26 mayo, 2006

Filii.

Iba a poner un comment en la entrada de hoy de Juan, pero es un asunto que creo merece entrada específica en mi propio bló de mí mismo. Y es que me pilla caliente con este asunto, aunque también contento y aún orgulloso de mi hijo mayor, causante de lo que expongo más abajo.

MBO y yo seguimos -como creo es sabido- un modelo "Orden y Concierto" en relación con nuestros tres elementos delictivoinfantiles, y a fe que es difícil y jodido dada la vida que llevamos. La puritita dejación y el todo vale es infinitamente más cómodo, de eso no me cabe duda. Lo que pasa es que la casa de mis padres y la de los padres de MBO eran rigurosas y su modelo funcionó con nosotros y nuestros hermanos. Además, el otro modelo buen-rollito-coleguita-cuida-que-se-trauma, está evidenciando lo NEFASTO que es con los niños.

El otro día UPMM nos dió un disgusto importante, y después de ser contundentemente reconvenido -nada físico, por supuesto, pero sí unos cuantos decibelios- por MBO, el joven se le "vino arriba" en un alarde de rebeldía imbécil muy propio de los 14 años en 2006, btw.

Ahí intervine yo, y no porque MBO no pueda darle el sopapo correspondiente que estabamos empezando a pensar si era conveniente, si no por relevar y "rebajar tensión" (que la había en grandes cantidades).

Con mucha dureza, desde luego (no se puede "reblar", que se dice en esta tierra, con un adolescente), reconduje al joven, y todo acabó en su sitio explicándole por qué lo estaba haciendo manifiestamente mal.

Estoy contento de cómo lo gestionamos MBO y yo. Y estoy contento de haber contenido las ganas de arrimarle una buena bofetada. Eso sí: en un momento dado, todo contención, le quité las gafas, doble las varillas y las dejé sobre la mesa. Un poco de drama era necesario.

Decía que también estoy (estamos) orgulloso. UPMM es vago y estudiante mediocre tirando a flojo. Sin embargo, ha comprendido que debe elegir la opción de estudio que incluya aquello que le guste y le interese aunque le cueste más esfuerzo. Y no lo más facilón, o siquiera aquello que sabe que a mí o a MBO nos gustaría más. Y en función de eso hará el resto de la ESO.

Ya veremos cómo coño le ayudamos MBO o yo en Física y Química o en la cristalografía de la geología (urghs... aún la recuerdo con pavor), pero bueno: el planteamiento previo es el correcto.

En otro orden de cosas, leyendo estoy Hotel Tierra, un libro que acaba de editar en Anagrama Sabino Méndez (un tipo que a pesar de su adicción hípica siempre me ha caido bien. Me caen bien los guitarristas que tocan telecasters) ,más conocido por haber escrito los mejores temas que hizo suyo Loquillo, ese gran amigo de tantos de mis lectores.

Veo, de entrada, un par de inconvenientes formales en la obra: hay permanente cita de escritores, y junto al nombre de cada uno de los citados (¿leidos?) menciona sus fechas de nacimiento y defunción; no sé qué pretende con eso, pero me desagrada. Por otro lado sobrecarga un poco la adjetivación, cosa que igualmente me incomoda. ¿Es pedante? Mmmmmm... no exactamente. Es recargado y tiene demasiado interés en hacer lucimiento de sapiencia.

El amigo Sabino, en definitiva, rescata sus diarios de los tiempos gloriosos; los adoba, los reescribe (dudo que lo hiciese así en 1992); los entrevera de lecturas y comentarios demasiado suficientes acerca de tales lecturas (despacha a Faulkner, a Drieux La Rochelle, a Plà, a Céline y a bastantes más (a Dos Passos, tal vez?) con unos supuestos guiños de entendido que hacen muy sospechosos los asertos; hace una mínima mención acerca de Jiménez Losantos de lo más acertada, y otra, no menos excelente, acerca de Orwell; describe, pondera y relativiza Madrid y Barcelona con acierto. También está bien que relativice la movida con acierto, no ensalzándola à la 1981, no denostándola al uso de 1990, explicando por qué fue (es) tan importante para nosotros: dándole su justa trascendencia. Tiene, en fin, una brillante reflexión acerca de la dialéctica imposible entre erudición e inteligencia en la Universidad actual que Hans suscribiría de la cruz al punto.

¿Se puede recomendar el volumen? Pues hombre... creo que no es para cualquiera; no es un libro ni sobre rock en general ni sobre la movida en particular, en rigor: es una descripción del viaje iniciático hacia la conclusión de la vida de autodestrucción de un yonki, con mucho apartado teórico-literario, escrito por un tipo que en plena debacle estudió filología hispánica para poner orden en su caos cultural (al menos, eso dice). Sabino despierta mi simpatía, además de por la Telecaster, por eso. No sé si me lo creo del todo, pero se puede leer. Aunque sea sólo para, en la ducha, fabular acerca de cómo lo reescribiría yo poniendo sobre la mesa mi propia trastienda literaria.

11 comentarios:

Achab dijo...

El detalle de la sgafas me lo hacía mi padre. Grande sistema a fe.

Anónimo dijo...

Lo de la Física y la Química lo dices porque el chaval, después de que le retiraras las gafas, juró matricularse en Astronáutica o en lo que fuere, ¿no? :D

Awake at last dijo...

Prepárate para pagar miiiiles de euros en clases particulares, XDDDDDD Y sí, a mí también me parece que hicisteis lo mejor, que por supuesto es lo más jodido, jeje.

Besos!

Anónimo dijo...

Hans, esta contención y el tener claro el camino a seguir, ¿Se trae de serie o es sobrevenida?

arbusto el guerrero dijo...

Respecto a Sabino Méndez, no niego que sea un tipo interesante pero digamos que pongo en cuarentena sus conocimientos literarios. Aunque se escude en sus estudios de Filología Hispánica, no creo que ello le dé derecho a hablar sobre lo divino y lo humano. Y, además, publicando en editorial Anagrama, algo al alcance de muy pocos. A mí me gustó mucho el libro de Julián Hernández (ex de "Siniestro Total", por si hay algún despistado aquí) porque rebosaba talento sin destilar pedantería. Definitivamente, "¿Hay vida inteligente en el rock & roll?" vale la pena.

Dicho esto, sí comparto con Sabino Méndez su opinión sobre Loquillo. Hace unos años dijo en la prensa que el gran problema del hombretón era que no había sido capaz de separar su faceta artística de su esfera privada. Decía Méndez que de Alaska, por ejemplo, se sabía perfectamente cuando opinaba en su nombre sobre política o cualquier tema, y cuando hablaba como artista que promociona un disco. En cambio, Loquillo juega a ser un personaje 24/7, y eso termina pasando factura.

Xurri dijo...

Quitarle las gafas, que gesto!!!

Me recuerda - con las debidas diferencias - a mi padre preparando la hipodérmica con extractos vitamínicos en sus ultimátums, tipo "acábate el bistec o te pincho!".

J. dijo...

En mi casa nunca hubo bofetadas ni hubo que pegar un sopapo a nadie para "educarle". Si pensase mucho, podría decir cuantos esirones de orejas (de-esas-que-te-quedas-en-puntillas)he "sufrido". Esto no quiere decir que fuí ejemplar, ni mucho menos, pero deseo ser capaz de marcar los límites a mi hijos tal y como lo hizo mi padre conmigo y mi hermana. Qué grande es mi papi!

Hans dijo...

Achab, Sue, Xurri: lo de las gafas se me ocurrió sobre la marcha. Un momento de inspiración. Qué actor perdió el teatro...

Me ha hecho gracia, Arbusto, que cites al amigo Julián, pues cuando terminé con lo de Méndez, precisamente, cogí de la estantería el "¿Hay vida inteligente en el rock & roll?" para comparar y reirme un rato.

Exagerada, palabrita que no pretendo constituirme en modelo de nada, Dios me libre.

NyJ (y a todos en general) creo que nuestros padres fueron bastante modélicos: tenían conciencia de la necesidad de ser un modelo, cosa que no sé si es igual de clara hoy en día.

Awake, lo tengo asumido: ya he empezado a provisionar un fondo de financiación de clases particulares, snif.

E-Jay, no te angusties. Se aprende (o no). No viene de serie.

Gachas dijo...

Yo quiero ser Hans. Ser Hans es mejor que ser Gachas. Hans sabe gestionar la vida, la propia y la ajena. Seamos Hans, ¿cómo se hace para ser Hans? Ays, qué encerrada estoy en mi cuerpo y mente españoles!

Hans dijo...

Exagerada, muy exacto: tenemos ni repajolera idea: todo a tentón. Graciasd, btw, por lo de guapo ;D.

DilectaDamaDelicata, no se me engañe V.: Gachas es más inteligente, más existosa en lo suyo (siendo lo suyo algo que a Hans le pone cantidad) y -sin ser machista- mucho más mona. Hans admira a Gachas, no le digo más. En cuanto a la gestión propia de sí mismo, le emplazo a V. a que pregunte a MBO lo que piensa al respecto; y lo que suceda con los terceros gestionados por Hans, francamente, todavía no tenemos criterio para determinar si esa gestión ha sido correcta o cagativa. O sea que.

Anónimo dijo...

No he leído el libro de Julián Hernández, pero sí los dos de Sabino y Hotel Tierra está muy por debajo de Corre Rocker. Casi se podría decir que tiene todos los defectos de este último y ninguna de sus virtudes. Y lo del exceso de adjetivos lo reconoce el propio Sabino en varias ocasiones, lo que lleva a cuestionar por qué no ha corregido este defecto a la hora de revisarlo y editarlo. Queda claro después de leer el libro que Sabino ha sido un voraz lector, pero es una pena que, como escritor, estas lecturas no le hayan sido de provecho. Parrticularmente sangrante me pareció que se cargara a Truman Capote en un par de líneas y que claificara a 1984, de Orwell, de "farragosa".

Sin tantas pretensiones, Víctor Coyote ha escrito "Cruce de Perras", un libro irónico, divertido y nada nostálgico que recomiendo sin reservas.