13 enero, 2006

Seudónimos, nombres, nicknames y otras yerbas


Una entrada en Juan es mi inspiración hoy; y, Juan, chico, ya siento esto de saquearte la causa (vid el cuarto párrafo de esto), pero en mi descargo diré que quería escribir acerca de esto hace muuuuucho tiemporeconoceráspor otra parte que soy honesto y no te esquilmo la inspiración sin citarte debidamente (también es que resultaría bastante tonto, considerando que mis escasos pero excelentes comentaristas son casi todos lectores-y-excelente-commentaristas tuyos); piensa, en fin, que los genios tenéis la obligación de constituir luminarias de los demás.

Una vez eludido el pleito por violación de derechos de propiedad intelectual con mucha elegancia, sigo.

Hace algunos eones –en 1985, en realidad- Enrique Ortiz de Landázuri, amiguete del que esto escribe, decidió cambiarse el nomen por Quique Bunbury (rectius, por cierto, Búnbury), supongo que después de leer/ver La Importancia de llamarse Ernesto. También es verdad que desde al menos 1983 –que es cuando le conocí- Quique estaba completamente dispuesto a ser Bowie (más o menos) y ciertamente lo de Ortiz de Landázuri queda quizás elegante, pero desde luego muy poco rock’n roll hero. En honor a la verdad, Quique es, de mis conocidos del Bussiness, quien más cerca ha estado del Olimpo rock. Y desde luego, merecidísimamente si tomamos en consideración la dedicación y el esfuerzo que a ello ha dedicado siempre. Aunque NO me (y, me apuesto algo, "os") guste lo que hace, en general.

Al tirón de aquello, del cambio de nombre quiero decir, hubo mucho intento de mutatio nominis entre los músicos y artistas del entorno pero la verdad es que en casi todos los casos la cosa evolucionó como lo del Javier de Dwalks. La pereza del interesado y la desmemoria de quienes le rodeaban hacía que al final la cosa quedara en agua de borrajas. Sólo Quique, a puro de tesón (pero no sólo, vid infra), lo logró.

Algunos años después yo aterricé (con la cybertorpeza que me es conocida, naturalmente, aunque eso aquí es indiferente. Lo digo sólo por que nadie lo olvide) en internet, y decidí, en homenaje a uno de mis maestros intelectuales, ponerme el nick éste (en internet, y mucho más en la blogosfera, resulta según parece imprescindible ponerse un nick, salvo contadas excepciones como el tantas veces citado Juan). También por aquello de la fácil recordabilidad y esas cosas. Y porque, sorprendentemente, no "estaba cogido" en aquel entorno.

En fin, como uno en su condición de viejo mod, debería disponer de una cierta esquizofrenia, pues estaba bien lo de tener un nombre-bis. Otra personalidad y esas cosas, en teoría. Pero en realidad, la cosa no ha calado mucho: uno ES siempre exactamente así, le llamen Hans, Lisensiaooo! o (Censored).


Más o menos entonces fue cuando MBO me confesó que mi nombre en el mundo real, es decir, (Censored) no le gustaba. Vaya por delante que mi nombre no es del tipo Hermenegildo, Cosme, Edelmiro, Eufrasio, Simón o Belarmino –que es, por cierto, como se llama un queridísimo amigo mio a quien sus padres le hicieron la cósmica putada de adjudicarle dicho cognomen, que tiene según parece mucho peso en la familia- ; es una cosa mucho más normalita. Por cierto, éste su anfitrión ha conocido –además de a Belar- personas que soportaban los nombres enumerados, con estoicismo sisífico.

En fin, a lo que iba: No me traumatizó NADA saber a que a MBO "(Censored)" no le gustaba; no sólo no le gustaba: trataba de convencerme de la solidez estética de sus razones para ello, sin conseguirlo, desde luego: a mi, "(Censored)" me suena bien, incluso con cierta elegancia clásica (y mucho más, viendo lo que hay por ahí, sin llegar a los excesos citados en el párrafo anterior)

Por otra parte, constaté la resistencia de mis amigos y familiares a ponerle mi nombre (que por cierto comparto con mi padre, con el tío de mi padre y con unos cuantos elementos de la saga paterna) a sus hijos. Todos, con virulencia dispar, se escaqueaban cuando les sugería "Hombre! Pues ya que es varón, podríais llamarle "(Censored)-ito"!. Nada, no había modo. Creo que soy el último varón sobre la tierra que se llamará así.

La concurrencia a alguna quedada más o menos internauta, sobre todo las de temática automovilística (como la parroquia debería saber, una de mis pasiones), el ir haciendo buenos amigos en la red y conocerlos personalmente, y en definitiva, el que la gente a la que realmente aprecio me llamase Hans de modo habitual han hecho que ese nombre (Hans) no me resulte nada extraño.

Y es que, al final, lo del nombre no sólo es un acto de voluntad de uno. Depende, básicamente de los demás. Y esto, que es una obviedad como un piano de cola resulta especialmente gracioso cuando alguien del, digamos, Universo Hans contacta conmigo en el Universo (Censored) en presencia de personas que no conocen aquél entorno ni el nombre que en el mismo se me da, y se producen esas fricciones que yo observo con el natural cachondeo :D. Y es que "los demás" no son un bloque monolítico... sin necesidad de que uno esté aquejado de desdoble de personalidad.

Por cierto: ayer no pude evitar comprar en la FNAC (junto con otro montón de cosas que comentaré en otro lugar) Quadrophenia en cedé, dado que como reproduzca una sola vez el soporte vinilo este se convertirá en un muelle en espiral. Ello me lleva a recomendaros una escucha del Love, Reign o'er me, lamentando mucho que mi cybertorpeza me impida colgar aquí, para su debida y cómoda reproducción en directo, el tema de The Who. Enjoy!

19 comentarios:

Diego dijo...

Pulso y pua, compañero. Me ha gustado el toque. Debo, sin embargo, salirme de lo común y decirle que Búnbury me gusta en lo que hace: eso de echarse a la carretera, montar un freak circo y pintarse las uñas demuestra arrojo. No hablo de sus méritos musicales, pero reconozco que lo escucho sin disgusto. Un dia de estos se hace un apaño con Lapido en Zaragoza y me ve usted, incluso, en el concierto con la bella madre de la bella C. ( fan assoluta del cantante de 091, excentricidades perdonables).

Al hilo de los nombres, en la época dorada de Internet, esta vida virtual tenía la ventaja de poder elegir un nombre, sin que ya estuviera ocupado. De haber caido, hubiera elegido Belarmino, que no me disgusta. Hoy en dia, todos ya tienen dueño y hay que pagar un traspaso.

Xurri dijo...

Hans me gusta, y creo que te sienta bien. Me gustan los nombres que empiezan con H, esa letra taaaan inútil y que tantos quebraderos de cabeza ortográficos proporciona. Hans, el cibertorpe podrías llamarte. Aunque no será para tanto.

A mí me llamaron como a mi madre, con una falta de originalidad de mis progenitores algo contradictoria, pues el nombre de mi madre es uno de esos piadosos de postguerra a los que Manolo Escobar dedicó un tema, realmente infrecuente .
Crecí hartamásqueharta del dichoso y piadoso nombre y las bromitas derivadas, así como de los múltiples diminutivos que le aplicaron tanto mis padres como mis sucesivos compañeras/os de clase, tipo tortura infantil-mobbing-bulling y otring.

Cuando era pequeña me quería cambiar el nombre, cosa que suplicaba a mis padres cada mes un par de veces, para llamarme María, Marta, Ana o alguna cosa normal, qué diantre: pero era pequeña y no me dejaban. Soñaba entonces con pedir la emancipación con causa de tortura psicológica. Al final acabé resignándome a esperar la mayoría de edad, o al menos a acostumbrarme al nombre. Pero no, no me acostumbro. Solo mi pavor a los trámites ha evitado mi reniego onomástico.

Mi jefe me re-bautizó hace cuatro años. Con un nombre ridículo: Xurri. Ridículo por ridículo, la primera vez que me pidieron un nick por internet Xurri fue lo primero que se me ocurrió.

Finalmente, añadir que mi nombre ideal existe... derivado del derivado-diminutivo que me aplicaba mi más querido tío materno. Es secreto...

Diego dijo...

Parece que Xurri y moi estabamos escribiendo de forma simultánea. Hablando de los nombres reales, mi nombre es parte de una tradición familiar, que será continuada, Deo volente, por mi parte en subsiguientes vástagos. Y, añado, que los nombres son algo más que eso. Imprimen caracter.

Hans dijo...

Mi muy estimado Mr. D., Quique ya tocó una vez como telonero de los Cero :D, pero esa es otra historia que será contada en otro lugar por aquel que ayudó a montar el concierto en cuestión.
La reunión de Lapido y Bunbury hoy en día sería una combinación excelsa, eso sí: me pido ser el guitarra de punteos. Anyway sigue pasmándome que alguien con un acento tan cerrao del Sur en la vida civil tenga una dicción tan sumamente limpia (o, como se dice al Sur de Despeñaperros, "fina") cantando.
Por lo que respecta a Belarmino es nombre que augura una infancia dura, dura, a pesar de su imperialidad o romanopontificidad.

Queridísima Xurri, con Hans a secas basta. Lo otro es una cruz que llevo a cuestas, no hace falta que me lo reiteren demasiado: me doy cuanta cada día.
En cuanto a los nombres píos, siempre recuerdo mi primer intercambio con estudiantes franceses y la coñas de las galas con los nombres de ese jaez. Especialmente "Concepción" (o, como ellas decían, Contraception).

Y bueno, parece que hay tradiciones que perduran, y entre ellas la perserveratio nominis; puede que tengas razón, Mr. D, en cuanto a que los nombres imprimen carácter.
En mi caso, la perseveratio en cuestión no se llevó a efecto en su momento, y, frankly, dada mi edad y el número de elementos que compone mi progenie, dudo que en mi casa llegue a haber un "(Censored)-ito" :D

Wendyqueridaluzdemivida dijo...

Yo respondo a Wendy, Wen, Tiri, Chochopalmero (?), Nuri, Nu, pistachito (no sé porqué), además de los nombres
desarrollados y del famoso tarareo "tiritiritiritiri".

Mi madre, me llama a menudo "Esteban", quiero pensar que por mi tío y a veces "Cesar" por mi hermano.

Mi ex-jefa me llama "Mari Nu" (que es rizar el rizo)...vamos, que llegados este punto, gritas "melocotones" y miro.


Ain!!! The Who!! que buenos...

Anónimo dijo...

Son las 5.03 y llego to pedo a mi casa, después de pasear por las mustias discotecas "chick" del momento y no se me ocurre otra cosa que ponerme a leer blogs!!! Enhorabuena por la compra del disco de los Who, que por cierto tengo en apreciado vinilo...pero para temones el del comienzo "The real Me"!!!!

Hans dijo...

Admirado Escrigna, en este momento reproduzco en el pecé precisamente "The Real Me", y pienso que como banda sonora de esta entrada esquizoide hubiese tenido más sentido ese tema, en efecto... pero ¿qué canción no habla de la esquizofrenia en "Quadrophenia"?:D
Más en general debería pensar un poco en para qué compro cedés que ya tengo en soporte vinilo (muy perjudicado, ciertamente) cuando podría bajarlo (estoy seguro que encontrar en la red Quadrophenia y más en general TODA la discografía de los guó ha de ser muy simple y estoy legitimado absolutamente para hacerlo pues en su momento pagué a precio de oro el plástico...)
En fin. Que me es igual. Que me lo estoy oyendo tan ricamente (Ahora, "The Punk And The Godfather", uno de los temas más junianos de todos los tiempos con esas guitarrazos tan contundentes) recién regresado de pelarme de frio humedo casi inglés -muy infrecuente en Zaragotham- en el colegio de mis hijos...

Hanna B dijo...

moi, he sido lady nicks tambien, a causa del nombre impuesto por los piadosos de mis papis visitando virgenes y prometiendoles cosas que luego cumplieron el día de mi bautizo.
en todo caso, y aún estan todos dolidos, me cambie el nombre hace ya cuatro años. les ha costado casi ese tiempo pero por fin, abuelos, papis y entorno me denominan ya como elegí yo.
como ves, el temita toca sensibilidades.
en mi pueblo de teruel tambien habia uno (ramon) que aseguraba ser íntimo compañero de pupitres del que triunfó como bunbury (gran maño, admirable personaje, admirable carisma).

Unknown dijo...

Pues la guitarra es mía sí. Es una Les Paul blanca muy bonita, y no es una Gibson, es una Epiphone pero yo la amo igual.
Te diría el nombre del grupo pero carecemos todavía de "nick".

Awake at last dijo...

¿Alfredo, Rodolfo, Sancho, Mariano?
¡Ahora no voy a poder dormir!

Besos!

Bereni-C dijo...

Para mí, lo bueno de tener este otro nombre es que así, aunque parezca paradójico, soy más yo. Me oculto menos. Soy yo vuelta del revés. Y cuando oigo un "bere" sé que me llama gente a la que aprecio de verdad. Los otros, los que están ahí fuera, sólo conocen mi nombre impuesto, mi máscara para ir por la calle.

Por eso tú para nosotros eres Hans. No eres el que curra de esto o aquello, ni el de la guía telefónica, ni el vecino del quinto. Eres Hans, ese al que leemos y con el que compartimos un trocito de mundo.

Cattz dijo...

Mi abuela pensó que se llamaba Carmen hasta el momento en el que pidió los permisos para casarse. Fue entonces cuando se enteró de que su padrino le había puesto el santo del día en su pueblo toledano y se había quedado calladito como un muerto... Ulpiana es el nombre que lleva aguantando casi 85 años mi abuela XD
En mi caso mi madre tuvo la genial idea de ponerme un nombre guanche en Madrid (y casi mejor que la alternativaa, porque mi padre quería ponerme el mismo nombre que mi madre y que fuésemos una familia de dos Carlos y dos Cármenes) y... original es, pero nadie lo entiende en la península y creen que es un mote. Yo hubiese agradecido un "Ana" o "Raquel" cualquiera, pero soy demasiado vaga para cambiarlo.

Anónimo dijo...

Sr. D, una lanza por 091... "Me tumbé en el suelo, sólo para oir crecer la hierba" (o la yerba, que les pega más), es una de las letras más hermosas que se hayan escrito jamás.

En mi peculiar familia tenemos de "tó": dos de mis hijos han elegido sus nombres a tiernas edades y descubrí ya de mayor un caso de múltiple personalidad de uno de mis tios, que era José María en la familia y Gerardo en el resto de su vida... La historia es larga de contar, así que lo dejaremos para otro día.

Hans Kelsen,
Hans Christian Andersen
Hansinmiedo
Un beso, Hans!

Hans dijo...

Wendy, no entiendo ni lo de chochopalmero (que me parece ligeramente soez) ni tampoco pistachito, que te pega como a un Cristo dos pistolas (aunque supongo que es cariñoso) Y por lo que respecta a los cambios de nombres tan propios de las mamás... qué te voy a contar (eso por no mencionar que con casi cuarenta tacos y 1.95 hay quien, como consecuencia de la coincidencia de nombre con mi Augusto Padre todavía me adjudica el "-ito")

HannaB, eso de cambiarse el nombre de mayor está bien, pero ... ¿cómo determinas el proceso de elección? ¿Cómo elegir sólo uno entre tantos probables? Si es Hanna/Ana, por cierto, enhorabuena. Es un nombre que me encanta. Todas las Anas que he conocido eran grandes mujeres.

PeorGuitarrista, es igualita que la Gibson que emplea Álvaro Urquijo (y la adora). Ya me contarás quiénes sois y si estuviste el otro día en el concierto de los rollers ;)

Awake, eso es secreto del sumario, pero si un día nos conocemos y te dejas invitar a una caña te lo cuento.

Bere: Como siempre, exacta y con el verbo preciso. Muy acertada observación.

Cattz, eso del nombre guanche me resulta de lo más sugestivo. Me tranquiliza, eso sí, que no te llames Ulpiana.

QuietaLeona: Jurljurljurl. Besos.

Anónimo dijo...

a dia de hoy, 17-2-06 me doy ucenta de tu comentario de mi post del 14-7-05, siento el retraso. Eran semen up ;-) y no tenian desperdicio. viva alberto comesaña y toda su prole inexistente, que el grupo era contratao.
Saludos hans, cuanto tiempo...

Hans dijo...

Mmmm... querida amiga, no puedo regalarte un nombre -una palabra- cualquiera, sería una falta de respeto por quien con tanta destreza las trata. Pensaré en ello, Exagerada, pensaré en ello. Besos de buenas noches.

Vitore dijo...

Pues yo me he puesto en mi blog; vitore; porque mi mamá me llama vitore y curiosamente tampoco estaba cogido este nombre en blogger.

¡Por Dios Bendito; Hans!: ¡Quadrophenia es mi disco de cabecera; mi Biblia!.

Yo también lo tengo en vinilo con un cuaderno central magnífico y en DVD con un cuadernito más chiquitillo, claro. ¡Pero hombre de Dios!: Create una cuenta en castpost y sube la canción y crea un html... Si hasta yo lo sé hacer... Te puedo mandar un powerpoint explicativo. ¡Cuelga 'Love, Reign O'er Me'!.
Salu2

P.D. ¿sabes que en la primera edición de Quadrophenia la censura franquista se cargó Doctor Jimmy?.

Hans dijo...

A ver, a ver, Vitore, por partes con eso del podcast. Yo enciendo el ordenador con el botón ese redondo que hay en eso que me dijeron que se llama cepeú, y aprieto el botón de la televisioncilla esa... ¿y entonces?

Vitore dijo...

Te acabo de mandar una presentación de Power Point explicando un poco como va eso de subir canciones. A ver si lo entiendes. ¡Suerte!