, 08.20 hz.
Hans, aferrado a la taza de Earl Grey, reflexiona sobre si tirarle por la ventana cuando vuelva, o sustituir el susodicho té por Malta de 18 años.

Joder… ¿éramos nosotros tan tremendamente pesados?

P.S.: Lo breve, si breve, dos veces breve.

* Para comprender esto, por favor, examínese mi comment a esta entrada de Dwalks
** (Pais de Europa Central y Oriental)

9 comentarios:

Diego dijo...

Olvídese de malta....Ponga dos Old Parr con hielo y haga memoria...¿No recuerda usted cuando se ponía un jersey gordo en Agosto y salía en camiseta en Febrero? Porque yo si me acuerdo. El frio, el calor, el hambre, la sed y el sueño se le regularizan a uno en el momento en que acaba la carrera. O la edad del pavo. Lo que antes ocurra.


Animo.

Wendyqueridaluzdemivida dijo...

Decían por ahí, que los padres cuando tienen frío, les ponen un jersey a los hijos...
Claro que luego hay que aguantar los catarros y esas cosas.

Serán las hormonas, que dan calor.

Xurri dijo...

Tal com dice sr.d, hay que acordarse de los excesos térmicos de la autoafirmación personal.

Yo si me acuerdo de aquellas brevísimas minifaldas acompañadas de levísimas blusas en pleno febrero. Cero grados, ni frío ni calor .

Y aquellos sueters gordotes -prestados y con connotación- que acompañaban vaqueros, deportivas y bufanda violeta de gasa en pleno agosto. ¿Calor? 34 grados es hipotermia.

Lo gracioso de la situación era el convencimiento total del confort de la indumentaria.

Bereni-C dijo...

O tú eras el hijo modelo o no recuerdas bien tu adolescencia. No éramos pesados, éramos AÚN MÁS pesados. En mi caso, me hubiera largado dando el portazo SIN cambiarme de ropa. Al menos tu hijo volvió para cambiarse. Es lo que tiene ser un amasijo de hormonas mezcladas de los tipo qué-injusta-es-la-vida, es-que-no-soy-un-niño-y-mis-padres-son-trogloditas y lo-más-importante-en-esta-vida-es-molar-a-los-otros-colegas. (Ah, ¿pero cómo? ¿"molar" y "colegas" son palabras de "carrozas"? Dios... qué lejos me va quedando la adolescencia...)

Anónimo dijo...

Yo llevaba en su día mis Martens en invierno y en pleno agosto. De hecho, creo que ahora sigo vistiendo igual en invierno que en verano...

Anónimo dijo...

creo lo mismo que el resto de comentaristas, pero me sorprende que te sorprenda, a no ser que se trate de una pregunta retórica. Menos tú, Hans, que debías ser bueno como Dominguito Sabio o alguno de esos, los demás vestíamos a contracorriente. En lo más profundo de mis cajones guardo fotos mías con 15 o 16 años que si vieran la luz no podría volver a salir a la calle.

Hans dijo...

A ver si nos entendemos: yo no estuve en Paris en mayo del 68, todo contracultural, guarrillo y barbado, y tampoco he sido punki; sin embargo, la condición de mod suele llevar aparejado un elemento de contracorrientez, no sé cómo decir; a mi padre la parka le ponía bastante enfermo, por ejemplo, con tanta banderita inglesa (causa potencial de que a uno le rompiesen la cara y tal).
Pero no hablaba de eso: me refería al PUTÍSIMO FRIO (y a la subsidiaria CUASICONGELACIÓN y ENFERMEDAD). Eso, ¿véis? yo no lo hacía, quiero decir pasar frio o calor porque si. En Zaragotham no es muy buena idea :-Dabnh

Anónimo dijo...

Coincido con e-Jay y con Juan, puntualmente, por dos cosas. En principio también me inclino por vestir sin diferenciar las estaciones, si hace frío adiciono algo encima y solucionado el tema. Además no soporto la carga excesiva de peso, mientras el auto tiene una calefacción excelente. Con Juan porque también porque me sorprende que te sorprenda la actitud del progenie masuculino, hombre!... De qué putísimo frío estamos hablando?... Si a su edad tiene frío yo comenzaría por preocuparme, es más... su preferencia indica que goza de buena salud. Es pollo aún y se está midiendo para gallo. Claro que puede pescarse una gripe (nunca aviar, roguemos por eso), pero quien le quita lo bailado y el placer de que le lleven el desayuno, almuerzo y cena a la cama?...

Si te sirve de consuelo, Hans, el primogénito Tucker anda por estos días de calor, abrigado, y promete -desde ya- sacarse todo ese estorbo cuando comience el frío. No es que vayan al revés, simplemente nos olvidamos como íbamos nosotros.

it dijo...

JAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAA...... ¡ay, que me parto de risa, don Hans! (que esas escenas las estoy viviendo por triplicado desde hace meses y meses y meses... y que mi lucha es conseguir que a mis hijos, unos perturbs preadolescentes y gemelos, y una niña de quince en la edad del pavo, no les vea el CULO todo Madrid. ¡¡Dónde vamos a parar!! -Yo no recuerdo para nada, de nada, haber sido tan plomo... o ¿tal vez sí?


Saf XXDDDDDDDDDDDDD