04 febrero, 2006

Cosas que pasan

Esta ha sido una semana algo caótica, que antecede a otra que lo será más: todos y cada uno de los días viajo fuera de Zaragotham.
No hemos comido ni un solo día en casa. Eso, para los matritenses o los barceloneses (un poner), no es nada, pero recordad que una de las ventajas de la vida en las ciudades de provincias es poder vivir cerca del trabajo. Calidad de vida y tal.

UPFm ha mutado en niña borde en el Colegio, y nos ha sido informado ayer; su pobre profesora nos ha contado de su nefasto comportamiento, y, la verdad, nos ha jodido bien. A veces pienso que este no es un foro adecuado para hablar de estas cosas, pero como decía el otro día Mr. D. hablando de que le censuraban la melancolía de su blog "Parece necesario aclarar que no tengo más pena que las pequeñas infamias de todos los dias (...) Pero que si no voy a poder siquiera bajar la guardia en un blog, estoy por ir incinerándome yo solito, que tengo mechero a mano". Pues eso, que yo voy y lo cuento. MBO y yo comimos fuera. Me había sido imposible acudir a la cita con la profesora por una jodida coincidencia de horas y fue ella sola quien hubo de sobrellevar el relato de la transformación de la niña de mis ojos en la niña del exorcista o así.

Pobre MBO, llegó al restaurante al borde de las lágrimas. Supongo que también tiene que ver con la saturación de trabajo de estos últimos tiempos. Supongo que el tablonero del otro día se llevó la hostia no sólo por la agresión a mi hija si no que también pagó culpas que no eran suyas. Supongo que este mundo imbécil que estamos construyendo -esta frase empieza a ser una especie de mantra- no hace nada por nuestro sosiego. Lo que pasa es que lo único realmente importante son los hijos. Ni los logros profesionales, ni el dinero, nada material. Aceptaré que el amor de la persona amada o la salud de aquellos a quien uno quiere está en un nivel parecido, pero el dolor de un hijo, lo que de malo puede pasarle, es lo que de ninguna manera es olvidable, aparcable, obviable.

Para acabar de reventar el día, MBO tuvo un momento de pánico cuando de repente descubrió que había perdido su blackberry (Hans salió corriendo de su despacho, a ver si estaba en el restaurante, y urgió a la amabilísima camarera para que rebuscase por entre los manteles echados a lavar, hasta que, finalmente, MBO le informó de que la había encontrado en algún lugar del fondo de su portafolios. Aquí debería ir, supongo, una reflexión sobre la dependencia de la agenda del teléfono que tenemos, pero creo que es una obviedad para todos. Que sepáis que tengo un pequeño apero que me trajo MBO de Londres, si no recuerdo mal, que descarga en un chip que tiene todo el contenido de la memoria del SIM. Una cosa simple con una ranurita para insertar el SIM y que además es monobotón: mete tarejta, aprieta botón, guardado. No OTRO artefacto más lleno de opciones y jodiendas. Si: Síndrome del reloj del video 00.00, qué pasa

Hoy el día ha amanecido mejor, esta tarde he estado hablando con UPFm, creo que se reubicará (soy de natural optimista y creo que casi todo tiene solución) aunque sé que costará tiempo, sobre todo porque UPFm es demasiado terca para ser tan chiquitita. Es de la tierra, qué coño.

Ayer por la noche nos fuimos MBO y yo mano a mano a dar una vuelta, a ver si olvidábamos nuestras penas. Tocaba Coco Fernández, un teclista uruguayo que para mucha gente -entre quienes que me encuentro- es, simplemente, el mejor músico que vive en Zaragotham. Coco es amigo nuestro y estuvo casado con nuestra también amiga Carmen París, a quien probablemente conoceréis. Si, Carmen, una mujer que tenía excelente gusto musical; hizo un espectáculo llamado Carmen La Nuit en que ella sola, con sólo un pianista, representaba la existencia de una artista de variedades haciendo un flash back desde el final de sus días, e iba recorriendo todos los estilos, desde la copla hasta el cabaret berlinés más genuino. Carmen y su poderosa voz multiregistro -desde Aretha hasta Marlene Dietrich- que ha acabado haciendo esas cosas que hace. Que sea mi amiga no me obliga a que me gusten los temas de sus dos últimos discos.

Bueno, pues ayer Coco -que además de ser fantástico pianista es una persona de una educación y cortesía ilimitada, el modelo de corrección hispanoamericana- tocaba en La Campana de los Perdidos (Viernes, 03/02/06, 22.00. Entrada 4.00 EUR), cantando él acompañado de una banda de músicos francamente formidable.

La concurrencia era curiosa: mucha "conciencia", mucho post-hippie, mucho frikisetentoso; si se me permite un término del pleistoceno inferior, mucho progre. Entre otros, un tipo copiando EXACTAMENTE la imagen del Ché Guevara: pelos, barbita, boina pa' trás. No sé si es que había visto "Diarios de motocicleta" y le había gustado, además, la foto de las camisetas ésa, pero estaba calcado. La verdad es que si me encontrase a un tipo copiando la imagen de Adolfo Hitler por la calle me resultaría desagradable. La sensación fue parecida. Es curioso, qué paradigmas adoptan los imbéciles. A ver si algún día se le da cierta difusión a la realidad de la existencia del nene Guevara, jugando a la revolución. El hecho de que le asesinasen unos rangers no empece el hecho de que era un criminal, pero curiosamente la gente lo olvida y se queda con Aquí se acaba la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia etecé.

Decía que la sensación fue parecida, y no, más que nada porque, por motivos que se me escapan, había una densidad aromática insoportable. Dios mio... ¿la conciencia progre-post-hippie obliga a no lavarse?. Tan era así que acabamos retirándonos de la primera fila y largándonos antes de acabar. MBO, por cierto, tan rematadamente hermosa como siempre, pero con unas bonitas botas altas y con un vestido muy pop que tiene, hacía curioso -demoledor- contraste con tanta sobrecarga de chirucas, colores pardos y matados, barbas y rostros nature. Me hizo mucha gracia la mirada de una niña bastante mona, de larga rubia y ojos claros, de unos 22, evidentemente ex-pijilla reconvertida a la conciencia revolucionaria por el barbado-guarroide que la cogía por la cintura. La niña miraba a MBO con envidia, pero no diría que con envidia por la belleza de MBO (que también, supongo) si no sobre todo por saber que ella no puede vestirse como le dé la gana (es decir, bien). Pero ya se sabe, la conciencia es contradictoria con la elegancia. O así.

Luego rematamos en el que se va a convertir en el Club Social de la Unidad Familiar Independiente, el Bacharach. Acabaremos quemándolo de tanto ir, pero de momento, y parafraseando tan bermejo cantar popular "si un viernes me quieres ver/ya sabes mi paradero/en la barra del bacharach/primera linea de fuego". Qué buena música ponen. Qué grande es un diyéi que a las 01.15 sabe que conviene pinchar "There she goes" de los LAs.

Esta mañana había quedado yo con Michel en ir a Adagio a comprar aperos musicales. Algún día debería hablar aquí de cierta afección que sufrimos toooodos los guitarristas: una cosa que se llama GAS (Guitar Acquisition Syndrome) .
Y es que si: me ha vencido la tentación y me he comprado un amplificador nuevo, que los dos mios estaban un tanto obsolescentes y no sonaban muy allá. La caña: un Hughes & Kettner Edition Tube de válvulas con elegante sonido vieja escuela (tanto en limpio como en saturado) y su correspondiente pedal de cambio de canal ad hoc. Michel ha estado probando por su parte un par de acústicas electrificadas (a pesar de mi insistencia en que se compre una Telecaster de una puta vez, que no tiene edad para seguir tocando la Guyatone esa a pedales que tiene que suena más a ruido de galletas mascadas que a otra cosa). Una bonita Washburn ha llamado su atención y cuando iba a cogerla ha llegado un mastuercillo de unos cincuenta y cinco, enboinado él, y se la ha llevado ante sus narices. Joder.

Mi mañana ha concluido haciendo la compra de verduras, carnes y frutas y guisando primero y segundo para mi famiglia muy agradablemente. Los aguacates, las nueces y la salsa de queso azul hecha a mano con mucho tiempo y roquefort Société es una cosa muy sana y recomendable. Y el Viña Arana de 1995, también.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

No te preocupes por la metamorfosis de UPFm, yo que siempre he sido maleable tuve una temporada en la que atacaba indiscriminadamente a mi profesora, principalmente a base de certeros golpes con mi cartera escolar.

Por otro lado, me encuentro en un momento de dar el paso para comenzar con la ruleta rusa de la búsqueda de descendencia y la lectura de esta tu entrada junto con mi contrastado egoísmo hace que por enésima vez me lo piense...

Cómo comprendo el pánico por la presunta pérdida de la blackberry. Esta semana mi pda/teléfono se quedó sin batería y yo sin conocer el paradero exacto del cargador. Qué sorpresas cada vez que tenía una visita-reunión. Ni idea de quién era, de la existencia de esa reunión, de con quién había quedado y hasta el tercer minuto no sabía de qué ibamos a hablar. Surrealista.

Awake at last dijo...

Bien está lo que bien acaba, aunque lo de la Blackberry... XDDDDDDDDDDDDDDDDD

Besos!

Hans dijo...

E-Jay, ni te lo pienses: no es tan fiero el León como lo pintan (por cierto, vengo de ver las "Crónicas de Narnia" con la progenie, y muy bien), y además compensa sobradamente. En serio :D. Aunque en según que ocasiones a uno le asalten las dudas e invoque a Herodes, ese gran pensador.

Awake, se me ha quedado en el tintero la mejor anécdota del finde, protagonizada por MBO en el Corte Inglés, buscando un pijama (¿empieza esta prenda a tomar un peligroso protagonismo en mi blog?) para UPMM.

Xurri dijo...

Nada, NADA inquieta más que el bienestar de los hijos. Nada tiene unas raíces más profundas en nuestros corazones. Nada crea mayor desasosiego que su futuro...
De poco sirve recordar nuestros propios tropezones psicosociales, y la poquita o mucha pero llevadera (o no) huella que nos dejan.
No podemos evitar verles siempre con esa mirada de grandes ojos trasparentes de la chiquitina de Narnia.
Pero son entes individuales y pluripontenciales, más que capaces de trastabillar para recuperar inmediatamente la compostura que desean - que no siempre es la misma que nosotros vemos adecuada.
En fin, que no os preocupéis en exceso, seguro que no es tan fiero el lobo como lo pintan.
Y si, el tema pijamas empieza a ser reincidente - una fijación???

Awake at last dijo...

Cómprale un disfraz de Spiderman y acabas antes, XD

Besos!

Anónimo dijo...

He dicho muchas veces que no tengo ni idea de música, pero "There she goes" es mi canción favorita, así que cuando me pase por Zaragotham espero que me conduzcas al Bacharach. No te preocupes por lo de tu hija. Mejor que tenga su etapa rebelde a los ocho que que se ponga a quemar contenedores a los 18 :)

Wendyqueridaluzdemivida dijo...

Desde luego, que salir a comprar un amplificador y unas alcachofas, es aprovechar la mañana.

Doy fe de la belleza de la dama en cuestión. Sí señor, y no solo de la belleza, si no de la elegancia bien llevada.
Olé!
Hale, me voy.
Un beso.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por ese "peazo" ampli. Que se enteren los vecinos de los que vale un peine!

Hans dijo...

Querido Escrigna, no te puedes hacer idea de lo cerca que estuve de comprarme la correa de guitarra de Police Line Do Not Cross ésa que tan bien conoces :D... Lo que pasa es que no me gusta copiar, y soy muy leal a la mía de cuero negro de toda la vida, y a las correas Fender en general.
Por cierto, qué adhesiva es "This Girl". Llevo unos cuantos días tarareándola a todas horas. Si tocáis en ZAZ, creo que habremos de hacer algo para quitarme esta tensión.

Anónimo dijo...

Hans, eres el metrodad hispanic!!

santipita dijo...

Hola Hans...

Me intrigan estos post hippies zaragozanos. Intento encontrar el equivalente madrileño... sufren de gafapastismo?

Sería genial verte por un bolo de los Insanity. Vistas tus responsabilidades familiares prometo subir con ellos si van a Zaragoza.

Cuando todo vaya mal... ¡Mueve tus caderas!

arbusto el guerrero dijo...

Excelente descripción de ese local de música atestado (me gusta esta palabra) de progres que llegaron tarde a la llamada. Con peor dominio del lenguaje hay gente que se gana la vida escribiendo en este país llamado España.

No conozco a MBO pero me puedo imaginarme su elegancia silenciosa entre tanta indigencia moral y intelectual.