31 diciembre, 2006

... y postnavideña, preneoañera

Lo cierto es que no tengo muchas ganas de escribir. Como quien me conoce sabe, a mí estas fechas tan entrañables me repatean -precisamente- las entrañas; el suceso de ayer -vid comentario infra- ha acabado de amargarme las oraciones. En todo caso, llevo un montón de días sin publicar una entrada, y debo hacerlo hoy por cuadrar el año.

Desde el dieciocho de diciembre, comidas y cenas de empresa, cenas con amigos -buenos, viejos amigos: constatar que ya demasiada gente, y no sé cómo, se ha enterado de que existe Noticias desde Vladivostok-, días en Sevilla pasando la Navidad propiamente dicha con mi familia política -con mucho curro entremezclado, odiosidad de la posibilidad teletrabajadora-, poderosos desayunos con exquisitos molletes rellenos de jamón y una cafetera italiana puesta a mi disposición, algunas malas -terribles- noticias que afectan a personas a quienes aprecio (y alguna excelente para QL y por tanto para mí también).

Y una doble y lamentable constatación:

a) Por supuesto, yo tenía razón, y sólo se ha perdido tiempo, desperdiciado esfuerzos de miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado e incurrido en graves riesgos, dando alas a una banda mafioso-asesina que estaba contra las cuerdas. El Sr. Presidente del Gobierno es un perfecto incompetente guiado por su incapacidad y su voluntad -ahora frustrada para siempre- de pasar a la Historia como el solucionador del problema etarra.

b) Hasta de gente a quien considero sensata he escuchado las tontadas previsibles en cuanto al efecto del hecho sobre el pepé.

La estadía de la progenie en Sevilla hasta el día de antes de Reyes nos ha proporcionado la posibilidad de enterarnos de alguna cosilla en mi hometown, que este año está particularmente fría y neblinosa, cual Londres de tercera categoría:

a) Scoop es genial e imprescindible.

b) Hay garitos nuevos en Zaragotham que merecen la pena (El Cubo, señaladamente)

Después de un tremendo -y extremadamente grato- chapuzón de ORWELL, leo a Rafael REIG, Manual de Literatura para caníbales, con el que deberíais haceros al punto. Qué gloriosa mala leche, qué ingenio desbordante y qué bueno sería convertirlo en lectura escolar obligatoria. Hace falta ser muy inteligente y bastante culto para escribir ese libro. Como es obvio, me está encantando

En fin, mis muy queridos lectores. Poco más que decir, pues poca es la inspiración -y, para qué omitirlo, el ánimo- de éste su anfitrion. Que lo que yo quería hacer es desearos a todos un muy

FELIZ AÑO 2007

Abrazos para todos, besos para todas.

2 comentarios:

Sue dijo...

Feliz año a ti también. Espero que las noticias buenas sean muy buenas y que malas no haya más. Creo que nos hemos puesto a bloguear a la vez, fíjate.

mila dijo...

Como ya he comentado en algún otro blog, dejo mi frase de cabecera para el año entrante (obra de un profesor universitario lúcido, que los hay):
que el pesimismo de la inteligencia sea compensado por el optimismo de la voluntad.
Ala, feliz 2007