
Esta noche hemos ido a ver a Marlango tocar. En los comments a esta entrada del blog de Wendy se organizó cierta tangana en cuanto a la susodicha banda. Yo mantengo lo que dije; item más, tocan bien y tienen un buen grupo (salvo el guitarrista para mi gusto, pero vid infra); tienen "gracieta" en el escenario. Cierto que no acabo de comprender ese rollito tan poco expresivo de una actriz, como muy acertadamente ha dicho MBO.
Está por casa el primer disco, al que yo había prestado una atención digamos de 6 de 0 a 10.
El concierto ha tenido lugar en el Teatro Principal de Zaragotham. Un teatro-teatro, o sea, con sus oropeles y terciopelos, con sus desconchones aquí, allá y acullá y con sus incómodas butacas fin-de-siècle (XIX, naturalmente). El sitio perfecto.
MBO, que es muy organizada, compró las entradas hace un mes, de modo que estábamos exactamente en la Fila 1. Perfecto... y a unos 75 cm. de las torres de sonido. Dado el catarrazo -que amenaza con llevar aparejado su correspondiente repercusión otítica- la verdad es que han sido momentos de mucho miedo... hasta que han empezado a tocar.
Y es que ha sido sonido limpio, limpio; suenan muy bien, y las bandas de ese tipo, poco estridentes, bien sonorizadas, son una gozada. Por supuesto, los vientos se oían a pelo, casi sin concurso del sonido exterior.
En ese entorno, que permitía tocar de modo que se les oía nítidamente y ellos podían oir casi a alguien que gritase un poco, es fantástico ver conciertos así. Pensaba yo esta noche en un concierto, también en el Teatro Principal, que no sé qué chalado organizó, pero a cargo de Nick Cave. El horror, el desastre.
Marlango son una banda híbrida. Cierto es que se ven puntos jazzy, pero yo no diría que es lo más importante ni de lejos. Veo mucho más soul en los temas agitados, mucho cabaret berlinés en esas cosas sincopadas con su si-es-no-es siniestrillo, e incluso me recuerda en ocasiones a Rickie Lee Jones. Mucho más, todo eso, que Jazz.
A la salida estábamos los dos muy contentos. Un concierto muy agradable, mejor de hecho de lo que nos esperábamos. Nos hemos encontrado con Lola, una conocida que tiene su propia banda. Canta, ella. Cara de disgusto. "Gran concierto", digo. "No es esta mi idea de un gran concierto", dice. "Mujer, la banda es buena -salvo el guitarra- y lo hacen bien", trato de reconducir. Más cara de asco "Lo que pasa es que tiene muy poquita voz y la aprovecha muy bien, y le hacen los temas que le cuadran perfecto a pesar de su poca voz, y no entiendo por qué ese rollito de niña ñoña, y se ha ido en un par de semitonos en los temas sólo voz y piano, y...". Etcétera.
MBO se mordía los labios. MBO -que es muy de clásica- siempre cuenta lo que le repateaba en la Ópera escuchar a los supuestos entendidos poner de manifiesto su disconformidad con tal o cual nota de la soprano, o, en los conciertos, criticar el momento en que se interpretaba tal o cual semicorchea. Lola casi se ha oido una fresca. Por cierto, creo que presenta su banda dentro de un par de semanas.
Ello me ha hecho replanteármelo. A ver si es que no es que el guitarrista sea malo. Lo que pasa -seguro- es que la suya no coincide exactamente con mi idea de cómo debe tocarse la guitarra. Voy a ver si voy aprendiendo a ser menos integrista...