18 julio, 2007

Patetismos estéticos (O "Pasa hasta en las mejores familias")

Hace algún tiempo acompañé a MBO a un viajecito de trabajo (suyo) a milán. Son lo que llamo mis 'Viajes-Gigoló': MBO curra y yo me dedico al Dolce far niente llevado a sus últimas consecuencias; en estos viajes, que me han llevado también a París o a Londres, esa actitud DFN incluye visitar museos de aviación o de cosa histórico-militar, tiendas de guitarras eléctricas, estilográficas, y, en el concreto caso de Milano, pasear abundantemente por la ciudad viendo escaparates, Ferraris, almorzar un rissotto exquisito en un lugar ubicado en una azotea preciosa con vista de una skyline imponente sobre los tejados viejos de Milán, discutir amistosamente con el camarero que vió muy mal que el humo del Lancero fuese acompañado de grappa y no de Red Label, y, en fin, comprarme unas corbatas en una tienda de las Galerias Vittorio Emanuelle. Y entre otras, unas preciosa, con gruesas listas azul foncé y dorado. Gran corbata, de las que permiten un nudo rotundo, todo seguridad en uno mismo.

Como gracias a Dios el Universo tiende a reequiibrarse (y a ponerle a uno en su sitio, no sea que se crezca demasiado), es menester dejar aquí constancia asentada de mi plancha cuando el otro día fui por primera vez al Ikea de Zaragoza: si, esa 'loa gualdiazulada de la socialdemocracia de arce claro' que decía el otro día yo en no sé dónde. Pues eso: el espíritu de Olof Palme quiso que ese flanco liberal que tengo se llevase un buen revolcón, enviándome con ese fin a un propio, que, a pesar de mi (impecable) traje gris marengo de raya diplomática, me espetó: "¿Puedo hacerle una sugerencia de mejora?". En ese momento la citada potencia del nudo de la corbata (recuerden: azul y dorada) se fue a la mierda, y recordé eso que dice Natalie Portman en Beautiful Girls: 'Los vendedores no son sexys: son tíos' (uncles). Así que la autoestima estética se me quedó ligeramente tocada. Lo digo por poner las cosas en su sitio.

¿Cosas que han pasado? Bueno: entre otras, dos; primera, la fiesta del sábado catorce por la noche: previsión de cena para veintiocho que acabó recortada a catorce (nadie en Zaragotham), sin perjuicio de lo cual nos lo pasamos bien: Tiger Lily y Páramo hasta las tantas de la mañana. Bien. Entre otras cosas, me llevé una inmensa sorpresa: apareció C., la periodista casada con el Joven Diplomático Yankee a la que referí en la entrada anterior. Es curioso: yo creo que llevábamos como cinco años sin vernos. Notable casualidad. Y segunda: obligado a ir a BCN por unas cuestiones de trabajo, el disfrute de un almuerzo estupendo, agradabilísimo en El Principal con una gran amiga. Nos vimos obligados a bebernos media botella de Marqués de Vargas (el resto se quedó: había que conducir) y me preparó para una tarde de cuatro horas en Notaría con mucho mejor humor.

Por lo demás, debo contar que una gran amiga nos regaló a MBO y a mí en nuestra reciente visita a MAD un libro que me puse a leer anoche y ha conseguido ir a parar a mi portafolios para poder seghuir leyéndolo por la calle mientras voy de aquí para allá por Zaragotham: Al Oeste de Roma, de John FANTE. El otro día se lo contaba a la obsequiante: me parece fantástico que me descubran escritores a los que no conozco en absoluto, y, sobre todo, que el descubrimiento sea tan sensacional. La literatura norteamericana sigue proporcionándome sorpresas, y este tipo (o más bien, el estilo de este tipo; Fante, quiero decir) se enlaza con la parte más sarcástica (que la hay) del mejor Irving del principio, con Cheever y con los narradores yanquies (incluso con los de Novela negra, en cierto sentido). Como siempre, el regocijo con la precisión automovilística (curioso). Dos relatos, uno más jocoso con el fondo cruel de Vietnam (Mi Perro Idiota) y uno que, sin nada delictivo, es absolutamente novela negra: La orgía: me ha recordado al Chester HIMES de Puntas Rosadas, por ejemplo.

Ah, por cierto, sí: la fiesta del sábado noche fue para celebrar que ese día cumplía cuarenta y un años de vellón. Sips. Pero oyes, a las cinco que acabamos. Y ejke estoy hecho un chaval.

14 comentarios:

Awake at last dijo...

Felicérrimas cuarenta y una primaveras, herr Hans, se le achucha virtualmente desde estos lares llenos de verdor (y algún que otro mosquito)

Mks.

Wendyqueridaluzdemivida dijo...

Felicidades caballero!!!
Me uno al achuchón virtual de Awake.

Besos.

Casta dijo...

Un besote grande Hans

Ángel dijo...

Así que 41 tacos y hasta altas horas de la madrugada celebrándolo por ahí, ¿eh? Pues felicidades por partida doble.

Esos viajes DFN son de lo más sugerentes. Ese rissotto de azotea me ha abierto el apetito -a estas horas, sí-, pero el lancero... Si me invita le dejo que se fume el mío mientras me entrego al Red Label.

Y ahora es cuando me pongo pesado (otra vez): si quiere precisión automovilística, no exenta de algún gazapo, léase Middlesex de Jeffrey Eugenides, un repaso a la automoción USA paralelo al argumento del libro.

Xurri dijo...

jajajajaja... muy bueno lo de la estupendísima corbata !!

Un plaisir el almuerzo. Repito.

Es usted un encanto.

dwalks dijo...

he flipado cuando has dicho que es tu (¿vuestro?) cumpleaños. no por lo bien que os veo, sino porque no me puedo creer que ya haya pasado un año desde aquella fiesta a la que no pudimos ir. qué fuerte.

aniuei, muchas felicidades y ojalá que seáis un ejemplo de lo que nos espera cuando lleguemos a esa edad.

besos y abrazos!

nota: ojo con los nudos rotundos de corbata. a veces el límite entre tener confianza en uno mismo y ser un vendedor de tecnocasa, es muy fino. y no va por ti, que sé que sabes dónde están los precipicios horteriles, lo digo así al mundo en general.

Silviaeny dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Silviaeny dijo...

JAPI BERZDEI!!!Y que cumpla uste muchos mas y se siga haciendo todos los nudos que le de la gana con las corbatas esas de la galeria Vittorio Emanuele que cuestan una pasta gansa!
xo
S

Cayetana Altovoltaje dijo...

¡Felicidades! Así me gusta, que no decaiga el índice crapulesco con los años. También le recomiendo Middlesex (se la regalaría si aún la tuviera, pero ya la liberé). Yo también quiero hacer viajes de gigoló.

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños, joven Hans. Y que cumpla ud muchos mas y siga ud hecho un chaval.
Suscribo el comentario del joven Dwalks: cuidado con los nudos de corbata, son muy traicioneros, la sutil diferencia entre poco/mucho y lo justo es muy sutil, sip.
Fante es un grande, a todo esto. Lea ud su ciclo de hollywood, que si no recuerdo mal empieza en Sueños de Bunker Hill (creo). Un grandisimo escritor. A mi me recuerda a Bukowski mucho, pero solo en lo bueno, no en el histrionismo bufonesco del que abusa Chinasky. Claro que esto no es mas que una opinion.

arbusto el guerrero dijo...

Felicidades, Herr Hans.

mila dijo...

Felicidades.
Sí a Fante.
Sí a Middlesex.
Sí a la Principal.
No a las corbatas, o al menos no a las corbatas cada día.

ATT dijo...

Japi berzdei tu yu, mai fren

Hans dijo...

Danke Schönn, Awake, Wendy, Casta, Warrior Bush y ATT. ZZPaff, o alternativamente Afterbite, son la solución en los lares plenos de verdor (o verdura).

Ayer compré Middlesex, Ángel, Cayetana y Mila. En cuanto a lo de los viajes de gigoló, querida, dese V. tiempo, que es demasiado joven :-D

Hay que desmitificarse cada día, queridísima Xurri: si no, uno se vuelve gilipollas. Por lo demás, y como bien sabes, el sentimiento es mutuo.

Ya ves, Dwalks: el tiempo no pasa despacio; antes bien al contrario, va a toda hostia. Por lo demás (y va para tí y para Elpep), como sabes bien, no soy un tipo de nudo-erección de esos de comercial de seguros. Lo mío es el Windsor perfecto: impecable triángulo bien definido, aferrado a la camisa y sin excesos. El otro día lo calculé: así a palmos, lo he hecho unas nueve mil veces.

Silvia, yo creo que lo que cuesten es un poco irrelevante. Lo de que a uno le peguen un buen revolcón para ponerle en su sitio es de lo más conveniente.

Mila, cada hora tiene su afán. La corbata tiene su sentido en los contextos adecuados.