13 febrero, 2010
Gente indigna
09 enero, 2010
H.H. (O, tal vez, I.H.V.M.M.)

Les presento mi nuevo apero, una Fender Telecaster American Standard obsequiada por Sus Majestades de Oriente. Esta noche tiembla Troya en el ensayo.
Sé que soy debitoris de recomendaciones librarias, pero me da una pereza mortal, y no por falta de material sugerible (ya les hablé del estante lleno de libros pendientes de clasificar alfabéticamente hasta que los comente aquí), si no más bien por que casi nada de lo último que he leido me ha causado excesivo placer: podría, empero, hablarles de dos cosas: por una parte, de El cuarto oscuro de Damocles, una novela de 1958 debida a Willem Frederik HERMANS. Tengo que esforzarme mucho para recodar autores holandeses que haya leido: hago una revisión rapida en 360º de mi biblioteca y la tricolor horizontal luce poquísimo. Nada, así, a primera vista, salvo Cees NOOTEBOOM. Parece que este señor -que yo desconocía en absoluto, por supuesto- es uno de los grandes escritores de la segunda mitad del siglo XX que ostentaron (faltó en 1995) dicha nacionalidad. Parece, igualmente, que Tusquets ha decidido dar difusión a su obra en España. La novela a que me refiero, en fin, es una cosa un tanto extraña, que concluye con un epílogo consistente en la transcripción de un pasaje de las Investigaciones filosóficas de Ludwig WITTGENSTEIN, cosa que creo que para bastantes de Vdes. será suficientemente significativa. Partiendo de que lo que yo iba a leerme era una novela negra, ambientada en los tiempos de la Ocupación y con cierto dilema moral, me encontré un artefacto hilvanado con no mucha destreza, sin demasiado ritmo, de anecdotario flojillo y protagonista cargante. Los personajes no se desenvuelven bien y yo diría que hay incluso alguna inconsistencia en los hechos de partida y la irresolución final (para entendernos, Dorbeck se identifica como Jagtman en la página 39, y ese hecho es demasiado significativo como para no tomarlo en consideración en el embrollo de mil pares de cojones que estructura las cien páginas que van de la 283 a la 383). En resumen: como soy español y por tanto hijo de la Patria que tantos dolores causó a las Provincias Holandesas (aquí vendría lo del Duque de Alba y blablablá) es posible que los holandeses me sean acreedores culturales y deba cada tanto de pagar el correspondiente diezmo compensatorio. Con la lectura de este libro he satisfecho unas doscientas cuotas.
Por otra, de una colección de relatos, a priori de obligada lectura para bitelmaníacos, 22 escarabajos. Antología hispánica del cuento Beatle, pero lo cierto es que el libro, que prometía, no cumple con las expectativas generadas. De entrada, el antologuista se ve obligado a cascarse una paja mental de alto voltaje y veintidós páginas en forma de introducción donde explaya con sobrada pedantería y escasa originalidad la evolución de la poética en los Fab Four (vamos: que los primeros textos eran muy simples y monotemáticos y los últimos más densos y sugestivos). La antología comprende relatos de once españoles y aportaciones de un muy medido cincuenta por ciento de hispanoamericanos muy, muy hispanoamericanos. Los veintidós relatos son de calidad y acierto variable, pero de entre ellos destacaré el estupendo Compota de manzana, de la sensacional Patricia ESTEBAN ERLÉS (háganse como puedan con su Abierto para fantoches, aunque sólo sea por disfrutar de la descripción omisiva de la protagonista de Ada Neuman y la genialidad en la descripción de la hijoputez de La más bella del baile) y en menor medida Rock in the Andes de Fernando IWASAKI (que en todo caso no me convence tanto como otras cosas del mismo autor, y que además tiene un tinte Brycecheniquiano muy intenso). El primero es brillante per se, pero, además, porque respeta lo que a mi juicio debe ser el programa de partida de semejante antología: el eje sobre el que ha de girar el relato es precisamente el objeto de la antología: en el caso, los de Liverpool.
En fin, queridos: que estamos en 2010. Que feliz año. Y que antes de irme a ensayar voy a cenar algo teniendo como banda sonora la edición especial de THE BEATLES que me han traido los Reyes, también.
12 diciembre, 2009
Diciembre
Como es bien sabido en buena parte de la blogosfera, MBO ha pasado cinco semanas sabáticas en NYC, y regresó hace apenas dos. Escribió un diario de viaje sensacional que creo que ojea cada tanto para comprobar que no fue un sueño. Yo sueño a su través: es bastante improbable que pueda disfrutar de algo tan sensacional en mi vida. 'Las cosas son como son', que digo yo en cierto tema (El Espejo: váyanse a nuestro MySpace si quieren escucharla).
Entre tanto, anduve tales treinta y tantos días administrando las dos bombas hormonales (UPFM y UPFm) y el elemento complementario 'mayor de edad' (UPMM) sin demasiado desdoro para la dignidad de Domus Hansis. Será difícil, qué coño, muy difícil no soñar con las tres sílabas de la palabra dieciséis. Salí algún que otro día con viejos amigos, ví algún concierto de interés y conseguí -conseguimos Míchel y yo, por ser exactos- sustituir a Javier y a Christian, batería y bajista de Los Modos, defectivos en razón de otros proyectos. Sustituidos que fueron, respectivamente, por Jose (sic: no falta la tilde) y Manu, éste último nos dejó colgando hace una semana, y vamos locos buscando nuevo bajista. Considerando que la nueva trayectoria de Los Modos arranca hace apenas quince meses, es lo cierto que TRES bajistas son demasiados. Creo que al próximo que entre le hago firmar un compromiso so pena de emasculación, o algo así.
Estamos a punto de embarcarnos en la segunda quincena de Diciembre, momento del año especialmente odioso para los navitófobos, el Presidente de cuya Asociación Mundial soy yo. Odioso en general por exceso de calorías ingeridas, por exceso de alegría de plexiglás, por saturación de almuerzos-y-cenas de hermandad que quizás en cualquiera de los otros meses me apetecería. Voy buscando un sitio 'donde un disco suene fuerte y no pueda ni hablar' (no es mío, es del llorado Antonio Vega). Odioso en particular, porque soy un tipo bastante correoso, pero estoy, exactamente, al borde del colapso. Aquí queda, en confianza. Ni más ni menos. En tal status, sumergirme en la Navidad es, estrictamente, lo peor.
Como soy un hombre y soy simple, en una primera aproximación debería resolver las cosas de modo simple, así que he valorado alguna alternativa.

Esa es la primera de ellas: simple, excusable, de fácil gestión (ya la he estado probando, de suyo, y me convence por todos los conceptos).
Sin embargo, cuando lo pienso en serio, basta con mirar a la rubia y a lo que aparece en mi ventana (que es la foto de ahí arriba del todo) y así me sale pensar que en realidad no tengo derecho alguno a protestar. Suena baboso, lo sé. Pero, qué quieren, es lo que hay. Hoy, en particular, día quince de diciembre (diga lo que diga el boggerapero), más a más.
Por lo demás, y aunque no me encuentro a mi mismo, creo que hablé ya por aquí de La Elegancia del Erizo, de Muriel BARBERY. Hoy hemos ido a ver El Erizo, película basada en la novela, que creo que puedo recomendar sin dar mucha más indicación (dado el riesgo de spoiler). Diré que los dibujos, aportación extraña a la novela, justifican por si solos la recomendación de este drama, hermoso, estético y consecuente.
Y por ser congruente debería hablarles de libros. ¿Saben Vdes. que en mi biblioteca, ordenada alfabéticamente con trabajo de chinos, hay dos estantes dedicados exclusivamente a dejar los libros que, aún no ubicados en su lugar correspondiente, esperan ser comentados en Vladivostok?. Muchos libros. La tristeza -apenas: diré, más bien, algo así como la nostalgia o aún mejor esa lasitud dejada que, de seguro, conocen Vdes.- hace imposible la tarea de hablar de como cincuenta libros. así que al tirón cojo dos. Curiosamente, se entremezclan por el contexto ideológico que los fundamenta: El lector, de Bernhard SCHLINK y Lo seco y lo húmedo, de Jonathan LITTELL. A éste último le conocen Vdes. bien, sin duda. Al primero, probablemente, no. Eso es irrelevante. En esta nueva era de absoluta estulticia no es realmente importante. Pero he de reconocer que hablar de esto, que es serio, me exigiría en este momento estar en situación adecuada. No tengo ánimos (aunque lo haré, de veras: hay muchas cosas de las que hablar ahí). Como contrapartida estaba a punto de dar noticia a Vdes. de escritores escandinavos, y, señaladamente -los demás son escritores de novela negra/policiaca, y entre nosotros los adictos es un tema invariablemente reciclable- acerca de Cocka Hola Company, una perpetración a cargo de Matias FALDBAKKEN, un material perfectamente homologable con las piezas de Irvine WELSH pero sin tanta trastienda omnicomprensiva y 'admisible'. Coño, quiero decir que éste último administra sexo, drogas y rock'n roll de un modo más burguesamente tragable. O no, qué hostias. Tal vez sea que que es interiorizable que un anglosajón ('brit', irlandés) sea conceptualmente un guarro, pero que lo sea un escandinavo (y, aún más, una escandinava) no. Ni de coña. Y de ahí arranca el tinglao. Un puro desafuero, con una carga de profundidad sociológico (puagh) - sicológico (uarghs) - intelectual (pukin') de mucho voltaje. Y merecible, I swear.
Descansen. Lean. Confíen en que Hans está, todavía, ahí. Abrazos.
26 octubre, 2009
Esteeeeeee...

Ok. Esta vez casi pasa de castaño oscuro pero antes de que venza el plazo máximo que me concedo para publicar algo con 'completitud' os dejo esa tira del genial Entrialgo ahí. Aunque no sea yo de mucha red social, el escasísimo tiempo que puedo dedicar al cybersolaz en los últimos tiempos se vuelca, más bien, en tareas de perfil bajo (algún comment en algún blog, alguna chorrada en féisbuc, a pesar de mi escasa querencia por éste último).
Ah, bueno: importante es dejar aquí noticia de que MBO se ha ido de periodo sabático (cinco semanas, señores, a partir de hace nueve días) a NYC, y me encuentro al frente de la Nave 'Domus Hansis', con éxito hasta el momento (crucemos los dedos). Ello comporta ciertas dificultades espacio-temporales innegables, pero creo que podré sacar adelante alguna entrada digna en plazo no muy largo. Al menos podré hablar de como treinta libros o así, de los cuales no menos de un 80% son de lo más recomendable. Y de algún flin, también. De momento, no puedo dejar de señalar que me fuí a ver Katyn, película basada en hechos perfectamente conocidos para mí, pero quizá no para otros, que merece la pena ver, sabiendo eso sí de su dramatismo y de su condición polaca, que es cosa que siempre grava mucho la manera de ver el cine en particular y la cosmovisión en general, máxime cuando la BSO es Penderecki. Todo el rato. Sin descanso ni desmayo alguno. Y eso duele, I swear.
Sean Vdes. buenos y no rompan nada. Seguiremos informando.
01 septiembre, 2009
Ah, l'été...

... en su caso (joder).
03 julio, 2009
Lo que faltaba: Coppola como Almodóvar

Luego cierto crítico escachó la novela ventilándola en un artículo del Oregon's Herald tan petulante como inexacto. Lo primero es disculpable: al fin, el referido crítico tiene virtudes notables y conocimiento literario [aunque a veces, me temo, le guíen motivos espúreos: en la presentación de cierto libro: 'Vengo sólo a ver al presentador; la novela no me interesa'. Y es cierto, el presentador en cuestión es admirado autor y brillante comentarista de quien ya se ha hablado aquí. Sólo que el autor -cuya PRIMERA novela ha sido directamente publicada por Tusquets: supongo que ya comprendenden la causa del mosqueo del aquí criticado crítico, también escritor- de la novela es un buen amigo de quien hablaré en otro momento].
Lo segundo, en fín, lo de la inexactitud, no. En rigor, lo menos disculpable es empeñarse en hacer crítica literaria de un género que no gusta -y probablemente no se conoce o bien no se ha aprehendido debidamente-, sobre todo cuando se es vehemente. Es como si a mí me ponen a hacer crítica de discos de jotas o así. Es conveniente un tanto de contención, y sobre todo no dedicarse a aquéllo de lo que uno no sabe.
Eso me machacó el comentario, me desactivó la pulsión (vista una crítica mal realizada uno tiende a relativizar su legitimidad crítica, creo), de modo que pospongo el coñazo analítico policiaco nórdico, y sintetizaré: Millenium III, a.k.a. La Reina en el Palacio de las corrientes de aire (título merluzo donde los haya, btw) de Stieg LARSSON es una excelente novela; ciertamente maniquea y tal vez de demasiado final feliz, y demasiado sesgada conforme a los gustos ideológicos del autor: vamos, que en España nadie sería tan consciente de la trascendencia de su escritura en la defensa de las esencias de la Democracia (en este caso escaniana) y mediría tanto sus palabras. De tan 'cuidadoso' a veces resulta ridículo. Lo que pasa es que tiene un flanquillo thriller político que, por desconocido (intestinos de la cosa pública escandinava) me ha interesado. Y está diestramente escrita, y mantiene la tensión. Es a veces, como las anteriores, un tanto morosa, pero es perfecta novela de verano. Ah, por cierto: 864 paginicas de vellón.
Volviendo a la justificación de la mora entradil, señalo que esperé a disponer de fotos del IV concierto de la gira 'El reton-no de Los Modos'. Pero de momento sigue siendo que no. El concierto, que se celebró en EL PRIOR CAVERN el pasado 27 de Junio de 2009 no estuvo mal: incorporamos cuatro temas propios nuevos (dos mios, dos de Míchel) y una imprescindibile versión -dadas las circunstancias- de La Chica de Ayer bastante lucida. El problema fue el sonido de ese lugar que es siempre malo y esta vez fue peor. Da lo mismo: en septiembre volveremos al apetecible ARENA, y ahí será mejor.
Y, bueno, ayer noche ví la película que causa esta publicación. Mira que vamos poco al cine, lamentablemente. Sin embargo ayer gocé de una tarde vagucia (increible: hacía muchos meses que no 'libraba' por la tarde) y rematamos la jugada yéndonos a los Renoir. Y fuimos a sufrir TETRO. Simplificaré de nuevo: vaya puto pestiño. Vaya basura. Qué tristeza que el Gran COPPOLA, a quien debemos obrones como El Padrino, Apocalypse Now o Cotton Club (y tantas otras 'obras menores', y productor, además de American Graffiti) acabe copiando al puñetero manchego, deviniendo igualmente somnífero diseñador de vivencias de ciencia ficción. Curiosa la presencia de la VERDÚ (que nunca me ha puesto mucho, pero a la que ví un tanto desmejoradilla) y la de Carmen MAURA, ejerciendo de Carmen MAURA, exactamente igual que en cualquier pestiño almodovarí. Vincent GALLO recabó el apoyo estético de MBO (estos con cara de malo perturbadillo suelen gustarle).

No negaré la gracia de las inserciones de filmes alemanes de los cincuenta, pero fuera de eso y de alguna intervención causante de risas de alguna secundaria cómica (cuantificación del placer, como dos minutos y medio en total) sólo me queda daros un consejo de amigo: no perdáis tiempo ni dinero en este patinazo del Maestro. La clasificación estricta sería MDC: mala-de-cojones.
28 mayo, 2009
Acabando un mayo incómodo.


13 mayo, 2009
Antonio Vega
01 mayo, 2009
Jordania

23 marzo, 2009
2009, Marciana
El set list fue el siguiente
1 La ventana del amor
2 Please please me
3 No sé qué hacer
4 Ojos de perdida
5 Medianoche
6 All I’ve got to do
7 Actitud
8 Chicas tontas
9 La calle del ritmo
10 The Monsters
11 Luna de verano
12 Ráfagas
13 Modos
14 Cansados de llorar
15 Nada más
16 Mil tonos del gris
17 Te perseguiré
18 Eres vulgar
19 Chica Pop
20 Espejo
Bises fueron Medianoche, Actitud y Nada más, y volví a vivir ese momento idílico de la constatación de la naturaleza pesetera (qué mal queda ‘eurera’) de los dueños de garito. Da igual: a pesar de la cutrendad implícita de regatear 30 EUR del mínimo comprometido amparándose en lo mucho que bebemos (¿?), el lugar -el Arena Rock en ZAZ, quiero decir- tiene un sonido excelente y, francamente, eso es lo único que me importa, en este sentido, en este momento de mi vida rock’n roll.
Más. Vigésimo quinto aniversario de nuestra salida del Colegio. Gran risa ver las fotos de algunos compañeros de los diecisiete. Pánico al pensar en si ‘eso me va pasando a mí; consuelo: de momento ni obesidad mórbida ni alopecia me aquejan... y como dijo mi hermosa-y-hoy-divorciada (canelo, él) amiga Ana, ‘sólo eso os hace realmente viejos’.
Otro aniversario: la Unidad familiar independiente se fundó hace, anteayer, dieciete años. Constancia quede de la celebración de los 6210 días de felicidad en cuestión.
Viejos conocidos también en la cosa de la lectura:
· Pablo TUSSET: Sakamura, Corrales y los muertos rientes, libro éste que me llevé, un poco avergonzado, de Los Portadores de Sueños, a la vez que POPism (vid infra). Es gracioso constatar que ciertos juegos jocosos de la transición pueden seguir empleándose (cierto, en clave ideológica diferente) en 2009: cfr. Fernando VIZCAÍNO CASAS. Aparte, un gusto por a escatología que me incomoda bastante. Dicho todo lo anterior, cierto es que puede hacer llover alguna risa tonta de tarde de domingo. Por supuesto, no llega ni al tacón a lo del Cruasán.
· Alicia JIMÉNEZ BARTLETT: El silencio de los claustros. A ver: esta chica mantiene sus problemas y sus proyecciones en la pobre Petra Delicado. Al fin, el anticlericalismo comecuras es algo -a pesar de las invectivas de los zapatitos’ boys y de los columnistas pesebreros del País- un tanto trasnochado. Vamos, que ya cansa. La historietita tiene un pasar, pero no más: puede esperarse tranquilamente a que salga en bolsillo. Una pena que el subinspector, que es un personaje que me cae bastante mejor que la agria Delicado, se me esté poniendo pelma-y-zen.
· Arnaldur INDRIDASON: La mujer de verde. este no es nuevo per se. Lo de los nórdicos es –cosa bien sabida- un poco jodido. A mi lo de Stigg LARSSON me ha gustado razonablemente (a MBO, por ejemplo, no, narsoluto): creo que fui el primer comprador en Zaragotham de lo de la gasolina, la segunda entrega del invento. Ahora bien, eso me llevó a engaño. Si bien MANKELL (y me refiero al Mankell-no-Wallander) me hacía entrever un mundo gris de envejecimientos cardiópatas, obesos, severamente crónico en cualquiera de sus patologías, este tipo, el tal INDRIDASON, se pasa tres pueblos: el único destino sensato en Islandia, a la vista de la descripción que de su sociedad –y Realidad, en general- vierte el sujeto en su novela es un suicidio razonablemente dulce, y ya.
Aparte de todo eso, textos de filosofía (what the fuck?) mod, donde se nos menciona con afecto dispar: el último, el muy notable Ahora! No mañana, un estudio de los tiempos exactos en que Los Modos nacieron, escrito por un tipo de mi edad (+/-) con sentido común y muy buen gusto. Un diez para Pablo MARTÍNEZ VAQUERO, un crítico con suficiente capacidad autocrítica que, además, ha analizado el momento perfecto, la superposición de los tiempos de la nueva ola y el renacer mod, constatando la grata (para todos, salvo para los superpuristas) mixtificación permanente que fue la realidad mod hacia 1985. En este renglón cabría asimismo lo de POPism, un texto memorial debido a Warhol de esos que la Scena leerá (si puede, sabe y se entera) con delectación.
¿Cómo no referirme, para concluir, a los veintitrés días de esquí y dos huesos filales rotos? ¿Cómo no referirme al estratosférico cabreo que arrastro como consecuencia de TANTA adolescencia? Joder, que nosotros NO éramos tan, tan cabrones (proclamo).