Creo que ya he hablado aquí de que sigo teniendo sus amigos de toda la vida, los del colegio, grupo que responde al apelativo de La Vieja Guardia. Ellos, por ejemplo, son titulares natos -y sin necesidad de previa invitación, como me recalca cada año V. cuando le llamo la mañana del día 31- del derecho a asistir a la tradicional copa de inicio de año cada Nochevieja. Si, así como del derecho a ser fusilados en tan excelsa circunstancia, copa en mano, mientras suena el Va Pensiero, ya tú sabes. Y entre ellos, mi amigo P.
Por otra parte, mi querido padre es el hermano pequeño de una fratría de cinco, tres hermanas, un hermano y mi padre; mi tio no tuvo hijos y mis tías el resto de mis primos son MUY mayores y en algún caso demasiado frikis hasta para mí. Mi hermano y yo no tenemos demasiada relación con ellos, salvo con los hijos de la hermana 4ª en orden, que son más o menos de nuestra edad y son gente maja. Y entre ellos, mi primo R.
Todo lo anterior para deciros que P. y R. son personas próximas, no remotos conocimientos, en relación con Hans.
Ayer jueves tenía yo una reunión en Madrid, de cosa importantíiiiiiiiisima y muuuuuuuuuuy seria (de esas que MBO conceptúa como chorradas de esas que sólo hacéis los hombres), con vigilantes armados (muchos) en la puerta, inscripción con reseña de DNI, preidentificación a la entrada, segunda identificación, mucho arco de seguridad y blablablá.
Para compensar tanta seriedad hice dos cosas: elegí para la ocasión un traje contundente de Paul Smith (y conseguí el efecto deseado, claro, en una reunión, con una mayoría de caballeros que en un 90% lucía trajes marengo y azul marino con raya diplomática de tres botones) y, sobre y ante todo, me fuí el miércoles por la tarde a la Villa y Corte y aproveché para que Cranston Snord (el famoso comentarista-sin-blog, cuyo verbo vibrante y brillante podéis degustar en el blog de Juan, que es quien nos presentó hace un par de meses) me presentase a su vez a cierto artista cuyos intereses representa a través de su galería de arte virtual, PIGMATIC, que me interesaba. Quedé con Juan, que se vino también, y acabamos comprándonos un par de cositas muy, muy chulas.
Luego Juan nos llevó a La Ancha a cenar muy bien los tres, y allí estábamos hablando de unas cosas y de otras, de esquí, trabajos y de lo bien que escribe la mujer tirita, por ejemplo, y en un momento determinado Cranston comenta: "Este fin de semana me voy a ____(nombre de la ciudad), a la inaguración de un ________ (nombre de la franquicia de hostelería) que he montado con unos amiguetes". Hans deja el tenedor con el pedazo de Wiener Schnitzel a media altura y pregunta a Cranston: "O sea que R. es socio tuyo en el sitio éste, no?". Cranston levita ligeramente. Cranston no sólo es socio de R., si no que pasó el pasado fin de semana con éste y su mujer en la ciudad en la que ellos viven, esquiando y haciendo turismo. Y no sólo eso; Cranston hizo ese viaje junto con otras personas y entre ellos una buena amiga suya... que ha trabajado con P. durante bastantes años. Si seguimos hablando estoy seguro que acabamos siendo primos él y yo o algo así.
A mi me sigue alucinando la facilidad con que cosas como estas suceden, pero la verdad es que debe ser una cuestión estadística. Y me ratifica que uno debe portarse bien siempre, no sólo por razones éticas si no también por razones prácticas: si alguna vez haces una trastada, ten por seguro que te pescarán. El anonimato no existe.
El miércoles noche concluyó muy prudentemente con UN SOLO DRY MARTINI en el Susan: a las 00.30 estaba en la camita en el Joutel.
Por otra parte, mi querido padre es el hermano pequeño de una fratría de cinco, tres hermanas, un hermano y mi padre; mi tio no tuvo hijos y mis tías el resto de mis primos son MUY mayores y en algún caso demasiado frikis hasta para mí. Mi hermano y yo no tenemos demasiada relación con ellos, salvo con los hijos de la hermana 4ª en orden, que son más o menos de nuestra edad y son gente maja. Y entre ellos, mi primo R.
Todo lo anterior para deciros que P. y R. son personas próximas, no remotos conocimientos, en relación con Hans.
Ayer jueves tenía yo una reunión en Madrid, de cosa importantíiiiiiiiisima y muuuuuuuuuuy seria (de esas que MBO conceptúa como chorradas de esas que sólo hacéis los hombres), con vigilantes armados (muchos) en la puerta, inscripción con reseña de DNI, preidentificación a la entrada, segunda identificación, mucho arco de seguridad y blablablá.
Para compensar tanta seriedad hice dos cosas: elegí para la ocasión un traje contundente de Paul Smith (y conseguí el efecto deseado, claro, en una reunión, con una mayoría de caballeros que en un 90% lucía trajes marengo y azul marino con raya diplomática de tres botones) y, sobre y ante todo, me fuí el miércoles por la tarde a la Villa y Corte y aproveché para que Cranston Snord (el famoso comentarista-sin-blog, cuyo verbo vibrante y brillante podéis degustar en el blog de Juan, que es quien nos presentó hace un par de meses) me presentase a su vez a cierto artista cuyos intereses representa a través de su galería de arte virtual, PIGMATIC, que me interesaba. Quedé con Juan, que se vino también, y acabamos comprándonos un par de cositas muy, muy chulas.
Luego Juan nos llevó a La Ancha a cenar muy bien los tres, y allí estábamos hablando de unas cosas y de otras, de esquí, trabajos y de lo bien que escribe la mujer tirita, por ejemplo, y en un momento determinado Cranston comenta: "Este fin de semana me voy a ____(nombre de la ciudad), a la inaguración de un ________ (nombre de la franquicia de hostelería) que he montado con unos amiguetes". Hans deja el tenedor con el pedazo de Wiener Schnitzel a media altura y pregunta a Cranston: "O sea que R. es socio tuyo en el sitio éste, no?". Cranston levita ligeramente. Cranston no sólo es socio de R., si no que pasó el pasado fin de semana con éste y su mujer en la ciudad en la que ellos viven, esquiando y haciendo turismo. Y no sólo eso; Cranston hizo ese viaje junto con otras personas y entre ellos una buena amiga suya... que ha trabajado con P. durante bastantes años. Si seguimos hablando estoy seguro que acabamos siendo primos él y yo o algo así.
A mi me sigue alucinando la facilidad con que cosas como estas suceden, pero la verdad es que debe ser una cuestión estadística. Y me ratifica que uno debe portarse bien siempre, no sólo por razones éticas si no también por razones prácticas: si alguna vez haces una trastada, ten por seguro que te pescarán. El anonimato no existe.
El miércoles noche concluyó muy prudentemente con UN SOLO DRY MARTINI en el Susan: a las 00.30 estaba en la camita en el Joutel.
11 comentarios:
Cosas como estas son las que me hacen replantearme la temática del blog... :-D
A mí lo que me sorprende es la capacidad de algunos tipos para mantener durante años una doble vida, con dos casas y dos familias diferentes. Flipo.
CC.
Nunca sabe una con quién está hablando.
Eso me recordaban tiempo atrás cuando me aconsejaban sobre contar cosas de trabajo en las cenas; conoces a tus amigos, pero no tanto a sus parejas o a las amistades de las parejas o a los que trabajan con las amistades de las parejas.
Te descuidas y te enteras de que el ex-novio de tu madre va a casarse con otra - para posteriormente ser abandonado- en una reunión con un proveedor.
iiissh.
Ciertamente, Hans, hay que ser bueno en esta vida. Y no sé si es casualidad, pero ayer mismo anduve yo navegando por Pigmatic un poquito, a donde llegué sin saber muy bien cómo.
Si yo te contara...
Besos!
Bueno, tener a Cranston como primo no puede ser tan malo...
¡¡Ain!! que vergüenza. No estoy yo en mi mejor momento, cualquier día echo el cierre.
Un beso Hans.
Los buenos ojos que me leen...
Shakti... supongo que te refieres a tu propio blog, no? :D.
Copycat, pues conozco más de un caso.
Xurri, se me ocurre parafrasear al poeta: "Cautela, dame el nombre exacto de las cosas".
Would... a que nuestro cybermarchante trafica cosas MUY chulas?
Exagerada, será un placer.
Awake: DO IT!
Wendy, sería un orgullo tener a tan excelso primo! (y no me llores, mujer, que el nivel sigue siendo altísimo)
Que miedo da cuando ocurren esas cosas, empiezas a mirar a todo el mundo de reojo y tratas de que tus compentarios no tengan connotaciones politicas, sociales o morales comprometidas... es incomodo, aunque esta en todos sitios a todas horas.
Dear Hans,
Cuando vuelva de este sin parar, hablaremos largo y tendido ( he refrescado algunas amistades de esa maravillosa zona en la que usted habita, y quiero hacer con usted una puesta en común. Sólo me queda la última estapa de este round (Barcelona, Juzgado de lo Mercantil, oyente). Si debo reprocharle que su estupendo aspecto físico le permita hacer molinetes con un traje mientras que los demás nos vemos adheridos a sastre y gris marengo.
Bueno: peor sería estar unido a Sartre, que tenía muy malas pulgas.
PS (Recomiéndeme algun restaurante en Barcelona con la moderación que impone el hecho de que invitaré yo. Dios le premie por su buen consejo)
Querida Jelen, te remito a mi entrada "Autocensura y uso y disfrute del Blog". Seamos libres e independientes, y, con respeto, manifestemos lo que pensamos (y pensemos con cuidado aquello que pensamos con carácter previo, claro :D)
Estimadísimo Mr. D., pásese por la Inmortal Ciudad de Zaragotham: no comeremos tan bien como V. merece, pero nos divertiremos mucho. Y, si va a hacer tal, vaya previamente V., en BCN al excelso Restaurante Neichel: algo alto de precio, pero compensa por su excelencia to-tal (mejor comida que cena, y con tiempo por detrás)
Y como aquí le he de invitar yo y comeremos mal, pero mucho más caro, pues así quedará la cosa equilibrada.
si ejque no leo ni los blogs ajenos ni entro en el mío propio ni nada, por eso no sabía que habías venido al DF. Imperdonable. La próxima vez se avisa con sonido de trompetas y sacabuches, please.
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