23 junio, 2006

Ready, steady, go!

Pues bueno, pues muy bien. Llega el fin de semana de San Juan. De hecho ESTA es la Noche de San Juan. Como me decía esta tarde mi amigo Alex, que es quien desde hace unos 20 años me corta el pelo, ésta es una noche mágica. Mágica y más en concreto -al menos en la edición 2006- húmeda: el cielo está viendo a ver si cae o no sobre nuestras cabezas [(c) Goscinny-Uderzo]. Personal y egoistamente, entiendo que convendría que así fuese, dado que mañana MBO y yo celebramos en el chalet de mis padres nuestra 40's birthday party, y convendrá que la cosa esté despejada: una cosa es que la gente borracha se caiga a la piscina y se moje; otra muy diferente es que llegue, se cale con la lluvia y se emborrache para amortiguar el impacto del remojón y o la destrucción del peinado-de-peluquería.

He seleccionado un tinto adecuado (un Rioja, Campillo Reserva 2001) en cantidad suficiente. Creo. El albariño me inquieta, tal vez sea insuficiente. A lo mejor mañana me hago con un par de cajas de Verdejo de Rueda, que entra bien fresquito. Cerveza, c.s.p., que dicen los químicos farmacéuticos. O no. No sé. Creo que me haré con un retén adicional. Johnnie Walker Black Label y Bombay: doce y doce botellas. Más que suficiente. Si nos bebemos todo eso habrá algún coma etílico. Hay limones para los yintónix (no tenemos edad de beber chapuzas). Como viene una rusa hay Stolichnaya (tópico y lugar común); como hay niñas (+18, no se me inquieten), hay Bailey's (item más). No más: he evitado basuras complementarias, manzanitas o melocotones pútridoalcojólicos impropios de un caballero. Dudo, sin embargo, acerca de si encargar algo de un ron adecuado, Havana Club, Brugal... No bebo de eso y no sé.

La gente del catering me ha confirmado que estará en tiempo y forma. El autobús esperará a nuestros invitados quince minutos de reloj en el centro de Zaragotham. He estado ensayando temas con mi amigo Iñaki durante la tarde, y el show estará operativo hacia las 19.30. Y para rematar la tarde, me he cortado el pelo. Mañana trabajaré con Michel -que como buen amigo está igual de nervioso o más que el anfitrión- y repasaremos sonidos, texturas, viejos temas y nueva ola. Es gracioso, esta mañana trataba de explicarle a un chavalín porqué desde 1978 hasta 1990 se publican algunos de los mejores discos de la Historia, y quién es Elvis Costello, o Tom Petty, o por qué Atlantic City es un supertemazo, o por qué Blitzkrieg Bop no es sólo una canción para saltar.

Hay setenta y tantas personas esperando el pistoletazo de salida. Y el cielo está viendo a ver si rima exactamente con la primera de las Grandes Fiestas que hice en el chalet, allá en 1985, y que han creado la tradición de que "Es que las Fiestas de Hans... son las Fiestas de Hans". En aquella Fiesta, que organizamos mi amigo D. y yo, se cayó el cielo, con un camino de acceso no asfaltado que convirtió mi 2cv6ct de la época en un vehículo anfibio. Y la gente a la Piscina. Y al día siguiente la gente durmiendo por ahí: una tumbona instalada en el techo de un r5. Y mucha ropa interior abandonada por debajo de las hamacas del jardín. No merece la pena ahora hablar de todas las demás, aunque, en 1990, hice la más importante de todas. Aquella en que conseguí convencer a MBO de que, en realidad, para qué seguir por la vida cada uno por nuestro lado, si era evidente que no debía ser así. Es decir, convencerla de lo que yo sabía desde una mañana de Diciembre de 1989 en que MBO cruzó por delante de mi coche en la Calle María de Molina de Madrid. Conseguí convencerla de eso mientras administrábamos una crisis internacional porque mi amigo el héroe había dejado de lado a la chica californiana en beneficio de una rusa blanca (el muro no había caido), mientras los tres irlandeses amigos de no sé quién se bebían ellos solos el cajón de Guinness que se habían traido (amanecieron los tres apoyados cada uno en el hombro del otro, contra la pared) y mientras Yolanda, la novia de mi bajista, una de las chicas más guapas que podríais imaginar, con el pelo al cero, se bebía una botella de tequila mientras M., la novia anterior de dicho bajista, lloraba las ausencias. K., el objeto de tanto deseo, bailaba con The Ramones.

En cada una de mis Fiestas he pasado la noche anterior dando vueltas a problemas de organización. Hoy tengo menos de esos. Creo que tengo los flancos débiles controlados, en buena medida. Sin embargo, jamás sabes si una Fiesta ha sido redonda hasta que se acaba. Tal vez el domingo pueda deciros algo. Realmente mi duda más profunda, ahora, es si tocar mañana con la Stratocaster o con la Rickenbacker.
Guten Nacht.

9 comentarios:

arbusto el guerrero dijo...

Qué envidia una fiesta así... ya que no invitas a los lectores, espero que al menos nos informes en tiempo y forma adecuados.

A pasarlo bien.

Anónimo dijo...

Recomendación con el Ron: Flor de Caña 5 años.

Pasadlo bien :-))

Awake at last dijo...

Con semejante infraestructura, para mí que hasta el lunes o el martes no levantarás cabeza, XDDDD

Besos!

Hans dijo...

¿Quién ha dicho que no invito, WBush? Lo que pasa es que lo veo complejo...:D
Tomo nota, e-jay.
Te lo contaré, Awake.

Xurri dijo...

Felicidades a ambos. Seguro que la fiesta será un exitazo. Xin-xin y besotes.

Wendyqueridaluzdemivida dijo...

Yo quiero la crónica ya.

Anónimo dijo...

Bueno, ya es domingo, así que esperamos el relato completo. Por cierto, ¿es tu cumpleaños de verdad o es una fiesta por adelantado? Lo digo por felicitar y tal.

Davidik dijo...

¡Felicidades!, mi cumpleaños es el mismo día, en San Juan, pero no puedo competir con semejante celebración. Seguimos esperando la crónica. Según ésta se retrasa, nuestras mentes retorcidas imaginan la fiesta cada vez más espectacular (y con más espectaculares consecuencias).

Gachas dijo...

¡Lo que se ha perdido Gachas! ¡Seguro que había estupendos y simpáticos cuarentones/as con los que reir y charlar!
Me ha matao lo del Baileys para las chiquillas: o sea, que las chicas bebemos cositas cremositas y pedorras y los caballeros, nada de mariconadas, güena ginebra.
Yo conozco bellas féminas que fuman Ducados, Jansito.