Voyons...
El viernes, después de notable metida de pata organizativo familiar por mi parte -que no viene al caso glosar-, me fuí a La Lata de Bombillas a ver un fastuoso concierto (que ya tenía programado) de The Vibrants. Los Vibrants son más surferos-rock'n roll, pero ahora suenan limpio, han dejado el toque garajero que saturaba más de lo debido el Pipeline, por ejemplo.
Como el bajista -que es quien les ha "pulido" en buena medida el sonido, pues es un fantástico técnico- es amiguete, luego estuve hablando de coñazos técnicos de esos con los que no os aburriré, aunque su sonido es estupendo y muy vintage (todo a base de amplis Fender, Unidades de reverberación Fender e instrumentos muy de época (Fender JazzMaster, Mustang y todas esas cosas).Me encantan los instrumentales sesenteros, y como soy pelín culo veo culo quiero, al día siguiente -como se verá- me compré un juego de D'Addarios del 0.010 de entorchado plano con las que me despellejaré los dedos pero sonaré muy, muy Shadows.
La noche constinuó en el Blue Note, con la presentación del número xxx de Aki Zaragoza, lleno de divinos, divinas y petardeo general. Me tomé una copa y a casita, que es tarde.
El sábado tuvo partido de basket de UPFm a las 12.00 (derrota demoledora 40-0, pobre mía, les hacen jugar con niñas mayores y me las canean); luego, para quitarle la pena, la llevé a mi proveedor de guitarras y esas cosas y aparte de las D'Addarios para mí le compré unas cuerdas y una púa, todo ello muy blandito, para que empiece a tocar; ya la tiene encoardada, y veremos lo que le dura (fue petición suya, no soy culpable :-D)
En estas fecha, qué menos que proceder a compras navideñas. MBO se ha comido la parte del león del pestiño adquisitivo, pero el sábado tarde tuvimos un par de gestiones conjuntas antes de irnos a cenar con los amigos. Si, señores: dieciocho personas pudieron cenar bien en un sábado de estas fechas por 35 EUR each, all included. Eso sí, tal cual salimos de la agradabilísima cena, fuimos a un par de garitos completamente cortarrollos (el segundo, esepcialmente nauseabundo: tardamos SEIS minutos en irnos a casa, incluida la cata del cristasol que me pusieron como disolvente: regeton, yintóxic y chusma abundante tienen un efecto fulminante sobre MBO & Me. Puedo asegurar, con sólo haber bebido un trago -el resto quedó allí- que si llego a probar ese alcohol de madera quedo ciego para los restos, o, en el mejor de los casos, sigo hoy con resaca).
Y ayer fue domingo, y con eso queda todo dicho. Bueno: todo no, pues UPFm tenía un cumpleaños en un chiquipark y hube de ir a buscarla final de tarde para volver a comprobar que, en efecto, los chicos y chicas que cuidan a los niños en esas instalaciones infernales han tenido que ser MUY, MUY, MUY MALOS en sus anteriores reencarnaciones. Si no, no se comprende semejante castigo.
En fin: estamos a cinco días del culmen del horror navideño éste. Esperemos que pase pronto. Por cierto, parece ser que hoy se han superado las cinco mil entradas en este su blog. Mencanta, para qué voy a engañarles...
El viernes, después de notable metida de pata organizativo familiar por mi parte -que no viene al caso glosar-, me fuí a La Lata de Bombillas a ver un fastuoso concierto (que ya tenía programado) de The Vibrants. Los Vibrants son más surferos-rock'n roll, pero ahora suenan limpio, han dejado el toque garajero que saturaba más de lo debido el Pipeline, por ejemplo.
Como el bajista -que es quien les ha "pulido" en buena medida el sonido, pues es un fantástico técnico- es amiguete, luego estuve hablando de coñazos técnicos de esos con los que no os aburriré, aunque su sonido es estupendo y muy vintage (todo a base de amplis Fender, Unidades de reverberación Fender e instrumentos muy de época (Fender JazzMaster, Mustang y todas esas cosas).Me encantan los instrumentales sesenteros, y como soy pelín culo veo culo quiero, al día siguiente -como se verá- me compré un juego de D'Addarios del 0.010 de entorchado plano con las que me despellejaré los dedos pero sonaré muy, muy Shadows.
La noche constinuó en el Blue Note, con la presentación del número xxx de Aki Zaragoza, lleno de divinos, divinas y petardeo general. Me tomé una copa y a casita, que es tarde.
El sábado tuvo partido de basket de UPFm a las 12.00 (derrota demoledora 40-0, pobre mía, les hacen jugar con niñas mayores y me las canean); luego, para quitarle la pena, la llevé a mi proveedor de guitarras y esas cosas y aparte de las D'Addarios para mí le compré unas cuerdas y una púa, todo ello muy blandito, para que empiece a tocar; ya la tiene encoardada, y veremos lo que le dura (fue petición suya, no soy culpable :-D)
En estas fecha, qué menos que proceder a compras navideñas. MBO se ha comido la parte del león del pestiño adquisitivo, pero el sábado tarde tuvimos un par de gestiones conjuntas antes de irnos a cenar con los amigos. Si, señores: dieciocho personas pudieron cenar bien en un sábado de estas fechas por 35 EUR each, all included. Eso sí, tal cual salimos de la agradabilísima cena, fuimos a un par de garitos completamente cortarrollos (el segundo, esepcialmente nauseabundo: tardamos SEIS minutos en irnos a casa, incluida la cata del cristasol que me pusieron como disolvente: regeton, yintóxic y chusma abundante tienen un efecto fulminante sobre MBO & Me. Puedo asegurar, con sólo haber bebido un trago -el resto quedó allí- que si llego a probar ese alcohol de madera quedo ciego para los restos, o, en el mejor de los casos, sigo hoy con resaca).
Y ayer fue domingo, y con eso queda todo dicho. Bueno: todo no, pues UPFm tenía un cumpleaños en un chiquipark y hube de ir a buscarla final de tarde para volver a comprobar que, en efecto, los chicos y chicas que cuidan a los niños en esas instalaciones infernales han tenido que ser MUY, MUY, MUY MALOS en sus anteriores reencarnaciones. Si no, no se comprende semejante castigo.
En fin: estamos a cinco días del culmen del horror navideño éste. Esperemos que pase pronto. Por cierto, parece ser que hoy se han superado las cinco mil entradas en este su blog. Mencanta, para qué voy a engañarles...
7 comentarios:
Desde que vi a Kurt de los Nirvana con una Fender JazzMaster llevo babeando por una...
UPFm apunta maneras? entonces tiene que dejar lo del chiquipark PERO YA!! Eso es una tortura y además es neurotóxico: para los que saltan en las bolas, para los que los vigilan y para los que les van a buscar.
Yo un dia sobornaré a los vigilantes del chiquipark para que me dejen meterme en la piscina de bolas. Se que lo haré.
Yo sueño con las piscinas de bolas...y no sueño con una Fender JazzMaster porque no sé ni cómo es...
Yo estuve en una fiesta en un chiquipark con el parque de bolas para nosotros... como nos lo pasemos..
Porque tú lo vales...
Cenar por 36 euros es un milagro. Lo del gintonic letal es justo castigo a su soberbia anterior.
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