11 noviembre, 2011

Yintónix

Antes de que nadie cometa el error de opinar sin muy serios fundamentos, haré algunas indicaciones:
  • Tengo cuarenta y cinco añazos. Mi copa, mi trago largo de siempre, ha sido el gin tonic (en lo sucesivo, GT).
  • Aún se servía Finley en los bares cuando empecé con ello.
  • Falta poco para que se cumpla mi 30º aniversario de bebedor de dicho producto.
  • Me los he bebido de todos los palos. He sobrevivido al advenimiento de la AB-YEC-TA Nordic Mist (nota mental: tanto como da el coñazo el rojerío con tanta chorrada yankifóbica y esta inadmisible ingerencia por parte de The Coca Cola Company en los asuntos internos importantes -los dipsomaníacos- de los Estados, que es asunto tremendamente serio, no ha recibido las correspondientes manifestaciones ante la Embajada, artículos en el Público y demás mierdas). La Nordic Mist (acertadamente rebautizada por MBO como nórdic miérdez) ha quintaesenciado su indignidad con un producto con aspecto de cristasol que se llama Nordic Mist Blue. Lo puto peor.
  • He bebido GTs cortísimos en pubs católicos en Belfast, a los que se accedía mediante trinchera, donde la lata de tónica era como una lata pequeña de aceityunas, y servían la ginebra (Gordon's, sin más leches) con cuentagotas.
  • Experimenté la Fockink (juro que se llamaba así), la MG, la Larios, la Lirios, la Bols de Tarragona (nada de sublimes canecos holandeses) y tantas y tantas otras aberraciones ginebrinas: todas las que podáis imaginar.
  • La primera botella de Bombay Sapphire que hubo en Zaragotham la traje yo de un diutifrí parisino antes de que se convirtiese en el errado standard que es hoy (no me gusta: prefiero mil veces la Bombay blanca, sin tantas puñetas).
  • Como es sabido por los lectores de Vladivostok fui profesor de Derecho Internacional, y, en mis clases, me valí del GT para explicar la sistemática colonial-imperial de los british, que es algo muy asimilable si se vale del alcojólico ejemplo en cuestión.
  • En fin: en mi mueble bar hay siempre ginebras variadas: en este momento, London Gin, Hendrick's, G-Vine, Citadelle, Beefeater, Gordon's y Gin Mare (ay, no: de éste ya no hay. Nos hemos visto obligados a darle fin, con todos los honores, eso sí: gran producto levantino donde los haya: no dejen de probarlo. 
Advenida la moda del GT a las tierras patrias, no me he quejado: que me ofrezcan variedad para elaborar un trago que me gusta me parece estupendo. Mi concepción elitista del mundo no es tan gilipollas como para primar sobre mi hedonismo

Lo que si me toca las pelotas un poco es que un niñato ose explicarme nada acerca de el qué, el cómo, el cuánto y el cuándo de los GTs.

A ver si nos entendemos muy claramente: el nombre lo dice todo: GIN-TONIC. Y ya. La proporción canónica es brutal, algo así como un 60%/40%, algo que en estos tiempos no se bebería nadie salvo un alcohólico severo o una señora con dolores específicos que se ampare en el consejo de su madre, tí y abuela, criptodipsómanas todas ellas aunque no lo sepan. Estaba buscando mi Boadas por mor de la precisión en cuanto a la proporción tradicional de los dos productos que componen la copa, pero alguíen lo ha sacado de su sitio. Grrrrrrrrrrrrr.

Bueno, a lo que iba: que eso es un GT y lo demás filfas. Y esa variedad, a mí, no es que me desagrade demasiado, pero no es la mía.

Siempre explico a quien me quiere escuchar que lo que nosotros, todos, hoy en día bebemos, se aproxima bastante más a los Gin Fizz que al GT propiamente dicho, pelotazo éste último que se entiende bastante mejor con un salacoff puesto en la cabeza.

El problema es que el niñato al que me refería supra no tiene ni puta idea de todo esto. El niñato que intenta colocarme que 'el limón en copa, mal, porque rompe la burbuja', o que me sugiere desgasificar la tónica, o que el trago en cuestión ha de beberse forzosamente en copa de coñac (WTF?) debe recibir inmediatamente una descojonación estereofónica en su cara. Por imprudente y por mamón.

Y es que el GT, señores, o, más bien, lo que hoy entendemos como GT, es como el gazpacho: el mejor, el de casa. Y a mí no me da lecciones ni Dios acerca del particular, porque hasta MBO, mi crítica más acerba en todos los ámbitos del humano conocimiento y actuar, se rinde ante mi destreza gintonificadora.

Y además, uno va cambiando sus aficiones al respecto: la receta de mi premium GT de 1998 (y también los hacía cojonudos) no se parece en nada a la de Noviembre de 2011. Que es la siguiente:
  • Dos cortes de casco de limón
  • Zumo de medio limón
  • Zumo de media lima
  • Una rodaja de pomelo rosa
  • Una rodaja de limón
  • Una rodaja de lima
  • Dedo y medio de Gin Mare
  • Tónica Schweppes
La cosa debe montarse en un vaso de long drink (o también, en su caso, en una copa de Gran Borgoña), menos canónica pero que recibe bien todo lo señalado, dado que admite unos 500cc de producto. Si hay algo fundamental en el mundo de las cristalerías y de su aplicación práctica es que jamás, JAMÁS, debe emplearse el abyecto tubo, ese invento infernal que pringa al consumidor cuando, inclinado para el consumo, hace que se desmoronen sobre el rostro de aquel los hielos, y que hiere al camarero a traición, cual escorpión, cuando se rompe en la pila, dejando unos a modo de cuchillos ninja de lo más letales.

En fin, el borde del vaso de long drink deberá restregarse convenientemente con la parte blanca del primer corte de limón; seguidamente, deberá ponerse muuuuucho hielo: cinco, seis o siete cubitos gordos y contundentes, entre los cuales, y verticalmente, irán insertándose las rodajas de cítrico: la combinación del naranja, el limón yel verde debe quedar armónicamente organizada. Acto seguido, se vierte como un dedo y medio de gin; se adicionan los zumos de limón y lima y se añade un botellín entero de tónica. Para concluir, el segundo corte de corteza de limón debe exprimirse sobre la copa orientando hacia ella la parte amarilla, de manera que las gotas de agrio aromaticen la copa.

Y ya. Es el GT perfecto here and now. Lo aseguro. Y MBO también.

Enjoy!

P.S.: hecha esta entrada de reingreso, les aseguro que seguidamente me pondré a contarles mi viaje a NYC de esta semana pasada. Qué gran ciudad, pardiez. Aunque creo que eso ya lo dije aquí. O aquí.

12 comentarios:

cocoliso dijo...

Te veo a punto de iniciar una acampada en Sol por la pureza del GT, mon ami... relájate, que nada te turbe, que bastante tenemos ya con la otra cara de la vida...

pseudosocióloga dijo...

Para gustos colores, y sí, me encantan los puristas.
Pero yo jamás bebí "gin and tonic" porque odiaba la "Giró" y la tónica pero llegó la moda de las variaciones y descubrí la tónica "1724" que no hay que desgasificar porque ya trae poca burbuja y la G-vine, con una rodaja de gengibre y un granito de enebro y sí, también se llama "gin and tonic", le pese a Boadas o a tí.
¿Otro de Zaragoza que vive en las afueras?

Carmen J. dijo...

Lo que tiene el ponerse de moda algo es que se complica mucho. Eso y que surgen sibaritas recien ordeñados por todas partes. Y la verdad es que, si hablamos de Gin Tonic, al cuarto ya te da igual la tónica, la ginebra, el vaso y, si me apuras, hasta la compañía...

Hans dijo...

COCOLISO, qué razón tienes.
PSEUDOSOCIÓLOGA, cierto, el nombre correcto es G & T. Y para gustos, colores: igualmente cierto.
CARMEN, gran atino en tus palabras.

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

Certifico que existía la ginebra Fockin (incluso puede que acabara en g).
Y con la entrada de Pachá (c/Sevilla of course) si la consumición a pedir era GT te atizaban una Ginebra llamada Rayo rojo. Casi comparable a la "Lirios" imitación de la otra que bebiamos en las fiestas de Alfajarin...
Yo también soy de ginebra. Muchas veces con limón, con tónica solo si es 60-40 ó 70-30 ó más...

Bilge Gumperz dijo...

Y qué me dices del no menos horrendo invento del tubo DE PLÁSTICO!

el chico de la consuelo dijo...

Pero qué de gente conocida!!!!

No soy de destilados sino de fermentados...así que paso con humildad por esta entrada...
eso si que alguien ponga a la bombay azul en su sitio frente a la blanca...ya merece mi admiración.

Viveiro ¿Rayo rojo...fiestas de alfajarín? no tienes corazón recordando esos momentos !!!

Hans dijo...

Querido Sr. VIVEIRO, no recuerdo yo eso de la Rayo Rojo, y mira que a Pachá, antes Starter,le dimos mucho juego. Puesto a remembrar, allí tocamos Zumo de Vidrio en 1984. Pero vamos, la actividad básica de ese lugar no fue rockanrólica. Más bien pijoide simple :-)
MARTINA, tienes razón; eso SI que es lo puto peor.
CDC, como ves, la blogosfera es un ámbito muy pequeño. Y eso que MOLINOS no ha dicho nada (esta entrada le venía que ni pintiparada, que diría SAZA en 'Amanece que no es poco').

El niño desgraciaíto dijo...

Yo antes me hacía los gintonics con el zumo de media lima exprimido. Ahora, como todo el mundo dice que eso es una barbaridad, pues me he pasado a usar la corteza solamente. Me dejo influir, soy así.

El día de reyes tuve que hacer 9 gintonics para mi familia política y a casi todos los del trabajo los he convencido de las bondades del gintonic.

Ahora en casa tengo una botella de Hendrick's y media de Magellan.

jota dijo...

Yo también prefiero la Bombay blanca. Por cierto hace muuuuchos años existía la gin Rives, no sé si seguirá.

Buena explicación del GT aunque yo lo tomo sin tanta floritura y siempre en vaso de sidra.

Un saludo

Miguel A. Román dijo...

Tengo cincuenta y dos años. Mi primer Gin-tonic (escrito así, con guión, o Gin-and-tonic solo si está usted en un pais anglosajón) lo tomé cuando la mayor parte de los contertulios presentes solo habían bebido leche, algunos solo líquido amniótico y otros ni eso.

Mi ginebra de cabecera es Larios, pero ese pequeño defecto es un trauma explicable porque nací a 120 metros de la fábrica de López Hermanos en la Cruz del Molinillo, Málaga, y en casa de mis padres jamás entró otra marca.

Aún así, una vez emancipado, me abrí a otras experiencias y, en mi humilde pero muy experimentada opinión, solo Beefeater y Tanqueray cumplen los requisitos mínimos de tono, aromas, graduación y aceptable difusión comercial (aficionarse a probar ginebras "de diseño" en cada ocasión equivale a carecer de criterio y además al final no sabes ni qué estas bebiendo ni te acuerda de cómo coño se llamaba la mierda ginebra de anoche). Si se puede controlar la oferta, por ejemplo en casa, tal vez la mejor opción sea la Plymouth. De todas formas, si alguno quiere probar una pijada estoy de acuerdo con el autor en recomendar "Gin Mare" que, asombrosamente, es española y aunque casi no sabe a ginebra de verdad, está muy buena.

El Gin-tonic (con guión, repito) no lleva zumo de limón (menos aún preciosismos como "pomelo rosa", y digo "preciosismo" para que no me tachen de homófobo). Y no por reacciones químicas de fusión en frío (que me la suda) ni porque el zumo destroce el tono picante de la tónica (que eso sí sería una razón de peso), ni otras zarandajas, sino porque no lo lleva y punto. La tónica y la ginebra, si tienen alguna dignidad, ya llevan en sí los aromas cítricos necesarios, y con una piel de lima o limón va que chuta. El que quiera que su gin-tonic sepa intensamente a limón que pida un Gin Fizz (sin guión) que es como se llama a eso. Evidentemente cada uno puede poner en su copa lo que quiera, incluso gasolina 95 sin plomo, pero eso no es un gin-tonic, al menos si se escribe con guión.

Lo que sí es cierto es que ya no quedan tónicas bravías. La Nordic es agua del grifo pero encima ni siquiera sabe a cloro (que ya sería saber a algo concreto). A falta de mejor opción hay que recurrir a la Schweppes, pero si hay ocasión (pocas en suelo patrio) puede buscarse Canada Dry (ojo, la tónica, no el ginger-ale) o Seagram's. En caso de que la ginebra sea un melindre dulzón (Bombay Saphire por ejemplo) puede intentarse Q-tonic, pero en general, y para mi gusto, es demasiado amarga y sin burbuja.

Lo de tomar Gin-tonic en copa redonda es una aberración, entre otras cosas porque las proporciones entre el contenido y el continente han de ser precisas y dictadas por la matemática, y las copas balón no tienen un aforo normalizado. El vaso de Gin-tonic ha de ser un High-ball de 10 fl.oz (unos 300 cc), de los cuales 2 serán de tónica (60cc), casi 4 de hielo (100cc, cuatro cubitos normales) y el resto, hasta llenar, tónica. Haciéndolo así la proporción de gin y tónica se aproxima a 1,62, que es el número áureo descrito por los clásicos; y eso no es casual, sino parte y prueba del diseño inteligente del universo.

Y el Gin Rives aún existe.

Minadea dijo...

He quedado absolutamente maravillada con su explicación, se lo digo.