El viernes por la noche tocó Quique González en Zaragotham, en ese sitio abyecto, la Oasis, donde -entre que la progenie de la mesocracia ciudadana (y la mesocracia propiamente dicha) se atonta a golpe de música infumable y consume supuestas esencias colombianas-, cada dos o tres meses hacen un concierto; dentrellos, un par al año son de mi gusto. Acudo y MBO se desmaya, tan mala es la ventilación y tanto (¿tabaco?) fuma el personal. Camareras de desaforada teta sirven 1664 en, aghs, vaso de plástico. Hay niños de veintitantos más altivos de lo que es razonable en un concierto de rock'n roll y niñas xerocopiadas con flequillos como el que hace dos semanas se puso UPFM.
UPFM. Preciosa réplica de Sylvie Vartan, de France Gall, de Gigliola Cinquetti. Tan mod. No le digo nada, no sea que se me frustre al hacerse consciente del eterno retorno. UPFM, que está ahora sentada al piano eléctrico ensayando escalas. Mi niña, con trece años. Ay, Dios mio, la preadolescencia. Qué dolor.
De fondo, Avería y Redención #7 sonando en el blaster de la cocina, donde UPMM desayuna el bizcocho que las niñas hicieron ayer (¿en su honor?). Hoy UPMM regresa a la Gran Bretaña después de sus vacaciones de mid-term. El referido disco de Quique tiene como un 60% de melancolía de 98 octanos que no creo, si mi memoria no me engaña, que sea lo que mejor vaya a irle al ánimo de UPMM. No sé cómo se llama ella, pero sé está exactamente igual que yo hace, pongamos, 25 años; cambiaría tal vez la banda sonora (¿Nacha Pop? ¿Los Modelos? ¿Los Secretos?). Por lo demás, casi lo mismo.
Ayudo a UPFm con su examen de conocimiento del medio (aka Cono; putas ciencias naturales, o sea) y pienso en la setlist de Los Modos (trece temas listos) o en los últimos conciertos disfrutados. The spirits of the night, una banda de versiones a cuyo frente hay un impersonator (muy bueno) de SPRINGSTEEN (cuyo último disco, Magic compré también anteayer, junto con el de su santa esposa, Doña Patti SCIALFA, aka Alfalfa, y el de Quique González cit supra). Muy buenos los Spirits, con el genial Héctor a la batería. O el concierto de los Héroes, del que se ha hablado tanto ya que no merece la pena escribir nada a estas alturas (lo reservo para próxima ocasión, entremezclado con otras cosas). Y el de Quique, qué caramba, ese tipo formidable, ese gran compositor que no debéis desdeñar: cada vez mejor sobre el escenario, sobre todo cuando se pone eléctrico. Y sensacional su banda, la Aristocracia del barrio. Qué excelente concierto, a pesar de que los últimos tres temas los escuchamos desde la puerta para evitar el ya citado desmayo potencial de MBO.
No hablo hoy de libros... salvo apenas los Momentos estelares de la humanidad de ZWEIG), o Una educación incompleta, de WAUGH, o Hornblower y la Atropos, de FORRESTER (por cierto, el autor de La Reina de África). El primero, obvio; el segundo, imprescindible para mí en este momento dado que UPMM está en un internado inglés que nada tiene que ver con el que sufrió uno de mis autores favoritos. Y el tercero, por seguir la tradicón. Ya he hablado de los Hornblower y éste es bueno, a pesar de que MBO sostiene que el protagonista es plano y sus motivaciones demasiado simples. Personalmente, me parece paradigmáticamente inglés. Y me recuerda tanto al Capitán Scott, preciosamente glosado por ZWEIG en lo suyo... Nada más por hoy, domingo de invierno en que afortunadamente ha salido el sol.
9 comentarios:
Ah...ahora entiendo la razón por la que no os vi, a pesar de que intuía que estabáis ahí e hice un intento de darme una vuelta para ver si os veía. Yo estaba a pie de escenario prácticamente, como si me fuera la vida en ello. Muy grande Quique. En el minuto uno mi amiga ya me dijo lo que yo barruntaba desde hace tiempo: "Ostras, te has dado cuenta de cómo se parece Quique a XXX". A partir de ahí se me subieron los gemelos para el resto del partido y alguna furtiva lágrima. Ay, si es que estos chicos no son conscientes del "pequeño desastre que originan", como diría Quique, o de cómo acabar viviendo en lugares insólitos buscando un rompeolas (snif).
En fin, me agarro a la dedicatoria de "Avería y redención" y sigo en el instituto en esta tarde de evaluaciones. Besos, familia.
Me reconforta que alguien en la blogosfeira cite al viejo S. Zweig. ¡Y a Scott!
Las Naturales no están tan mal, yo odiaba mucho más la gramática (paradójicamente, SÉ que abuso de las subordinadas)
En fin...
Mks.
Todos hemos sido en algún momento franceses, o mods, o las dos cosas...
Ah, LEPANTINA! ¿O sea que la chica guapa de la primera fila que se agitaba desaforadamente eras tú? ;-D
PCBCARP, ya sabe Vd. que compartimos numerosas y respetables pasiones.
No es que las Naturales no me gustasen en su momento, AWAKE(aunque tampoco eran mi pasión). De todas maneras, siempre fuí de letras (de buenas notas)... y si hay alguien que abuse de las subordinadas es, ciertamente, Hans.
CASTA, ya sabíamos de nuestras remotas conexiones espirituales, ¿verdad? :-D Todavía estoy esperando ver alguna foto tuya de los tiempos gloriosos.
Es que me da pereza/vergüenza... y tendría que escannearlas y todo... a ver si encuentro alguna cuando vaya a Barcelona y la cuelgo...
Deduzco que le gustó el concierto de Quique, estimado Hans. Personalmente, lo que más me gusta de QG es esa vena "folk" que saca a menudos en sus conciertos (soy mucho más escéptico ante su lado "rock", cualquier cosa que signifique esto). "Kamizakes enamorados" es un tema que gana muchísimo en la versión en directo, ¿no cree usted?
Muy bien Zweig. ¿Para cuándo una mención a Koestler en este blog?
CASTA, haz el esfuerzo, porfaaaaaaaaaaa... :-D
WBUSH, a mí es que QG me sorprendió el otro día: sonó potente y convincente. Fue un gran concierto, de veras. Y ya sabes, ande' haya una telecaster, ahí habrá un devoto.
Jopetas, qué endivia, qué ganas de concierto del pequeño gran Quique.
Y un poquito (poquito ná má) de ganas de darme un corte a lo Vartan. Más que nada porque empiezo a parecer la pantoja rubia...
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