Viernes noche. No me he organizado bien, tengo un run out de determinados productos imprecindbles para preparar una quiche lorraine y UPMM llega demasiado tarde de su entreno de jurgo (más indicación, al pie) como para enviarle a comprar bacon y crema de leche.
Llamo a Telepizza. El modelo adecuado a los gustos de la Famiglia es desde hace tiempo uno muy estándar: carbonara familiar de masa fina con cebolla, queso y extra de queso. Nada más: tengo cerveza mejor de la que me ofrecerán, las delicias de pollo me dan lo mismo y no, no quiero otro abrebotellas de los Simpson (un poner)
Hace ya algún tiempo que compruebo que en mi Telepizza me atiende un conjunto de voces de dulce acento argentino que ocultan una desdotación neuronal abundante. Es decir: oligofrénicas, pobre crías. Supongo que el aplicativo informático de que se valen es una puta mierda, pero mis conversaciones ocasionales con ellas (tampoco hacemos tanto uso del motoservicio pizzero) son siempre como un guión de drama surrealista. La de Dios.
Paulita es la de esta noche. De Mendoza, diría yo. Como me sé cómo es la cosa le digo "Buenas noches, Paulita. Mi teléfono es el xxx yyy zzz, ¿sí?" (obsérvese el deje porteño en esa afirmación confirmativa tan cara a los argentinos y tan perfectamente gilipollas en castellano peninsular) "Si. Su dirección es xxxxxx, número xxxxxx, piso xxxxx, ¿sí?" "En efecto, Paulita"
TELEPIZZA- "¿Qué desea?"
HANS- "Sí, Paulita: quiero una carbonara familiar de masa fina con cebolla, queso y extra de queso. Se lo repito: una carbonara familiar, ¿de acuerdo?"
T- "sí. Quiere añadirle algo más?"
H- "Sí, en efecto: queso y cebolla"
T- "Quiere cebolla, entonces?"
H- "Sí"
T- "Un momento"
T- "Puedo ofrecerle además doble de queso para que quede más jugosa"
H- "Si, Paulita, ponga por favor doble de queso"
T- "Muy bien. Pero... ¿quiere doble de queso o cebolla?"
H- "Paulita, si no me equivoco no son opciones excluyentes: quiero las dos cosas"
T- "O sea que quiere media pizza con cebolla y media con queso?"
H- "No, Paulita: quiero TODO con las dos cosas"
T- "Un momento"
T-"Muy bien. Puedo aplicarle la oferta 'El Momentazo', que incluye con su pizza delicias de pollo y dos botellas de cocacola zero por 8.95 EUR"
(Nota marginal: nuestro pedido estándar son 22.00, poco más o menos. Siempre)
H- "Perdone, Paulita: ESTÁ SEGURA de que por ese precio me sirve pizza, acompañamiento y bebidas?" (no me lo creo, ni de coña)
T- "Sí"
H - "Ah, vale: adelante, pues"
T- "Un momento"
T- "Muy bien: entonces será una pizza mediana de masa normal carbonara con cebolla"
(MBO entra en la habitación con cara de desespero ¿todavía Telepizza?)
- "No, Paulita, no: es una carbonara familiar de masa fina con cebolla, queso y extra de queso"
- "Ah. Un momento".
Me estoy aburriendo de contarlo. He tenido que repetir tres veces el pedido completo hasta que he conseguido que me garantizase que me iba a servir lo que quería (por 22.00 EUR, claro). Duración de la llamada, catorce minutos cronometrados. Juro que para evitar cortarme las venas y/o mandarla a hacer gárgaras he tenido que hacer uso de mi paciencia ilimitada.
Lo cierto es que aquí estoy ahora esperando que me traigan una pizza pequeña de mamouth con masa gorda y salsa de enchilada, o así.
Ya os hablaré del jurgo de UPMM, que tiene castañas. Y de la semana que he pasado (que ha vetado cualquier actualización del bló). Y de lo hasta las narices que MBO y el que suscribe estamos de la delincuencia infantil y juvenil que puebla nuestro hogar. Y de la cava que me he procurador para guardar el vino comme il faut. Y del concierto de anoche. Y espero ser capaz de colgar una foto de un cuadro que hemos comprado esta tarde: una preciosidad. De momento voy a ver si el motero lleva cambios.
Llamo a Telepizza. El modelo adecuado a los gustos de la Famiglia es desde hace tiempo uno muy estándar: carbonara familiar de masa fina con cebolla, queso y extra de queso. Nada más: tengo cerveza mejor de la que me ofrecerán, las delicias de pollo me dan lo mismo y no, no quiero otro abrebotellas de los Simpson (un poner)
Hace ya algún tiempo que compruebo que en mi Telepizza me atiende un conjunto de voces de dulce acento argentino que ocultan una desdotación neuronal abundante. Es decir: oligofrénicas, pobre crías. Supongo que el aplicativo informático de que se valen es una puta mierda, pero mis conversaciones ocasionales con ellas (tampoco hacemos tanto uso del motoservicio pizzero) son siempre como un guión de drama surrealista. La de Dios.
Paulita es la de esta noche. De Mendoza, diría yo. Como me sé cómo es la cosa le digo "Buenas noches, Paulita. Mi teléfono es el xxx yyy zzz, ¿sí?" (obsérvese el deje porteño en esa afirmación confirmativa tan cara a los argentinos y tan perfectamente gilipollas en castellano peninsular) "Si. Su dirección es xxxxxx, número xxxxxx, piso xxxxx, ¿sí?" "En efecto, Paulita"
TELEPIZZA- "¿Qué desea?"
HANS- "Sí, Paulita: quiero una carbonara familiar de masa fina con cebolla, queso y extra de queso. Se lo repito: una carbonara familiar, ¿de acuerdo?"
T- "sí. Quiere añadirle algo más?"
H- "Sí, en efecto: queso y cebolla"
T- "Quiere cebolla, entonces?"
H- "Sí"
T- "Un momento"
T- "Puedo ofrecerle además doble de queso para que quede más jugosa"
H- "Si, Paulita, ponga por favor doble de queso"
T- "Muy bien. Pero... ¿quiere doble de queso o cebolla?"
H- "Paulita, si no me equivoco no son opciones excluyentes: quiero las dos cosas"
T- "O sea que quiere media pizza con cebolla y media con queso?"
H- "No, Paulita: quiero TODO con las dos cosas"
T- "Un momento"
T-"Muy bien. Puedo aplicarle la oferta 'El Momentazo', que incluye con su pizza delicias de pollo y dos botellas de cocacola zero por 8.95 EUR"
(Nota marginal: nuestro pedido estándar son 22.00, poco más o menos. Siempre)
H- "Perdone, Paulita: ESTÁ SEGURA de que por ese precio me sirve pizza, acompañamiento y bebidas?" (no me lo creo, ni de coña)
T- "Sí"
H - "Ah, vale: adelante, pues"
T- "Un momento"
T- "Muy bien: entonces será una pizza mediana de masa normal carbonara con cebolla"
(MBO entra en la habitación con cara de desespero ¿todavía Telepizza?)
- "No, Paulita, no: es una carbonara familiar de masa fina con cebolla, queso y extra de queso"
- "Ah. Un momento".
Me estoy aburriendo de contarlo. He tenido que repetir tres veces el pedido completo hasta que he conseguido que me garantizase que me iba a servir lo que quería (por 22.00 EUR, claro). Duración de la llamada, catorce minutos cronometrados. Juro que para evitar cortarme las venas y/o mandarla a hacer gárgaras he tenido que hacer uso de mi paciencia ilimitada.
Lo cierto es que aquí estoy ahora esperando que me traigan una pizza pequeña de mamouth con masa gorda y salsa de enchilada, o así.
Ya os hablaré del jurgo de UPMM, que tiene castañas. Y de la semana que he pasado (que ha vetado cualquier actualización del bló). Y de lo hasta las narices que MBO y el que suscribe estamos de la delincuencia infantil y juvenil que puebla nuestro hogar. Y de la cava que me he procurador para guardar el vino comme il faut. Y del concierto de anoche. Y espero ser capaz de colgar una foto de un cuadro que hemos comprado esta tarde: una preciosidad. De momento voy a ver si el motero lleva cambios.
Buen güiken.
8 comentarios:
Magistral. Yo también he pasado por eso y he decidido que para esas ocasiones me paso a la comida china a domicilio. Como se la pido al chino de abajo de mi curro, ya sabe lo que quiero y es de lo más eficiente. Claro, ¡que tengo que jorobarme cuando lo que de verdad me apetece es una pizza!
yo decidí hacerme fan de las pizzas que ofrecen de serie (barbacoba, jauayana, etc...) para evitar pasar por esos trances. como tienen el botón en el ordenador, pues no se lían.
y siempre voy a por ellas, que dan dos.
ya nos contarás cómo haces esa quiche, es uno de esos platos que me encantan sin haberlos probado nunca. es que me gustan los ingredientes y, sobre todo, el nombre, no puede estar mala.
Creo que hubiera sido muy preferible la quiche, pero un día es un día y así te quitas las ganas de llamar al telepi por una temporada.
Ya he contado en varias ocasiones, pero lo repito una vez más porque viene al caso y me hace mucha gracia, que mi señor padre, cansado del diálogo de besugos y de los errores de los telepizzeros, optó por secuestrar a un repartidor hasta que se aclarara "lo de sus alitas de pollo". Por supuesto, no justifico esta modalidad de terrorismo doméstico, pero es que van provocando...
Uff, uff, todo eso suena muy pero que muy estresante.
Yo es que no tengo paciencia, y les acabo colgando, no sin antes decir alguna cosa desagradable, que sin querer se me escapan a veces.
Los chinos tienen también su riesgo, porque el que se pone al teléfono además suele usar profusión de "l" y dice muchas veces "si, si". Nunca sabes lo que te van a traer, lo cual con la comida china en realidad no es de sorprender (miente el qeu diga que nunca se pregunta el origen de los ingredientes de la comida china) ni tampoco tiene gran relevancia gastronómica (en realidad solo hay tres platos, por más que los llamen de 50 formas distintas).
En fin, relájense y disfruten, por favor, que ya está el otoño aquí y aún quedan muchos días de dura travesía hacia el sol.
a Hans lo veo cansado y un poco, cómo diría, esenciado. No sé si se me entiende, la cosa es que se ha quitado adjetivos y le sale una cosa como más natural y más divertida pero también un poco enfadada y puntiaguda. Estoy deseando que nos hable de la delincuencia juvenil e infantil que asola su hogar
Me he reído hasta las lágrimas al imaginarte con tus exquisitos modales y tu paciencia a punto de reventar. Surrealista en efecto.
Hace no mucho pedi una pizza mediana con atun, cebolla y extra de queso.
Me sirvieron una mediana con bacon, carne y salsa barbacoa.
Bueno, llegué acá buscando "efecto queso". Que es un efecto adverso de algunos antidepresivos.
Los misterios del Google...
Muy gracioso el posteo!
Me hizo acordar a las preguntas ilimitadas de los muchachos de Mc Donald's y afines: "Y por 50 centavos más, ¿desearías...?" (Complete la línea punteada.)
Saludos!
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