11 septiembre, 2007
Animalada: seis años más tarde.
03 septiembre, 2007
Term start

Como es natural, y dadas las fechas de aniversario de UPMM, el sábado inmediato anterior a su partida el joven celebró su fiesta de despedida/cumpleaños, con su carne a la brasa de la parrilla que mis queridos padres han instalado junto a su piscina, cosa que convino bastante a los jóvenes y voraces invitados de mi hijo. Grande, eso de descubrir que estos chicos ya van teniendo una edad y un predicamento, yo, que les he visto crecer. Snif (2). Incluso cuando le tiraban tejos de baja intensidad a UPFM, que se negó en redondo a irse la primera de la fiestecilla a casa (p'a ratos: iba a irse, la plus belle du bal, renunciando así a tanta admiración adolescente. Jojojojojojo).




Que empiecen Vdes. bien su curso.
01 septiembre, 2007
Empiezan a acortar las tardes.
Iba yo a comenzar esta última entrada del verano, snif, clavando una estupidez estadística en virtud de la cual resulta que un 29,16% de todos mis lectores han estado en Oxford. El argumento era tan perfectamente peregrino como todos los que soportan las serpientes de verano de naturaleza económica, y, como a pesar de haber regresado de vacaciones hace ya casi diez días, me siento hombre de bien, les voy a ahorrar a los lectores de Vladivostok tanto la descripción de esa peazo chorrada como el clavar un pestiño acerca de hedge funds o riesgos sub prime. Eso sí: por favor, que empiecen a fusilar periodistas-salmón. Dios santo.
Dicho lo anterior: si, queridos amigos: como a algún genio se le ocurrió que era imprescindible, disfruté de un formidable reunión el día 20, a cuyas efectos hube de regresar el domingo 19 a Zaragotham, donde he estado al rodriguesco modo, eso sí sin salir ni una sola noche entre semana: apenas un día al cine (El ultimátum de Bourne. Nada destacable) y una salida mínima el sábado: fui a ver tocar a cuatro tipos emparejados dos a dos al Páramo, y seguidamente me acerqué al Tiger Lily a ver pinchar al gran Iván. El domingo, 26, me levanté a las 08.30, preparé un pollo al curry y un gazpacho absolutamente imponentes y me quedé esperando a que llegasen MBO y la progenie, que regresaban de la playa.
En fin: que Oxford es bastante más que la Union Jack, que está limpio y sin pintadas, que a partir del viernes se venden pelotazos y alcojoles hasta en los kioskos de pipas (pero a qué precio…) para el mejor cocimiento del personal, que por otra parte, y en general, se comporta con corrección. No olvidan dirigirse a ti como Sir o Madam, según proceda, y todo ello sin perjuicio del grado de inclinación que en relación con la sobria verticalidad tengan adoptado. Que hay decenas de Colleges, pero sólo dos Universidades. Que no sé cómo sobrevive la gente, dado el precio a que se vende la puritita comida, glups, si uno desea comer algo de verdura y/o fruta. Que la calle no huele tanto a esa grasaza alimentaria (¿?) tan británica a las horas de cenar (tanto, dije). Que hay librerías imponentes muy esquilmables, vid infra. Que se pasa mucha envidia y que, en otras circunstancias, por Júpiter, me vendría a ese ciclo de Historia de los Conflictos (un term) y sería muy feliz.
Nuestros profesores son periodistas o bibliotecarias: gente de acento perfecto-perfecto, que corrigen la indeseable yankeidad entreverada por culpa de tanto flim. Culpa del imperio periclitante, u know. Por la tarde vienen a casa donde tomamos el té mientras hablamos de teletrabajo, organización de oficinas, economía, conciencia cultural y estereotipos. Ellos toman obleitas choc’late&mint.
Luego hacemos nuestros deberes, mientras bebemos Stella o Foster’s según pille día galófilo o no. Triste: Inglaterra, tierra de grandes cervezas, ha perdido la batalla, de manera que en los bares, en cuanto pueden, te sirven una aberración italiana que no le llega a la altura del tacón a las ricas ales, bitters, o mi muy querida Guinness, recias cervezonas todas ellas, nutritivas del copón, adecuadas para pueblos con una cuarta de vikingos… frente a meadillas italianas (Nastro Azzurro, recordad: no os dejéis servir eso jamás), mejicanas o yankis.
Me he estado acostando muy pronto: hace años que no estaba durmiendo a las 22.30. La cosa laboral me ha incordiado muy poco estas vacaciones. Lo agradezco. Leo, como siempre, un montón, item más. Aparte de las cosas que tenía en curso despacho Middlesex (Jeffrey EUGENIDES) citada, admirada y comentada con largueza en la blogosfera. Gracias por la recomendación. Me ha gustado, no doubt, aunque me quedaré con la duda de si está un pelín overrated, y es que me convenció en un 70%, digamos: cierto, es glorioso el principio griego-de-Asia-Menor, pero ¿será un pelín cargante, tal vez, lo de síndrome de deficiencia de 5-alfa reductasa y efectos inducidos?. Es estupendo el plantamiento acerca de los flancos arquitectónicos de la casa (Middlesex, precisamente), la descripción de los Estados Unidos en ese momento histórico, pero ¿no resulta inverosímil, casi deslabazado, el asunto de la estafa del pope-cuñado?. Probablemente sea cierto lo del héroe que se tropieza con su destino inevitable, y diré que la novela es jodidamente griega, mucho más que americana. Eso sí, no puedo estar de acuerdo con lo de las asiáticas. Cada uno administra como quiere esas cosas, y no creo tener motivo críptico alguno.
Unos por otros, de Philip KERR, una de las policiacas peor traducidas que he leido en el último lustro, y no exagero nada: vaya cuadra de maulas los traductores (tres en comandita), a pesar de lo cual resulta recomendabilísima, al punto que, habiendo descubierto que se trata del remate de una tetralogía, he encargado –y ya he recibido- las otras tres. Y es que Bernie Günther es un buen personaje, y mezclar policiaca, Alemania y periodo 2WW (e inmediato posterior) es garantía de que Hans se sentirá atraido. Terminé, también, con el tocho de RUTHERFURD, casi 1.500 páginas, como dije, y satisfacción del deber cumplido, con más nuevos flancos de reflexión en cuanto a la Historia del Reino Unido. Eso: Britain, no England.
Cabreo al regresar, como siempre, me temo, con Ryanair. Ciertas destrezas profesionales muy aplicables en estos casos (‘Di lo que convenga, pero, siempre, con aplomo demoledor’), aliñado con mi inglés de negociación recién afilado y la mala hostia que se me pone según en qué casos fueron el adecuado aliño para que el niñato de facturación de la compañía en Stansted comprendiese que no era buena idea joderme a las ocho y media de la mañana. Y menos si llevaba a la espalda, como equipaje de cabina:
- A concise history of the Spanish Civil War, de Paul PRESTON.
- European dictatorship, 1918-1945.
- Europe between the Wars.
- The Age of Extremes (1914-1994).
- The British Empire (1815-1914).
- End of Empires: european decolonisation, 1919-1981.
- Decolonisation .
- Making cars at Cowley.
Ese material fue el resultado de las razzias libreriescas. Aparte, dos de los tres libros que la gran Cayetana Altovoltaje que regaló: Mientras ellas duermen (Javier MARIAS) y Fast Food Nation, que me había terminado en el periplo oxoniano.
Si el cabrón llega a emperrarse más en incordiarme, le civilizo de una vez por todas a base de libros. En la cabeza.
Llegada a ZAZ y soledad de una semana, en que, con ese material que cito más arriba (hasta con lo de Cowley, aunque sea una historia de la fábrica Morris Garaje) pergeño –ratifico, más bien- algunas tesis a las que vengo dando forma hace tiempo en cuanto al Imperio y la proyección del modelo, y la situación diferencial de los Imperios (todos: incluso Hispanoamérica, claro). Y es que basta con que me intenten tomar el pelo con talantes y buenos rollitos para que apetezca mucho demoler al demagogo/aficionado bocazas.
Obrita menor que leí con gusto: El Baile, de Irene NÉMIROVSKY. Y tocho histórico con doble carga, Mendizábal, el caballero nato, de un tal Julian GRANADOS, que va lenta, pero va.
UPMM se va el próximo lunes a estudiar a Windermere y disfrutamos los últimos días juntos. Nos reimos: cuando no está con la ira adolescente, lo pasamos muy bien. Todo el tiempo oxoniano ha sido estupendo, la verdad: toda una experiencia valiosa, en que él ha tomado la medida a estar viviendo-en-inglés y se ha quitado la inquietud, creo. MBO y yo, claro, empezamos a aflorar la cierta pena de no verle este año, pero sé, sabemos, que es una súper-oportunidad para él.
Now Drinking: Taberner 2005. Vinos de la tierra de Cádiz. Tinto. Masticable y denso. Invernal, más bien, glicérico a modo (un milímetro de espesor debe tener la capa que queda a cada trago. Luego dicen de los cariñenas). Sorprendente, no lo duden.
En fin, que enfrento el fin de semana previo al desembarco de todos ellos, entristecido, cómo no , por el acortamiento de los días. Urghs. En cuanto a vosotros, mis queridos cyberamigos, bien regresados todos a las Tierras de España y a esta esquina de la blogosfera.
08 agosto, 2007
La cosa oxoniana
29 julio, 2007
Neo-naïf, Capote, la Stasi. Wow-Hey!
18 julio, 2007
Patetismos estéticos (O "Pasa hasta en las mejores familias")
Hace algún tiempo acompañé a MBO a un viajecito de trabajo (suyo) a milán. Son lo que llamo mis 'Viajes-Gigoló': MBO curra y yo me dedico al Dolce far niente llevado a sus últimas consecuencias; en estos viajes, que me han llevado también a París o a Londres, esa actitud DFN incluye visitar museos de aviación o de cosa histórico-militar, tiendas de guitarras eléctricas, estilográficas, y, en el concreto caso de Milano, pasear abundantemente por la ciudad viendo escaparates, Ferraris, almorzar un rissotto exquisito en un lugar ubicado en una azotea preciosa con vista de una skyline imponente sobre los tejados viejos de Milán, discutir amistosamente con el camarero que vió muy mal que el humo del Lancero fuese acompañado de grappa y no de Red Label, y, en fin, comprarme unas corbatas en una tienda de las Galerias Vittorio Emanuelle. Y entre otras, unas preciosa, con gruesas listas azul foncé y dorado. Gran corbata, de las que permiten un nudo rotundo, todo seguridad en uno mismo.
Como gracias a Dios el Universo tiende a reequiibrarse (y a ponerle a uno en su sitio, no sea que se crezca demasiado), es menester dejar aquí constancia asentada de mi plancha cuando el otro día fui por primera vez al Ikea de Zaragoza: si, esa 'loa gualdiazulada de la socialdemocracia de arce claro' que decía el otro día yo en no sé dónde. Pues eso: el espíritu de Olof Palme quiso que ese flanco liberal que tengo se llevase un buen revolcón, enviándome con ese fin a un propio, que, a pesar de mi (impecable) traje gris marengo de raya diplomática, me espetó: "¿Puedo hacerle una sugerencia de mejora?". En ese momento la citada potencia del nudo de la corbata (recuerden: azul y dorada) se fue a la mierda, y recordé eso que dice Natalie Portman en Beautiful Girls: 'Los vendedores no son sexys: son tíos' (uncles). Así que la autoestima estética se me quedó ligeramente tocada. Lo digo por poner las cosas en su sitio.
04 julio, 2007
Responsabilidad, coño.
Su segundo piso, en pleno Barrio de Salamanca, fue (aparte de un paraíso en la tierra para éste que escribe por obvios motivos de inmediatez con la mujer amada) la bomba: tenía una terraza inmensa sobre los tejados de MAD, y, en razón de ello la base –probablemente- de mi definitivo amor por la Villa y Corte. Hoy la cosa, con eso de cerrar los garitos a las tres, ha palmao bastante. Ir al Penta en 1990 ó 1991 implicaba atravesar un atasco de la hostia en la Glorieta de Bilbao a las 04.00 de la madrugada. Hoy será como pasear por un cementerio, supongo.
Cuando llegó el último atardecer en aquella formidable terraza apenas pude contener las lágrimas. Claro. Entre tanto, habían pasado muchas cosas: mi muy-mejor-amigo D. había estado viviendo en el piso –modernidad sorprendente en los 90, advierto- junto con MBO y junto más gente, siempre –casi- estupenda. Y una de las que más, C.
C. era una periodista completamente aventada a quien le costaba lo indecible levantarse por la mañana (descarao: ése era el motivo de dedicarse a ese negociado). Trabajaba –era muy buena en lo suyo- con alguno de los periodistas de rancio abolengo de la Patria y tal. Lo gracioso fue cuando una noche conoció al joven Diplomático Yankee (JDY). Gran tipo: uno de esos modelos que uno pone para demostrar que los yankees son en muchas ocasiones gente con cultura, buen gusto, formación superior de alto rango, educación ilimitada y criterio a la hora de combinar chaqueta y corbata. C. se enamoró como loca de JDY y contrajo matrimonio con él para irse seguidamente a lejanas tierras.
Y entre esas tierras lejanas –y ahí es donde quería llegar- estaba Yemen. C. es, como queda dicho, la esposa de un diplomático americano. USA es uno de los pocos estados occidentales que tienen legación en Yemen. Como todos habéis visto en las pelis, USA garantiza un blindaje de mil pares de cojones a sus súbditos en cualquier parte del globo. C. ya nos contaba hace casi DIEZ años (ni bombas de atocha ni WTC ni Dios que lo trujo) que por Yemen JAMÁS debe uno ir sólo si es occidental, y MUCHÍSIMO MENOS si, además, es mujer. Se lo habían instruido al llegar y ella lo había comprobado personalmente.
Yo lo siento mucho por estos chicos, pero vuelvo a lo que decía hace algunos días: uno debe asumir las consecuencias de sus actos; uno puede, en legítimo uso de su libertad innegable, decidir que se va a Yemen, pero Yemen no es Benidorm. Eso es así, lo tomas o lo dejas. Si luego te escachan un carro hasta las trancas de bombas y saltas por los aires, has de asumir las consecuencias de tu decisión. Nuestro incapaz gobierno tratará de administrar esto, pero esta vez no debería decir nada: no es asunto suyo, no es su responsabilidad. Espero que no se pongan a hablar de lo de la Alianza de Civilizaciones.
Y, yendo un poco más allá, pienso –y esto va que ni pintiparado ahora que empiezan las vacaciones- en el Monte y las cafradas que hace el personal. La montaña es un asunto serio, demasiado como para que un mamón con zapatillas de tenis, polo de algodón y bermudas (eso sí, kakis y con mucho bolsillo) se ponga a escalar un tres mil del Pirineo a las cinco de la tarde. Luego, cuando el helicóptero de la Guardia Civil y sus tripulantes (gente heróica, no sabéis cuánto) haya de salir a ‘sacarles del marrón’, resultará que un idiota ha puesto en juego la vida de cuatro o cinco valientes, que ganan apenas cuarenta mil duros por ello.
Responsabilidad, coño: que empiecen a explicar qué es eso, y menos coñas con las imbecilidades de la ‘Educación en la Ciudadanía’. Gilipollas.
02 julio, 2007
El módulo de young


13 junio, 2007
DOS AÑOS CLAVAOS
11 junio, 2007
Qué calores, sielos inmensos...

MBO se ha ido a Paris esta mañana a las 07.30 (o así), y dada la longitud desaforada de este


Bueno, a lo que iba. Dos días de ciencia (escasa pero de gran altura: tres sesiones científicas hemos tenido) y relaciones con las buenas amigas y amigos que tengo en ese biotopo. Mañana de viernes con una ponencia a cargo de un brillantísimo asesor del Ministerio que a duras penas excusaba la idiocia de los del Ministerio de Hacienda que, obsesionados con que no se les escape ni un duro -perdón, un euro- del botín, se cargan técnicamente una ley técnica; en la misma mañana, como ochenta Kapellmeisteren -yo entre ellos- montados en sendos remolques agrícolas arrastrados por un tractor se pasearon por una dehesa, componiendo una escena parecida a la del pijama que glosaba por ahí arriba. Exquisita la caña de lomo y el jamoncito que hemos consumido a puñaos. Dos días muy, muy agradables, sobre todo por las personas con que me he juntado.