01 septiembre, 2007

Empiezan a acortar las tardes.


Iba yo a comenzar esta última entrada del verano, snif, clavando una estupidez estadística en virtud de la cual resulta que un 29,16% de todos mis lectores han estado en Oxford. El argumento era tan perfectamente peregrino como todos los que soportan las serpientes de verano de naturaleza económica, y, como a pesar de haber regresado de vacaciones hace ya casi diez días, me siento hombre de bien, les voy a ahorrar a los lectores de Vladivostok tanto la descripción de esa peazo chorrada como el clavar un pestiño acerca de hedge funds o riesgos sub prime. Eso sí: por favor, que empiecen a fusilar periodistas-salmón. Dios santo.

Dicho lo anterior: si, queridos amigos: como a algún genio se le ocurrió que era imprescindible, disfruté de un formidable reunión el día 20, a cuyas efectos hube de regresar el domingo 19 a Zaragotham, donde he estado al rodriguesco modo, eso sí sin salir ni una sola noche entre semana: apenas un día al cine (El ultimátum de Bourne. Nada destacable) y una salida mínima el sábado: fui a ver tocar a cuatro tipos emparejados dos a dos al Páramo, y seguidamente me acerqué al Tiger Lily a ver pinchar al gran Iván. El domingo, 26, me levanté a las 08.30, preparé un pollo al curry y un gazpacho absolutamente imponentes y me quedé esperando a que llegasen MBO y la progenie, que regresaban de la playa.

En fin: que Oxford es bastante más que la Union Jack, que está limpio y sin pintadas, que a partir del viernes se venden pelotazos y alcojoles hasta en los kioskos de pipas (pero a qué precio…) para el mejor cocimiento del personal, que por otra parte, y en general, se comporta con corrección. No olvidan dirigirse a ti como Sir o Madam, según proceda, y todo ello sin perjuicio del grado de inclinación que en relación con la sobria verticalidad tengan adoptado. Que hay decenas de Colleges, pero sólo dos Universidades. Que no sé cómo sobrevive la gente, dado el precio a que se vende la puritita comida, glups, si uno desea comer algo de verdura y/o fruta. Que la calle no huele tanto a esa grasaza alimentaria (¿?) tan británica a las horas de cenar (tanto, dije). Que hay librerías imponentes muy esquilmables, vid infra. Que se pasa mucha envidia y que, en otras circunstancias, por Júpiter, me vendría a ese ciclo de Historia de los Conflictos (un term) y sería muy feliz.

Nuestros profesores son periodistas o bibliotecarias: gente de acento perfecto-perfecto, que corrigen la indeseable yankeidad entreverada por culpa de tanto flim. Culpa del imperio periclitante, u know. Por la tarde vienen a casa donde tomamos el té mientras hablamos de teletrabajo, organización de oficinas, economía, conciencia cultural y estereotipos. Ellos toman obleitas choc’late&mint.

Luego hacemos nuestros deberes, mientras bebemos Stella o Foster’s según pille día galófilo o no. Triste: Inglaterra, tierra de grandes cervezas, ha perdido la batalla, de manera que en los bares, en cuanto pueden, te sirven una aberración italiana que no le llega a la altura del tacón a las ricas ales, bitters, o mi muy querida Guinness, recias cervezonas todas ellas, nutritivas del copón, adecuadas para pueblos con una cuarta de vikingos… frente a meadillas italianas (Nastro Azzurro, recordad: no os dejéis servir eso jamás), mejicanas o yankis.

Me he estado acostando muy pronto: hace años que no estaba durmiendo a las 22.30. La cosa laboral me ha incordiado muy poco estas vacaciones. Lo agradezco. Leo, como siempre, un montón, item más. Aparte de las cosas que tenía en curso despacho Middlesex (Jeffrey EUGENIDES) citada, admirada y comentada con largueza en la blogosfera. Gracias por la recomendación. Me ha gustado, no doubt, aunque me quedaré con la duda de si está un pelín overrated, y es que me convenció en un 70%, digamos: cierto, es glorioso el principio griego-de-Asia-Menor, pero ¿será un pelín cargante, tal vez, lo de síndrome de deficiencia de 5-alfa reductasa y efectos inducidos?. Es estupendo el plantamiento acerca de los flancos arquitectónicos de la casa (Middlesex, precisamente), la descripción de los Estados Unidos en ese momento histórico, pero ¿no resulta inverosímil, casi deslabazado, el asunto de la estafa del pope-cuñado?. Probablemente sea cierto lo del héroe que se tropieza con su destino inevitable, y diré que la novela es jodidamente griega, mucho más que americana. Eso sí, no puedo estar de acuerdo con lo de las asiáticas. Cada uno administra como quiere esas cosas, y no creo tener motivo críptico alguno.

Unos por otros, de Philip KERR, una de las policiacas peor traducidas que he leido en el último lustro, y no exagero nada: vaya cuadra de maulas los traductores (tres en comandita), a pesar de lo cual resulta recomendabilísima, al punto que, habiendo descubierto que se trata del remate de una tetralogía, he encargado –y ya he recibido- las otras tres. Y es que Bernie Günther es un buen personaje, y mezclar policiaca, Alemania y periodo 2WW (e inmediato posterior) es garantía de que Hans se sentirá atraido. Terminé, también, con el tocho de RUTHERFURD, casi 1.500 páginas, como dije, y satisfacción del deber cumplido, con más nuevos flancos de reflexión en cuanto a la Historia del Reino Unido. Eso: Britain, no England.

Cabreo al regresar, como siempre, me temo, con Ryanair. Ciertas destrezas profesionales muy aplicables en estos casos (‘Di lo que convenga, pero, siempre, con aplomo demoledor’), aliñado con mi inglés de negociación recién afilado y la mala hostia que se me pone según en qué casos fueron el adecuado aliño para que el niñato de facturación de la compañía en Stansted comprendiese que no era buena idea joderme a las ocho y media de la mañana. Y menos si llevaba a la espalda, como equipaje de cabina:
  • A concise history of the Spanish Civil War, de Paul PRESTON.
  • European dictatorship, 1918-1945.
  • Europe between the Wars.
  • The Age of Extremes (1914-1994).
  • The British Empire (1815-1914).
  • End of Empires: european decolonisation, 1919-1981.
  • Decolonisation .
  • Making cars at Cowley.

Ese material fue el resultado de las razzias libreriescas. Aparte, dos de los tres libros que la gran Cayetana Altovoltaje que regaló: Mientras ellas duermen (Javier MARIAS) y Fast Food Nation, que me había terminado en el periplo oxoniano.

Si el cabrón llega a emperrarse más en incordiarme, le civilizo de una vez por todas a base de libros. En la cabeza.

Llegada a ZAZ y soledad de una semana, en que, con ese material que cito más arriba (hasta con lo de Cowley, aunque sea una historia de la fábrica Morris Garaje) pergeño –ratifico, más bien- algunas tesis a las que vengo dando forma hace tiempo en cuanto al Imperio y la proyección del modelo, y la situación diferencial de los Imperios (todos: incluso Hispanoamérica, claro). Y es que basta con que me intenten tomar el pelo con talantes y buenos rollitos para que apetezca mucho demoler al demagogo/aficionado bocazas.

Obrita menor que leí con gusto: El Baile, de Irene NÉMIROVSKY. Y tocho histórico con doble carga, Mendizábal, el caballero nato, de un tal Julian GRANADOS, que va lenta, pero va.

UPMM se va el próximo lunes a estudiar a Windermere y disfrutamos los últimos días juntos. Nos reimos: cuando no está con la ira adolescente, lo pasamos muy bien. Todo el tiempo oxoniano ha sido estupendo, la verdad: toda una experiencia valiosa, en que él ha tomado la medida a estar viviendo-en-inglés y se ha quitado la inquietud, creo. MBO y yo, claro, empezamos a aflorar la cierta pena de no verle este año, pero sé, sabemos, que es una súper-oportunidad para él.

Now Drinking: Taberner 2005. Vinos de la tierra de Cádiz. Tinto. Masticable y denso. Invernal, más bien, glicérico a modo (un milímetro de espesor debe tener la capa que queda a cada trago. Luego dicen de los cariñenas). Sorprendente, no lo duden.

En fin, que enfrento el fin de semana previo al desembarco de todos ellos, entristecido, cómo no , por el acortamiento de los días. Urghs. En cuanto a vosotros, mis queridos cyberamigos, bien regresados todos a las Tierras de España y a esta esquina de la blogosfera.

5 comentarios:

Awake at last dijo...

No me recuerde usted lo de la disminución de luz natural, que me mosqueo, XD

(Ya era hora de que volvieras, :-P)

Mks.

Cayetana Altovoltaje dijo...

Me alegra que hayas aprovechado tan bien el verano. Espero que la vuelta al cole no se te haga pesada, y que a tu UPMM le vaya muy bien en Windermere, que por la web tiene muy pero que muy buena pinta. Para lo que sea, ya sabe dónde ando. Empiezo el lunes en el nuevo currele, ya le contaré...
PS: a mí también me pareció salida de madre la sub-trama del pope en Middlesex. Una gran novela, nonetheless, aunque no tan grande como la que estoy intentando terminar hace ya ni me acuerdo, A Suitable Boy de Vikram Seth. 1500 páginas con letra de guía telefónica.

ATT dijo...

Yo ya he vuelto y estoy de muy mal humor.

Ángel dijo...

Bienvenido Hans. Imperdonable el asunto de la cerveza. Beber purines calientes habiendo cervezas con más cuerpo que un chuletón...

Por cierto, en Australia es imposible encontrar una Foster's. Cada estado tiene sus propias cervezas, muy vinculadas a los equipos de rugby, pero Foster's es para consumo exterior.

Sue dijo...

Empiezan a acortar las tardes y empiezan a acortarse peligrosamente los coletazos de mis vacaciones. Pronto estaré del mismo humor que mis amigos no-actualizadores...